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"Oh esta ciudad, es tan eléctrica
Desde que tengo la sensación de que no se puede apagar.

(Somos un desastre, somos un fracaso y nos encanta)."

-"Dog is Dead",
   The Glockenspiel son.

A veces, la sensación más normal de estar conectada o sentir empatía hacía la otra persona es algo que los humanos tomamos muy a la ligera, a veces, hay un pequeño número de personas que carece de estas sensaciones.

A personas como Dean y Kaydence simplemente se les vuelve difícil que tú le agrades, o que a ti ellos te agraden.
Así que ellos usaban una máscara frente a todo el mundo, ellos podían convertirse en lo que quisieras.

Pero esa noche fue distinta.

Ella había vivido aproximadamente un año entero en Santa Monica y jamás había entrado a este parque de diversiones, y ahora, estaba abierto fuera del horario normal, abierto y en funcionamiento sólo para ellos.

-Dean Ear Gillum- éste le sonrió- ¡¿Cómo hiciste para que lo abrieran a estas horas?!

-Y sólo para nosotros- le recordó Mike.

-¡Y sólo para nosotros!-exclamó Ky.

-Cariño, no creerás lo que uno puede obtener por ser uno de los raperos más innovadores y prometedores de este año- la tomo de los hombros y la empujó suavemente hacía la entrada- Y esto va para todos. -los apuntó uno por uno-Llegan a romper algo y lo pagan.

Entonces, la noche/madrugada fue una de las más alucinantes y divertidas que jamás habían tenido.
Dean, él sólo se encargaba de fotografiar cada risa de la muchacha.

Eran casi las seis de la mañana y todos se encontraban al rededor de un carrito de perritos calientes en una plaza que encontraron luego de caminar y caminar.

-¡Kaydence!- la llamó Jay-Jay- ¿Qué le pones tú a tu hot-dog?

La chica que estaba siendo cargada por Dean frunció el ceño.

-¿Hot-Dog?

Matt se pegó en la frente y negó con la cabeza.

-Espera, si sabes lo que es uno ¿Verdad?- Kaydence parpadeó varias veces y se acercó al oído del castaño. Dean asintió con una mueca.

-Oh ya saben, Hollywood suele lavarte el cerebro- se burló Ross

-De hecho, ella uh no puedo comerlos ese es el problema y uh-Kaydence se acercó y le volvió a susurrar- Oh y les agradece desde ya que no insistan con el tema ya saben...-Kaydence sonrió incómoda- Ser modelo es algo duro a veces.

Todos sonrieron con malicia, en especial Matt.

-Oh cariño, que lástima que esta noche no seas modelo- dijo Will, Kaydence bufó.

-Quiero verte intentarlo-murmuró Dean.

0-0

Era el tercer hot-dog que la chica devoraba y sólo necesitó un poco de vodka para acompañarlos.
Los chicos habían decidido darse un chapuzón y ella muy felizmente los observaba mientras tomaba algunas fotografías de ellos, y alguna que otra selfie, por supuesto.
Aún traía el sobretodo de Dean y su  escandaloso vestido rojo, sólo que ahora iba descalza y su labial era historia.

Ni siquiera había notado cuando todos salieron del mar, y ahora tenía a seis chicos que pesaban prácticamente el doble intentando darle un abrazo "grupal".

Ella quedó empapada y ni siquiera había querido meterse al mar.

-¡Ugh me la van a pagar, idiotas!-les gritaba mientras iba lanzando bufidos hasta llegar al Mercedes y encerrarse en él sola, con su botella de vodka.

Obviamente ellos la siguieron, y obviamente la convencieron de salir y ver juntos el amanecer.

-¿Quieres escuchar algo nuevo?-le preguntó Dean mientras la tomaba de la cintura, se acercó hasta quedar a centímetros de ella y la besó apasionadamente. Se escucharon silbidos y aplausos por parte de los chicos, el se separó y sobre sus labios susurró -Hay un lugar al que tenemos que ir.

-¿Recuerdas aquella fiesta en la terraza Kay?-le preguntó Jay-Jay

-

Las calles del Sunset Boulevard estaban desiertas, sólo un modesto Mercedes transitaba a toda velocidad.

Los chicos iban detrás.
Aún no podían adivinar como hicieron para entrar todos en un mismo auto.
Todos cantaban a todo pulmón y nadie jamás notó cuán excesiva era la velocidad con la que Dean conducía.

Llegaron, sanos y salvos, al complejo de viejos departamentos.
Todos estaban demasiados ebrios para subir las escaleras así que subieron hasta la terraza por el ascensor.

-No puedo creer que estemos aquí.-murmuró Kaydence. Casi podía verse tirada a un costado de la piscina fumándose un cigarro aquel día de su cumpleaños. Hace casi tres años atrás- ¡Debemos hacer una fiesta!-exclamó.

Todos los chicos decidieron ignorarla y se sentaron al borde de la piscina.
Comenzaron a fumar algo de marihuana.

-Kay, pequeña- la llamó Will- Ven aquí cariño, estás demasiado hiperactiva.

Ella rodó los ojos y se acercó de todos modos.

-Ustedes son unos aburridos- refunfuñó mientras tomaba el cigarro entre sus dedos

-Mañana hace  seis de la muerte de mi padre- murmuró Dean. Estaba al lado de Kay y su vista estaba clavada en el agua.

-Él...-Kay tomó por fin coraje y preguntó- ¿Cómo es que murió?

-Le pegaron un tiro cuando se metió en una balacera de dos bandas enemigas.

-Santo Dios...¡¿Porqué hizo eso!?-preguntó horrorizada.

-Intentaba salvar a un niño.-murmuró él y sus ojos cristalizados chocaron con los de Kay- El hijo del jefe de la banda enemiga.

-Dean yo...

-Kay, creo que es mejor dejarlo-murmuró Mike

-Por eso está seguro- terminó Matt- Nadie jamás tocaría al hijo de una leyenda.

Sin embargo, Dean no recordaba a una leyenda, recodaba a un hombre totalmente ausente, que sólo se presentó luego de años, para meterlo en sus sucios negocios .

-Oigan...-murmuró Mike- ¿Sigue en pie lo de la fiesta?-todos dirigieron sus ojos al muchacho de cabello rubio y desordenado.

Esa noche se embriagaron y bailaron hasta que los pies dolían casi tanto, como sus corazones cada vez que recordaban sucesos del pasado.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2018 ⏰

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James DeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora