CAPITULO VI (I/II)

103 7 0
                                    

6

Me encontraba en el panorámico mirando la madrugada, había logrado escurrirme de Sara cuando se quedó dormida, la música se había acabado y la volví a reproducir para que tuviera un sueño apacible, aun se veían algunas luces iluminar los cielos y yo casi me terminaba de tomar la botella de vino, estaba por pensar que tenía un problema con la bebida, el silencio me consumía y me sentía extraño, no tenía sueño así que me acerque por el saxófono y lo puse en mi boca pensando en que tocar, estiré mis dedos en los segundos que lo pensé y entonces comencé algo de "Charlie Parker" cerré mis ojos y me deje llevar por la música en el tiempo en que tocaba, gire un poco y abrí mis ojos parando la música.

— ¿Te desperté? — Le pregunté cuanto la vi parada recostada en el marco de la puerta al frente de la mesa del comedor con los brazos recogidos sobre sus pechos
— No — respondió mientras negaba con la cabeza — tocas bien ¿Quién era? — preguntó acercándose un poco dejándome ver la camisa que traía puesta, siempre tendía a dejar ropa en ese cuarto y ella había esculcado las gavetas. Se veía sexy, la camisa mangas largas le llegaba hasta los muslos como una insinuación
— Charlie Parker — respondí entre la oscuridad dejando el instrumento sobre el mueble donde estaba — También toco el piano pero aquí no cabe uno
— Ya quiero ver esas manos pasearse por las teclas — dijo casi saltando como una niña
— Ven — Le dije mientras me acostaba en el suelo
— ¿Por qué aun sigues con la camisa? — preguntó mientras se acomodaba sobre mi brazo
— Para que las sombras que hay debajo no se escapen
— ¿Y cómo te bañas? - preguntó en tono burlesco
— Es un decir, nunca nadie ha visto lo que hay debajo, o mejor dicho lo que escondo, aunque tampoco puedo argumentar nada contra esa lógica
— Quiero ver — soltó volteando a verme de perfil ya que yo no voltee
— ¿Estas segura? — le pregunté pocos segundos después mirándola
— Si — Quite mi brazo de su cabeza y me levanté del suelo mientras ella se incorporaba también, para quedar recostada sobre uno de los vidrios del panorámico, comencé a desabotonar las mangas y estuve listo para quitarme la camisa
— ¿Segura? — volví a preguntar y asintió. Me quite la camisa y la lance sobre el sofá dejando ver mis cicatrices — Son solo cinco dije moviendo mis brazos para que viera mis tatuajes — Todos significan algo — me acerqué y quede arrodillado al frente de ella
— ¿Y qué significan? — Preguntó
— Este — Dije señalando con mi índice izquierdo sobre mi brazo derecho el primer tatuaje — Significa el Amor — tenia tatuado con letras medianas y de color negro la frase "All We Need Is Love" cada palabra estaba debajo de la otra hasta llegar hasta casi a mi codo pero por el musculo que esta entre el bíceps y el tríceps — Este — Señale la parte posterior de mi antebrazo — Significa Muerte — Era una serpiente enrollada de una manera un poco peculiar pero estaba dibujada completa en esa parte ya que por la contraparte tenía otro tatuaje — Este es la vida — señale volteando mi brazo y mostrando un dibujo de un bebe recién nacido sostenido por unas manos — este significa Sexo — señale mostrando la parte interior de mi otro antebrazo y era un dibujo de tres flores vista desde arriba, la del centro tenía un color rosáceo y las otras dos de color negro, a parte tenía unas esposas un poco camufladas pero se lograba apreciar como apresaban las dos rosas negras compaginando con su color grisáceo sin dañar el tatuaje — Y este — voltee mi brazo enseñando esa misma área — Es una manera de decir que no me he podido quitar la cruz que llevo encima — era una cruz tatuada de negro con algunos detalles y que cubría todo mi antebrazo desde mi muñeca casi hasta mi codo, ella se quedó mirando todos los tatuajes pasando sus manos un poco muy curiosos pero no había problema ya que no me importaba que me tocaran los brazos
— ¿En qué momento te los hiciste y por qué nadie los ha visto? — pregunto muy rápido, o al menos para mi
— Nadie los ha visto por qué son solo para mí — Solté levantándome — quizás un recuerdo de que soy mortal y de que algún día moriré — Me acerque a la mesa más como imponiendo distancia entre los dos — un recuerdo de que hubieron personas importantes para mí y ya no están — no sabía que hacer camine hasta la ventana mientras ella veía mi sofocación mental — cada tatuaje es por cada uno de ellos, también recuerdo que no soy normal y que nunca lo fui — las emociones fuertes no me gustaban, prefería evitarlas y quizás era porque no sufría sentimentalmente ni emocional, pero si con los recuerdos, creo que por eso me tatué, para no olvidar y seguir lapidándome. No me arrepentía de absolutamente nada, igual ya no podía cambiar el pasado — No se amar de otra manera — solté como disculpándome, mirando a lo lejos para no encontrarme con sus ojos — no se hacerlo de otra manera — podía sentir y no me gustaba
