17. Desear volver a lo viejo.

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Miré aquella puerta blanca arrepintiéndome de haber accedido ir a las terapias. ¿Cómo fue que acepte?
Claro, por el tonto de Cole.

—¡No! ¡No quiero ir! Va a ser aún más deprimente para mi tonta existencia. No tengo ganas, no quiero. —Gemí, mientras mi madre y Cole intentaban convencerme de ir a las tontas terapias.

—Pero cariño, te hará demasiado bien. Anda, podrás expresarte más libremente con la psicóloga. —Dijo mi madre con voz queda, mirándome con dulzura y esperanza.

—Nooooooooo—murmure, tapándome la cara con un cojín preguntándome que tan rápido podría morir así.

—¡Vamos, Cam! No aceptaré un no por respuesta, vas a ir y saliendo de las terapias iremos por pizza, mucho helado y una buena película animada—Dijo Cole, sonriendo, mi madre le guiño.

—Yo pongo la casa y las palomitas—Dijo mi madre alzando la mano, cómplice, los fulmine con la mirada.

—Solo si también hay pastel de chocolate.

—Y barras de cereal—aseguró Cole.

—Camila Schmidtke—Dijo una voz neutra, alcé la vista mirando a la recepcionista—Puede entrar.

Suspiré, tomé mi bolso fuertemente y mi madre me sonrió. Me dio una pequeña palmada en la espalda para reconfortarme y yo no pude sentirme más que agradecida de tenerla a mi lado.

—Anda, pequeña. Todo estará bien.

{...}

Miré mi reflejo por última vez en aquel viejo espejo del baño del consultorio, mi nariz continuaba un poco roja y mis ojos un poco pequeños. Sequé una última lágrima que quedaba en mi mejilla, me había sentido tan extraña las últimas dos horas y sobretodo tan... avergonzada.

Suspiré, tomé con firmeza mi bolso y salí del baño, tecleé el teléfono para llamar a mi madre pero colgué inmediatamente cuando vi a Cole sentado, buscándome con la mirada.

Hasta que nuestras miradas se encontraron y me sonrió. Quise, desee con toda el alma poder sonreírle.... más no pude hacerlo.

—¡Hey! ¿Lista para tener la jodida tarde más cool de tu vida?—Dijo, levantándose del incómodo asiento—Primera parada, la pizzería. Segunda parada, el supermercado, o ¿deberíamos ir primero al supermercado?

—Definitivamente primero al supermercado—dije riendo, caminamos a la salida topándonos con el auto de Cole.

Lo observé,
—¡Bájame! No, auxilio.
Era blanco.
Abre la maldita puerta ¡auxilio!—un golpe en mi mejilla por parte de Brooklyn mientras Jason seguía conduciendo, otro golpe y todo se volvió negro,
No quería subir.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, mi corazón se llenó de amargura y desconfianza ¿Cole podría hacerme lo mismo?

—Po-podemos ir en bus si es más cómodo, Cam. No hay problema.

Y en ese momento, agradecí más que nunca que me conociera tan bien.

—En autobús será.

Después de un largo viaje de andar de allá para acá, llegamos a mi hogar, donde pude respirar con más tranquilidad, yo acomodaba los dulces que habíamos comprado mientras Cole ponía la película y mi madre hacía las palomitas.

—No puedo creer que me hayas convencido de ver Intensamente por cuarta vez ¡Pin Pon no se salvará!—dijo Cole con un gruñido, yo reí.

—"Llévala a la luna por mi" ¿Por que tú no eres así de buen amigo?—Le dije mientras le lanzaba un cojín, Cole río.

—Quizás porque es un maldito elefante de algodón de azúcar y yo no—Dijo con sarcasmo, reí.

—Cállate y ponla, ya quiero ver a Alegría.

Mi madre salió de la cocina con las palomitas y platos para pizza, le agradecí y después subió a su habitación, la película empezó; Cole y yo peleábamos de que Alegria era malvada con Tristeza y comenzamos a discutir de eso.

—¡Solo quiere hacerla feliz!

—Si, pero la tristeza también es necesaria, como el asco y todo eso ¡imagínate a todos felices! Me muero—exclamó poniéndose la mano en el pecho, rodé los ojos.

—No comerás la pizza, eso te hace triste ¿no? Pues, toma tu tristeza—dije mientras me llevaba la pizza, Cole me siguió.

—¡Eso si que no! Con la pizza no te metas—Chillo, con voz aguda y yo reí, comencé a correr para alejar la pizza de él—¡Vuelve aquí! ¡Dame mi pizza! ¡Necesito peperoniiiiiiiiiii!—Gritó.

Comencé a reír y le lance un pedazo de pizza en la cara—Ahí esta tu pizza.

Cole abrió la boca impactado, yo reí a carcajadas y él me fulminó con la mirada—¡es mi camisa favorita!

—Ups—dije con cara de cachorro, Colé tomó las donas y me las embarró en la cara, yo chille.

—¡Cole!

Tomé palomitas y se las lancé, el tomó chocolate e igual me lo lanzo, poco a poco fuimos lanzándonos toda la comida hasta que termine oliendo a Ketchup con vainilla y él a mostaza con queso y chocolate.

Y al final del día, tuvimos una guerra de almohadas. Mi madre me regañó y nos obligo a lavar las almohadas pero definitivamente valió la pena.

—Te quiero, Camila. —Suspiro Cole mientras lavábamos—Hoy fue el mejor día de mi vida por mucho.

Yo no respondí, seguí lavando mientras pensaba en sus palabras.
Después de las diez, Colé se fue y lo extrañé más que nunca, subí a mi habitación para dormir, no sin antes besar a mis padres en las mejillas y recordar todo el día con una sonrisa enorme y un latido de corazón irregular.

Anhele que Cole estuviera ahí, conmigo, solo para charlar, porque cuando charlaba con él, me sentía como en el pasado. En los buenos tiempos.

—Yo también te quiero, Colé—susurré, sabiendo que él ya no podría escucharme.

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HELLOOOOOOOOOO
¿Que tal?
Mil disculpas por no actualizar pero estoy en exámenes y agggggggg es un lío.
En fin, disfruten el cap, ily
Voten, comenten y besos a todossss chao

No without you, Cole.Where stories live. Discover now