Mes Adrinette

2. Juego de azar

Gaming/ Juego de azar.
Lunes dos de abril

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-Deja de estar de dramático y hagamos esto.-comenzó Plagg cuando vio a su portador, encogido en su cama por la indecisión.- Será literalmente un juego de suerte, yo pondré un objetivo. Si le das, abrimos una página al azar y entonces leemos. Si fallas, devolvemos la libreta.

-Tu no lo entiendes.-se quejó el modelo, cubriendo su rostro que ardía por la pena que sentía en ese momento.- Acabo de averiguar qué ella es Ladybug y tú quieres seguir husmeando.

Plagg negó con la cabeza, como si todo aquello resultara fatigante para él cuando era un asunto completamente sencillo.- Tienes en tu poder la libreta donde no solo Ladydug escribe sus cosas más personales sino también donde la panadera relata su día a día. Podrías leer algunas cosas y que todo esto valga la pena o quedarte con la duda de las cosas que pudiste haber descubierto si no fueras tan moralista.

Si lo pensaba bien, todo lo que el pequeño ser de la mala suerte decía era cierto. Bien podría mirar más, pero era tan moralista que no podía hacerlo.

-No quiero leer los secretos de Marinette, ella no merece eso, es demasiado linda con todos y sus cosas solo deberían pertenecerle a ella, por algo escribe todo esto.-se puso de pie.

-Entonces juguemos, que sea la suerte la que decida que es lo que debe suceder.-dijo de nuevo Plagg. Tomó una pequeña pelota con la que Adrien se desestresaba a veces y la dejó en la mano derecha de su portador. Posteriormente voló hacia un lugar alto, donde colocó un pedazo de su amado Camembert.- Ya sabes cómo funciona esto, niño. Si le das, lo leemos, si no, lo devolvemos.

El muchacho de verde mirar observó la pelota en su mano con duda. Debía por lo menos intentarlo, porque si que quería leer más pero no encontraba el pretexto para invadir la privacidad de su hermosa amiga. Podría escusarse con el típico: "Vi mi nombre y no soporté la curiosidad", pero no había visto su nombre en la media cuartilla que había logrado leer antes de entrar en el impacto de descubrir la verdadera identidad de Ladybug y suponer que pudiera estar escrito en alguna parte del diario sería muy egocéntrico.

-Muy bien, un solo tiro.-anunció el chico, apuntando sin mucho ánimo.

Lanzó la pelota y cerró los ojos. No escuchó más que un solo golpe y entonces abrió la magnificencia que tenía por ojos y descubrió la pelota en algún rincón de su alcoba y a Plagg comiendo el queso que había caído al piso.- Casi tocó tu suelo, pero lo salvé antes de que eso sucediera.

El rostro del joven palideció.

Le había dado.

-Solo una hoja.-pidió Adrien, con las palabras agotándose en su garganta. Tendría la nueva oportunidad de saber algo nuevo que nadie más sabría de ella, nunca.- Esto es horrible.

-¡Vamos, mocoso! Ni que se lo fueras a contar a alguien más.

Él asintió y abrió el diario con delicadeza en una página cualquiera.

"El perfume de Adrien huele tan bien <3"

Palabras: 500
¡Hola! De nuevo por aquí, con Plagg siendo un pollo de nueva cuenta.
Espero les guste mucho.