9. La revolución sexual

1.8K 76 6
                                    

Salí de mi habitación para buscar a Ana y vi que la puerta de la entrada se estaba cerrando. Fui corriendo y la abrí, pero Ana ya no estaba. Su amiga Miriam seguía en la fiesta y me sentía fatal por haber hecho que Ana se fuera sola y de esa manera. La había cagado, no tenía que haberla besado sabiendo que tiene novio. Volví a mi habitación, necesitaba hablar con ella, disculparme, así que cogí mi móvil y la llamé. No contestaba. Insistí varias veces pero sabía que era inútil, así que le escribí por whatsapp.

Ana, siento mucho lo que ha pasado, necesito hablar contigo.
Tampoco respondió al mensaje y no sabía que hacer. Entonces, sin pensarlo dos veces, salí de la habitación y le dije a Ricky que iba a casa de Ana.

Cuando llegué a su casa ni siquiera sabía qué iba a decirle, pero necesitaba hablar con ella. Tuve que llamar varias veces a la puerta para que abriera. Cuando me vio se sorprendió bastante.

- Ana, por favor, ¿podemos hablar un momento? - dije.

Ella se apartó para dejarme entrar en su casa, pero estaba muy callada.

- Ana yo... Lo siento - dije bajando la mirada - sé que tienes novio y que no debí besarte. Siento mucho que te haya molestado, no sé en qué estaba pensando y no quiero que esto estropee nuestra amistad.

- ¿Por qué lo hiciste?

Esa pregunta me descolocó, esperaba que estuviera enfadada pero la verdad es que no parecía estarlo.

- No sé - dije sin mirarla a los ojos.

Ana se acercó a mí y con su mano en mi barbilla giró mi cara para obligarme a mirarla a los ojos.

- Dime la verdad, ¿por qué me besaste? ¿Es por el alcohol?

- No, claro que no, no he bebido tanto.

- ¿Entonces por qué?

Estando tan cerca de ella y con sus ojos clavados en los míos no podía mentirle.

- Porque me gustas.

Ella se quedó mirándome unos segundos como si intentara comprobar que no le mentía.

- Lo sient...

En ese momento ella me interrumpió con un beso. Este beso no era tan intenso como el otro, era mucho más delicado, más bonito.

Entonces se separó y al ver en mi cara que estaba flipando, sonrió con una sonrisa preciosa de las suyas.

- Yo... Yo también siento algo por ti. Es todo muy complicado para mí porque nunca me había gustado una chica, no de esta forma. Y además está Jadel.

- ¿Acabas de decir que te gusto? - dije sonriendo como una idiota.

Ella soltó una carcajada.

- Sí, me gustas. Pero necesito tiempo para pensar, necesito aclararme y sé que esto no es justo para ti pero no puedo hacer otra cosa, no mientras siga con Jadel.

- Lo entiendo Ana Banana, y no tengo ninguna prisa - dije y la abracé. La abracé fuerte y estuvimos así durante algunos minutos.

Entonces me despedí y volví a casa, donde ya no quedaba nadie, solo estaba Ricky esperándome preocupado.

____________________________________

Ana

Esa noche apenas pude dormir, mi cabeza no paraba de darle vueltas a todo lo que había ocurrido. A la mañana siguiente fui a casa de Miriam, que por sus ojeras, parecía que había dormido incluso menos que yo.

Serendipia // WarmiWhere stories live. Discover now