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-Haneul, es hora de levantarse. Debes tomar el desayuno, recuerda que hoy es el gran día -abre sus hermosos ojitos, intentando acostumbrarse a la luz del sol que ingresa por la ventana.

-Papi, no quiero ir -indica, haciendo un leve puchero que, me hace recordar a Joy -. Me da miedo la escuela...

-¿Sabes qué mamá no se sentirá tan orgullosa de ti, si no vas a estudiar? Las niñas son mucho más valiente que los varones, demuéstrale al mundo que eres la mejor -me mira algo dudosa hasta que me sonríe y se sienta en la cama.

-Quiero ser fuerte como mamá. -se acerca hasta abrazarme para luego besar mi mejilla. -Soy una niña fuerte papi, iré a la escuela y me portaré bien.

-¡Así se habla! -exclamo entusiasmado -Recuerda que eres súper inteligente, incluso más que papá -asiente y levanta las capas de la ropa de cama para luego ponerse de pie y comenzar a caminar hacia el baño.

Desde pequeña le enseñé a hacer sus cosas solita, valerse por sí misma y ser valiente. Aprendió a bañarse a los 4 años. Sabe leer, escribir, sumar y restar las cifras de dos dígitos.

También tiene un buen lenguaje y pronunciación y hasta conoce alguna que otra palabra en inglés, como los colores, animales, abecedario y los números.

Me he encargado de enseñarle lo que más he podido para que la escuela no le cueste tanto. Puede qué tal vez sea un error pero Haneul aprende rápido, incluso me sorprende que sólo basta con decirle algo una vez y jamás se le vuelve a olvidar.

Cuando fui a la entrevista con el director de la escuela, le realizaron una prueba de nivelación en la cual se determinó que estaba apta para ser promovida a un grado mayor, es decir, a primero de educación pero me negué de inmediato, quiero que a pesar de todo tenga una enseñanza acorde a su edad, compartiendo con niños de su nivel. No me cabe duda de que su inteligencia está por sobre el promedio, pero sólo espero que viva de manera adecuada cada uno de sus procesos.

Para mí suerte, la escuela cuenta con un programa de horario extendido para los papás que trabajan o estudian y no pueden retirar a sus hijos a la hora de salida principal. Haneul entra a las ocho de la mañana y sale a las dos de la tarde, luego almuerza y continúa en la escuela hasta las seis.

Dicho programa consta básicamente en recreación. Los hacen jugar con otros niños de diferentes niveles y en ocasiones, suelen ver algunas películas o resuelven sus tareas, para que no lleguen a casa con ellas.

Jackson tiene a uno de sus sobrinos en ésta misma escuela y debido a que no tiene mayores preocupaciones (sólo estudia ya que no tiene la necesidad de trabajar gracias a la afortunada situación económica de sus padres); se encarga de cuidar a los pequeños por algunas horas más. Los retira a las seis de la tarde y yo paso por mi pequeña cerca de las diez de la noche, tras salir de la universidad.

Sí, realmente quisiera estar mucho más tiempo con ella. No es nada fácil ser padre soltero, trabajar y estudiar al mismo tiempo. Ella jamás me ha reclamado y se comporta como toda una señorita. Nunca he recibo siquiera una mirada a forma de protesta, es tan sorprendente que no soy capaz de creer lo afortunado que he sido de tener una hija como ella.

Por suerte, los fines de semana son sólo para el descanso, por lo que aprovecho el tiempo que pasamos juntos al máximo. Vamos de paseo, al cine o al parque, donde sea que ella quiera. Vemos películas hasta tarde y comemos toda clase de comida que se nos ocurra. Conversamos sobre el tema que ella quiera, desde el clima, dibujos animados, hasta incluso temas más profundos que me sorprende que sepa a su edad.

Mi vida social es casi nula, por no decir completamente inexistente, pero si me preguntan si soy feliz, no dudaría en decir que lo soy. Porque el levantarme todas las mañanas y ver su rostro, oír su voz, sentir sus abrazos, tocar su cabello, mirar sus ojitos y besar su carita, es lo que más llena mi vida.

If You | VK (Editando)Where stories live. Discover now