CAPITULO XXVIII

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Al fin llego a mi destino, estaciono afuera de un restaurante, uno distinto al de la otra noche y sigo pensando si será buena idea todo esto después de tanto tiempo, me decido a apagar el motor y bajo aun pensativo, sigo creyendo que esto es una locura, aun así sigo decidido a verla, miro a mi alrededor todas aquellas luces de la noche, los carros pasar, detenerse en los semáforos y avanzar, el cielo algo gris, los transeúntes ir y venir, suspiro y decido seguir adelante, subo una especie de escalón y comienzo a caminar por un pequeño corredor con un piso liso hasta la entrada pero antes de llegar me detengo al verla afuera de aquella puerta hablando amenamente con un par de sujetos, miro sus dientes, ¡Vaya sonrisa! La contemplo por unos instantes y creo que por un soplo vuelvo a ser un humano, creo que ladeo mi cabeza al mirarla

– ¡Alicia! – llamo a lo lejos y ella voltea, espero que me reconozca, se me queda mirando y frunce el ceño y extiendo mis brazos un poco a los costados hasta que su rostro se vuelve menos rígido y una expresión de alegría inunda su semblante mientras detallo su vestimenta

– ¡Will! – suelta mientras camina pero comienza a correr hacia mí cuando asiento y la espero justo cuando la canción "Miss you" de Louis Tomlinson comienza a sonar en mi mente, tiene un pantalón negro con una blusa sin mangas azul con algunos adornos, su cabello a la altura de los hombros que oscila de manera seductora al ritmo que corre – Will – al fin llega hasta mí y la acojo entre mis brazos al mismo momento en que damos algunos giros por el impulso y al detenernos aprovecho para oler su cabello y su perfume, ¡Que olor! Siguen siendo particulares de ella, huele tan bien que cierro mis ojos y los recuerdos se vuelven más presentes – Will, Will, Will – comienza a sollozar

– Oye no, tranquila, tranquila – le siseo suavemente y saco un pañuelo pequeño para secar sus lágrimas y comienza a reír cuando me lo quita y se seca ella sola las lágrimas

– Aun sigo siendo la misma llorona de siempre – dice y sonrío con ella

– Aun sigues riendo cuando lloras – la hago reír aún más – "Ríe, eso es bueno, hay que reír para no llorar" – añade recordando mis palabras

– Hay que reír para no llorar, yo rio para no llorar ¿Lo recuerdas?

– ¿Y cómo no hacerlo? – Comento abrazándola de nuevo clavando mi nariz en su cabello castaño que en algún momento fue de otro color – ¿Mejor? – Pregunto

– Un poco – me aparto de ella y comenzamos a caminar hasta donde están aquellos muchachos y me presenta – Chicos él es un amigo se los presento se llama Williams – dice y los saludo dándoles la mano a cada uno y luego de algunas palabras de protocolo Alicia me hace pasar al restaurante – ¿Quieres una mesa en particular?

– Una apartada del resto
– ¿Aun sigues teniéndole miedo a la gente? – Comenta divertida mientras vamos por una mesa alejada
– No es miedo, solo no me gusta estar rodeado de tanta gente – respondo sentándonos sobre las sillas de una mesa cerca de una ventana, el lugar realmente no está lleno
– ¿Quieres algo? De tomar o comer – pregunta bamboleando sus hombros

– Te quiero a ti – suelto y sus ojos que tanto me gustan bajan a mirar la mesa, se ruboriza un poco, y eso me agrada – aun después de todo te sigo queriendo, como prometí – continúe al ver su incomodidad y volvió a verme directo a los ojos pero siguió habiendo silencio, logro ver algo de tristeza en sus ojos – ¿Que?

– No dije nada – comenta y se queda callada por otro rato – te odio – exclama de pronto de manera chistosa

– Vale – respondo y vuelve a haber silencio

– Esto es incomodo – la miro y me cohíbo de una sonrisa

– Quisiera una cerveza y quizás algo para comer tipo abre bocas

SEXO  (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora