Mes Adrinette

1. Esconder

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Domingo primero de abril.

***

-En serio, niña.-reprochó una chica de cabellos cobrizos con el ceño fruncido, como una madre frustrada.- No pierdes la cabeza porque la llevas pegada al cuerpo, Marinette.

La de cabellos azules se talló la cara con verdadera angustia. Su diario estaba perdido y no podía pensar correctamente debido a ello. Estaba casi segura de que había guardado su diario como todos los días en su pequeña caja, pero al terminar las clases no estaba ahí.

Buscó en todas las partes en las que había estado ese día y no apareció por ningún lado.- Te juro que lo guardé.-le mostró la caja vacía.- Puedo ser descuidada, pero sabes que esa es la única cosa que jamás perdería.

No quería ni imaginar que su querido diario estuviera en manos de Chloe, o fácilmente podría despedirse de su dignidad y orgullo de por vida.

-Lo habrás dejado en tu casa.-respondió Alya, con los puños en la cintura. Quería mucho a la franco-china, pero la desesperaba de sobremanera verla de arriba abajo por perder cosas.

Marinette suspiró cansada. Tal vez sí que lo había olvidado en su casa y no lo recordaba; lo único que le quedaba era ser un poco positiva. Pensar en que esa libreta estaba en la seguridad de su habitación la hizo sentir mejor.- Entonces será mejor que me apresure, no voy a estar tranquila hasta ver mi libreta.

Ambas chicas salieron del salón de clases, manteniendo una rápida conversación sobre comunicarse cuando cada una estuviera en sus casas y entonces todo el ruido cesó. Todo menos el escándalo que el corazón de Adrien Agreste protagonizaba.

-Ya se fue.-confirmó Plagg quien, en una de sus nuevas travesuras, había tomado el cuaderno de secretos de la chica a quien él siempre llamaba "Lady Cookies" por su usual olor a vainilla y harina.

El blondo suspiró aliviado. No se habría sentido tan asustado si su pequeño amigo no lo hubiera sorprendido con la novedad de la semana.

-Robaste su diario.- gritó en un susurro aterrado. Estaba escondido detrás de uno de los últimos escritorios del aula y no sabía cómo había logrado esquivar por tanto tiempo a su amiga.

Aferró con ambos brazos la libreta a su pecho.- No robé nada, solo lo tomé prestado unos minutos para esconderlo. Esa niña se veía demasiado sumergida esa esa cosa, seguro cosas muy interesantes están escondidas ahí.

-¿Cómo siquiera sugieres que lo leamos?-preguntó, entrando en pánico total. Tenía en sus manos los más grandes secretos de Marinette Dupain Cheng y Plagg hablaba de ello como si fuese la cosa más superflua del mundo.

-¿Me vas a decir que no quieres leerlo?-cuestionó la pequeña criatura con una sonrisa malvada.

-Por supuesto que no.-se defendió Adrien.

-¿Por qué no lo devolviste entonces? Pudiste haber dicho que lo encontraste por ahí y ella te habría creído completamente.-contrarrestó el kwami, burlón. Había dado en el clavo.

Las orejas del modelo se pusieron rojas de la vergüenza.

Abrió la libreta. No haría daño un vistazo.

Palabras: 500
Mes Adrinette

¡Hola! Aquí les tengo una dinámica súper bonita de la que me enteré gracias a @Alex-Sol
Espero se unan a esta actividad.