— No quiero que lo hagas de otro modo — dijo levantándose y llegando a mi lado — La rabia encolerizada no te deja pensar — continuó unos segundos después de silencio
— Es la penosa comedia humana — solté sarcástico — ¿No?
— ¿Cuántas veces se muere un hombre? — no me esperaba esa pregunta
— Cada decisión que tomes de aquí en adelante tendrá consecuencias — advertí
— Entonces, — huroneo mientras me veía pero yo no lo hacía — ¿Nunca podré ser tuya?
— Nuestro cuerpo no nos pertenece, es prestado y debemos devolverlo
— Desde que te conozco soy mejor persona — su voz comenzaba a ser más suave
— Sí, yo también — y era cierto, ella me había cambiado o mejor dicho, el haberme hecho ver lo que quería en mi vida
— Vuélveme a querer no me castigues — ¡su voz!, su voz, no sé porque me gustaba como se oía en ese momento — volteé a mirarla directo a aquellos ojos
— Te llevaran de mí — pronostique escuchando el silencio
— No me mires así, me da pena — soltó interponiendo sus manos en mis ojos
— El amor me lo explico todo, me lo dio todo y también me lo quitó todo
— Hay que enfrentar los hechos - su voz se recomponía - si me hubieras pedido que me quedara, lo hubiera hecho
— ¡Porque te creí!¡No importaba que dijeras! confiaba en ti — no era necesario que dijera que "no lo hice", el irme directo al porque quizás le diera un ambiente más oscuro — confiaba en tu palabra
— Aléjate creí conocerte — colocó su mano izquierda al aire y retrocedió un paso
— Ahora creo que nunca te fuiste — era cierto, siempre estuvimos juntos
— Ábreme, entra en mí — se acercó a mi colocando sus manos a los costados de mi rostro y la deje — muéstrame como amarte, ¿porque caer otra vez?
— ¿Cómo mi corazón se volvió tan duro? — pregunté al aire
— ¿Me quieres como esposa, novia, compañera? — susurró
— Me está matando — dije cerrando mis ojos un poco para sentir sus manos ladeando la cabeza un poco
— Lo siento — se apartó un poco quitando sus manos — tengo miedo
— Tranquila — dije para calmarla
— Prefiero que tú me mates que a morir así — unas lágrimas se asomaban por sus ojos — eres un sádico, ¡quiero a Will de regreso! — rechistó casi golpeándome en el pecho
— ¿Así de fácil? - Proferí casi volteando mis ojos — tienes mucho por hacer, ¿sí?
— Si — asintió
— Ahora, — dije y me entretuve secando sus lágrimas con mi mano derecha — soy un sembrador de lo corrupto, lo corrompido
— ¿Me amas? — Preguntó desconcertándome y haciendo cruzar mis brazos — ¡aunque sea mentira dime que sí!
— No puedo mentir — estaba siendo sincero
— Mentiste cuando decías que soñabas conmigo cada día, me enamore perdidamente de ti — era inútil las lágrimas seguían cayendo y no mentía, nunca lo hice
— Me queda poco tiempo de vida, estoy destinado a morir antes que el resto — se me hizo un nudo en la garganta al recordar eso
— ¿Se puede decir que te gusta infundir dolor porque no puedes sentirlo? — que bipolaridad la de ella para cambiar así de rápido
— Si, quizás — expresé
— Entonces, ¿en otra vida? — indagó recobrando su voz
— En otra vida será — Pasé mi brazo por sus hombros de nuevo y entonces la abracé por la espalda y deje reposar mi cabeza en su hombro izquierdo, oliendo su cabello y nos quedamos así un rato y el silencio nos absorbió
— ¿Por qué no mentiste? — Espetó de pronto — ¿Por qué no mentiste como los demás hombres? — Su pregunta era una blasfemia — ¿Por qué tienes que ser distinto? — preferiría el silencio
— Porque soy diferente, — comencé serenamente después de tomar mucho aire — Porque no soy como los demás hombres, — continué tranquilo — porque soy uno solo, soy el mismo siempre — si definitivamente necesitaba ese aire
— Ojalá y todos fueran así — expresó de pronto, sus palabras fueron un halago para mí y, ahora que lo pensaba creo que había llegado a ser así para demostrarle a la sociedad que la palabra podría valer siempre y cuando se demostrara
— ¿Tienes sueño? — Le pregunté cuando vi que comenzaba a parpadear muy seguido
— Un poco — respondió y viró para verme pero la agarré bruscamente de las manos subiéndolas y la empuje contra el vidrio adueñándome de sus labios, mordisquee su labio inferior y lo solté chupándolo, lo volví a tomar cuando no me dejó morder el de arriba y entonces lo hice con este, lo mordí arrastrándolo hacia mi y me separe de ella agachándome un poco para levantarla por los pies hasta mi hombro izquierdo, la nalgueé cuando comencé a caminar y sus chillidos emocionados retumbaron en toda la casa, la lleve de nuevo al cuarto lanzándola en la cama.

