15. Camina

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Me quedé mirando la pantalla del móvil durante unos minutos intentando calmarme. ¿Qué estaba pasando?

Las fotos que me había enviado un número oculto, que ya podía imaginarme de quién se trataba, eran de Ana con Jadel. Un selfie de los dos comiendo y algunas fotos en la calle. Incluso había algunas en las que estaban cogidos de la mano o dándose un abrazo.

Me sentía como una idiota. ¿Realmente Ana sería capaz de engañarme, de volver con ese tío?

Cogí las llaves y salí de mi casa. Me dirigí al piso de Ana y llamé a la puerta. Mientras esperaba intenté tranquilizarme pero era imposible, estaba muy cabreada. Se abrió la puerta y apareció Miriam.

- Hola, Mimi. ¿Qué tal estás? - dijo mientras se apartaba para dejarme entrar en el piso.

- ¿Dónde está Ana? - pregunté bruscamente.

- En el salón - dijo desconcertada.

Entré y vi a Ana en el sofá.

-Hola amor - dijo en cuanto me vio.

Se levantó y se acercó a mí para darme un beso, pero yo me aparté.

- ¿Qué es esto? - dije poniendo mi móvil con las fotos delante de su cara.

Ella cogió mi móvil con el ceño fruncido, y cuando vio las fotos abrió la boca sorprendida. Luego se fijó en el número de la persona que había enviado las fotos.

- Será hijo de puta. Mimi, esas fotos no significan nada...

- Ah ¿no? - interumpí.

- Lo ha preparado todo para hacernos daño. Qué hijo de puta.

- Eres tú la que me está haciendo daño. Me prometiste que no volverías a quedar con él, y aquí estás, de la mano por la calle.

- Te juro que no fue como crees. Es cierto que volvimos a quedar, pero solo para despedirnos.

- Ya...- dije soltando una sonrisa sarcástica.

- Mimi, ¿en serio piensas que sería capaz de engañarte?

- No sé, el otro día os estabais besando, y ahora esto.

Cuando mencioné lo del beso noté que eso le molestó.

- Ya te expliqué cómo sucedió aquello.

- Claro, tú nunca quieres nada con él, no quieres besarle ni volverle a ver, pero mira - dije poniendo de nuevo el móvil con las fotos frente a su cara.

- Mimi yo nunca le pondría los cuernos a alguien, no soy como... otras personas - dijo intentando arreglar lo que estuvo apunto de decir.

- ¿A qué te refieres Ana? ¿Ibas a decir que no eres como yo, verdad? Por lo que le hice a Amaia.

Cuando apartó la mirada noté cómo me invadía la rabia. Sin decir nada más ni volver a mirarla, me dirigí hacia la puerta y salí de allí.

Caminé un rato sin saber a dónde iba. No quería seguir pensando en la discusión, en el gilipollas de su ex ni en Ana. Entré en un bar, me acerqué a la barra y pedí una copa.

- Qué pronto empiezas con las copas, ¿no? No son ni las diez de la noche - dijo de repente una voz a mi lado.

Era Will.

- No es un buen día - dije cortante.

- Ya veo - dijo sonriendo - ¿Es por esa chica, verdad?

En lugar de responder le di un sorbo a la copa dejándola vacía.

Serendipia // WarmiNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