Capítulo 11

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El ambiente estaba totalmente en silencio, el cielo tenia un color rojizo combinado con naranja y amarillo, y el sol ya se estaba ocultando. El cuerpo ensangrentado de un joven, tirado en el suelo se hallaba, ante eso otro joven corrió y lo tomo con sus brazos, posicionando su rostro hacia dirección del suyo.

-Acaso ya estoy muerto y tu eres un ángel que vino a llevarme- hablo con mucha dificultad el joven de cabellos rubios, e incluso el mantener sus ojos abiertas era difícil, había perdido mucha sangre, era un demonio aun, pero no era inmortal, su piel estaba mas pálida de lo normal y su cuerpo helado estaba.

El padre al ver el estado de su amado no pudo evitar botar una lagrimas, estaba feliz de volver a verlo, estaba confundido por la apariencia que tenía, y sufriendo porque el chico estaba muriendo, y Tweek ya no soporta mas, ya no tenia fuerzas para seguir manteniéndose despierto y sus ojos terminaron por cerrarse....

-Te amo- 

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-Disculpe padre, ya es muy tarde, debería a su casa a descansar, él estará bien- dijo la enfermera que acababa de entrar a la habitación, y ahí estaba el padre sentado al costado de la cama en donde se encontraba Tweek.

-No, me quedare con él hasta que abra los ojos- sobando y jugando con los mechones rubios contesto, luego miro a la enfermera -no se preocupe- ante esa respuesta la enfermera solo le sonrió y se retiro de la habitación.

Luego de unos segundos sus manos pasaron de estar jugueteando con los cabellos al rostro, acariciando esa piel de porcelana, al ver al detalle la cara del inconsciente rubio, en el rostro del padre una tierna sonrisa apareció -eres demasiado hermoso, tus labios, tu piel tan delicada y esos ojos puros, pareces un ángel caído- rió un poco -mejor dicho un demonio angelical. Luego de ello beso sus labios, se recostó a su lado y cerro sus ojos.

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-Vamos a visitar a Clyde, te sorprenderás cuando lo veas, ya no es el chico bobo e inmaduro de antes- animado comento el padre.

Estaban ambos caminando por una de las calles de South Park en rumbo a la casa de Clyde. Había pasado una semana desde que Tweek estaba internado en el hospital,  hospital que por suerte no fue dañado severamente por el fuego, solo unas zonas eran inhabitables, como ya se había recuperado, los doctores le dieron de alta al rubio, y Craig propuso que visiten a su amigo de la infancia, ya que en esos días, el padre fue a conversar con el castaño, le contó todo lo que paso, obviamente al principio no le creyó y pensó que el pelinegro estaba loco o delirando, pero luego de varios días, lo creyó, incluso sabiendo lo irreal e increíble de los hecho decidió pintarlos, era algo que no podía dejar pasar, tenia que plasmar en sus bellas pinturas tal magnifica historia.

-Tweek- el padre detuvo su andar y mirando directamente a los ojos de su acompañante pregunto -¿Porque ese día estabas desangrándote, acaso tiene algo que ver con que ahora parezcas un humano?

Ante tal pregunta Tweek con una sonrisa en el rostro respondió -Hice lo necesario para ser feliz y valió cada gota de sangre que derrame- en ese momento quería abrazar al padre o por lo menos tomar su mano, pero sabía que si hacia eso y alguien los veía, la gente del puedo seria capaz de lincharlos, sería un sacrilegio o una ofensa imperdonable que un siervo de dios realice tales actos homosexuales y antinaturales; así que solo continuaron caminando rumbo a su destino.

Ambos jóvenes llegaron a casa de Clyde, el cual los recibió con mucho aprecio, ambos eran sus amigos de la infancia, y al ver a Tweek quedo un poco confundido.

-Para ser un demonio aparentas ser muy humano- mirándolo de arriba hacia abajo comenzó Clyde a analizar a Tweek -¿Y los cuernos y los colmillos?-

-Cambien tengo cola y colmillos- respondió Tweek y comenzaron a reírse, mientras tanto el padre mantenía su rostro serio, típico de él.

Todos entraron a la casa, Clyde comenzó a contarle todo lo que había pasado ante la ausencia de Tweek, comenzó a contar como se comportaba Craig y su depresión, y este no pudo evitar sonrojarse, luego les enseño sus pinturas y les pidió al rubio y al pelinegro que sean sus "musas" para una nueva pintura, el primero en negarse fue Tucker, pero Clyde siguió insistiendo, y lo hizo hasta terminar con su paciencia, tanto que termino aceptando. 

Pasaron las horas y Clyde renegaba ya que no sabía que temática podría ser, realizaba bocetos y al rato los botaba, ante ello Craig se aburrió y decidió que otro día continuarían, Tweek agradeció al castaño que decidiera pintarlo, y ambos se fueron, en ese momento a Clyde le vino la idea de que podría realizar la pintura, pero ya era muy tarde, sus modelos ya se habían ido -No importa, igual empezare ahora mismo, sera un regalo- y empezó a trabajar.

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-¿No abra problema que duerma junto a tí? - de forma ansiosa pregunto Tweek -Tu eres un padre, si alguien nos ve- 

Craig puso un dedo en los labios del rubio interrumpiendo lo que iba a decir -Nadie sabrá nada, es nuestro secreto, nuestro pecado- termino esta frase dándole un beso en los labios y tomando su cuerpo con sus manos.

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Bueno el fic esta llegando a su fin, el siguiente capitulo sera el penúltimo u.u estaba pensando hacer un nuevo libro creek pero de puros one shot. Bueno espero le este gustando la historia con sus votos y comentarios me animan mucho, así sean poquitos, esos poquitos me dicen que debo seguir. 

Viva el creek u.u

Guilty Secret (Creek)Where stories live. Discover now