***

— ¿Qué haces aquí? — Solté — ¿Cómo entraste? — indague en un asombro
— ¿Iras a mi entierro? — cuestionó irónica. Otra de sus bromas habituales aunque, esta vez exponía la risa desde sus ojos y no curvando sus labios
— ¡Uhm! No sé, déjame consultarlo con mi agenda — respondí mofándome — ¿qué día te piensas morir? — indagué en tono burlesco
— El siete — soltó
— Déjame revisar — dije sin darle importancia y tome mi teléfono para hacerme el que estaba revisándolo — ¡Espera! — Solté — siete es hoy — dije distraído — Hey, ¡Hey!, ¡HEY! — Llamé desesperado intentando encontrarla — ¡¿Dónde estás?! — Grité desesperado sin una respuesta.

***

Desperté sobresaltándome de mi cama y casi me caigo, me levanto y me acomodo en el borde de la cama a repasar aquellos sueños que siempre irrumpen mi mente, veo una pantufla en el infinito y me levanto por ella después de ponerme el otro par, salgo y veo que todavía voy vestido como ayer, abro la puerta de mi cuarto y escucho música al fondo, no le prestó la menor atención ya que me meto en el baño y me doy una ducha, me lavo los dientes y salgo de regreso a mi cuarto para vestirme con un suéter negro y pantalones ajustados del mismo color más un cabello alborotado que no se dejaba peinar. Salí del cuarto y vi a Sara preparando la mesa.

— ¿Tienes hambre? — Preguntó a penas me vio
— ¿De ti? Si — respondí sarcástico, se había cambiado la camisa y ahora tenía puesta la camisa azul que yo llevaba ayer
— Bonita camisa — opiné mientras me sentaba
— ¿Qué quieres que te sirva? — preguntó distraída
— ¿Qué cocinaste? — Averigüé deseando tener un periódico
— Comida navideña — Se encogió de hombros y sonreí, había calentado lo que yo había guardado
— Bueno — acepté — por cierto ¿Qué hora es? — Pregunté intrigado por lo que me servía en el plato
— Ya son las dos — no recuerdo que día había despertado tan tarde. Ella sirvió el almuerzo y devoramos todo lo que había en el plato, yo fregué mientras ella limpiaba la mesa y unos segundos después estaba sentado de nuevo revisando mi teléfono, no tenía ni siquiera un mensaje, me metí en las redes sociales y por ultimo decidí leer el periódico en línea, ella se paseaba por la casa pero yo no le preste atención a lo que hacía hasta que de pronto tiró una carpeta al frente de mi sobre la mesa
— ¿Qué es eso? — Le pregunté intrigado
— Ábrelo — Dijo mientras se sentaba a mi lado. Le hice caso y abrí la carpeta sacando una resma de hojas tapada con una blanca como portada
— Entré en tu oficina — dijo a modo de disculpa, no me importó y entonces comencé a leer después de pasar la hoja blanca

SEXO  (Borrador)Where stories live. Discover now