BTS Facts.

Him #2

Su sonrisa - Yoongi

Su sonrisa. Tu sol en un día de lluvia; tu flor en un campo nevado de invierno; la luz plateada de la luna que te acompañaba todas las noches. Simplemente, su sonrisa.

Te encantaba su sonrisa cuando, mientras os besabais, la sentías formarse sobre tus labios. Ya fuese en medio de un beso apasionado, u otro más lento y dulce, Yoongi no podía evitar pararse un segundo y sonreír, juntando vuestras frentes unos segundos para seguidamente acariciar tu mejilla delicadamente y finalmente tu labio inferior con su pulgar. Tú aprovechabas ese pequeño lapso de tiempo para observar de cerca su cara, con sus ojitos cerrados y su tierna sonrisa ahí plantada.

Después de esto, no tardaba en volver a la acción de saborear tus labios.

Quizá no te decía "te quiero" todos los días, ni todas las semanas... pero esas pequeñas sonrisas que se le escapaban en medio de vuestros besos hablaban por sí solas.

Te encantaba su sonrisa cuando era lo primero que veías después de que Yoongi llegase a casa tras semanas o meses separados por algún tour.

Siempre abría la puerta lentamente y asomaba su cabeza para, como él esperaba, encontrarte a ti ahí de pie esperando nerviosa.

Al entrar en contacto vuestras miradas, en su carita, iluminada por la alegría, relucía su preciosa y tierna sonrisa con sus tan pequeñitos y blancos dientes superiores a la vista, al estar más amplia que nunca.

Pasaba y dejaba las maletas rápidamente en un rincón para enseguida acercarse a ti y abrazarte fuertemente, mientras metía su cara en el hueco de tu cuello, disfrutando del olor de tu perfume, que tanto había extrañado.

"Te he echado de menos. Muchísimo." -decía después de deshacer el abrazo. Su sonrisa aún patente en su rostro, haciendo que tu corazón latiera más fuerte de lo que ya estaba.

"Estoy deseando tirarme a la cama a descansar." -continuó sugerente, cogiendo tu mano para guiarte al dormitorio junto a él.

Te encantaba la sonrisa achuchable que ponía cuando se daba la vuelta y te miraba mientras estabas sentada en el sofá de su estudio.

"Yah"- decía desde la mesa de mezclas.

Al levantar la mirada observabas como tu novio, sonriendo como un tonto, daba suaves palmadas sobre su regazo, señalándote que te sentaras sobre sus muslos.

"¿Ahora?"- te levantabas hacia él, con una inevitable sonrisa.

"Quiero que mi chica preferida escuche esto"- solía decir una vez que ya te habías sentado sobre él, acercando la nariz y sus labios a tu cuello mientras cerraba los ojos, como si en tu cuello encontrara seguridad.

Sus brazos rodeaban tu cintura, acercándote a él.

"Quiero escribir esta canción sobre ti"

Te encantaba su sonrisa cuando tú eras la causante de ella. Nunca buscaste ser graciosa, pero Yoongi no podía evitar esbozar una sonrisa al observar tus dificultades con el idioma coreano.

"Lo has dicho mal"- decía con voz bajita mientras sonreía ampliamente, dejando al descubierto su gummy smile.

"¿Perdón?"

Tu novio, sonriendo con la cabeza gacha, te agarraba de la mano, posándola entre las suyas.

"Nada."

Esos pequeños instantes, aunque no tuvieran una mínima importancia, los guardaba para él como un secreto, almacenándolos en los lugares más recónditos de su memoria, para así, en los tiempos difíciles, acudir a ellos con la esperanza de sentirse mejor. Para volver a sonreír.

Te encantaba su sonrisa cuando, después de darte una ducha, mientras salías del baño con la toalla y el turbante, presenciabas a un bulto tumbado en vuestra cama.

"¡¡Yoongi!!"- decías mientras respirabas aliviada, con la mano en el corazón.

Yoongi, quien estaba boca arriba tumbado, abría los ojos y te miraba desde allí, esbozando una sonrisa al ver la gran cantidad de piel expuesta.

Decidiste proseguir con tu rutina y te dirigiste al armario, para conseguir ropa limpia. Yoongi en todo momento te seguía con la mirada sin poder quitar esa sonrisa pícara de su rostro.

Te agachaste un momento a abrir el último cajón y mientras cogías la camiseta limpia y te ponías en pie otra vez, tu espalda rozó con algo. Giraste tu cabeza, para ver como Yoongi estaba detrás de ti, a la vez que rodeaba tu cintura con sus brazos y posaba dulces y pequeños besos que bajaban desde tu nuca al hombro.

"Estoy enfadado"- decía entre beso y beso.

"¿Por qué?"

"Te has duchado sin mí"- empezó a sonreír frente a tu piel, soltando pequeñas bocanadas de aire. Al mismo tiempo, sus manos se desplazaron a tu toalla, soltando el nudo que la rodeaba a tu cuerpo.

El sonido de la toalla mojada tocando el suelo inundó la habitación.

Su sonrisa. Simplemente, su sonrisa.

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