BTS Facts.

Him #1

Sus labios - Jimin.

Sus labios. Sus suaves, carnosos y rosados labios. Aquellos que sobre tu piel se sentían como Agua de Mayo después de una gran y fuerte sequía. Sin duda estabas enamorada de Jimin. Sin duda estabas enamorada de sus labios.

Te encantaban sus labios cuando, de repente, cogía tu carita entre sus manos y comenzaba a repartir besos por todo tu rostro: mejillas, nariz, frente, ojos, labios...

Según él, era porque "eras tan tierna que no podía resistirse".

La calidez de sus labios por toda tu cara te hacía sentir amada y que tu corazón palpitara rápidamente.

Os encontrabais recogiendo la mesa después de haber terminado de cenar, hablando de cualquier cosa cuando, en un momento, hiciste un puchero ante algo que él dijo.

"¡Yah!" dijo él de repente, dejando rápidamente los platos dentro del fregadero..- "¿Cómo puedes ser tan adorable, eh? ,¿quieres que me dé un paro cardíaco?,  ¿qué me muera?" -Decía mientras se acercaba a ti.

"¿Pero qué dices?" tú limpiabas la mesa con una bayeta a la vez que soltabas una risilla ante los disparates que decía Jimin tan de repente.

Él se paró delante tuya y, sin darte tiempo a reaccionar, puso sus manos una en cada lado de tu cabeza para comenzar a atacarte la cara a besos.

"¡¡Jimin, para!!" -Apenas podías decir nada por la risa y los constantes impactos de sus labios sobre tu piel.

Finalizaba con un largo y sonoro beso en tus labios.

"Y luego dicen que yo soy adorable... Aigoo, eso es porque no te han conocido a ti todavía." Decía para sí mismo, alejándose y volviendo a sus quehaceres.

Te encantaban sus labios cuando los sentías en tu cuello, de gustando cada punto de tu piel por donde limitaba su recorrido.

Cuando a veces ibas a la compañía para visitar a Jimin o esperarlo para iros juntos, él te arrastraba hasta la sala de ensayos unos minutos para enseñarte las últimas coreografías en las que trabajaba.

Te sentabas con la espalda pegada al espejo, mirando como su cuerpo se movía tan perfectamente, hasta que te fijabas en sus labios: soltaba bocanadas de aire para recuperar el oxígeno que se le escapaba por el ejercicio, dejando su boca entreabierta; cuando paraba la música se acercaba a ti, mordiéndose los labios y humedeciéndolos para controlar la respiración agitada y, por ende, dejándolos rojos e hinchados. Esa imagen y la de su cuerpo todo sudado, mientras se echaba el pelo hacia atrás, hacía que tu corazón se agitara y sintieras mariposas en la zona baja de tu vientre...

"¿Te gusta?" -Preguntó mientras se acercaba y se ponía en cuclillas frente a ti, refiriéndose al baile.

Tú solo sonreías tímidamente, apartando la mirada. En ese momento estabas muy revolucionada como para contestar a eso sin pensar mal.