12. Amuleto de la suerte

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Le gustaba la pulsera que ella le había dado, no solo porque era un símbolo de amistad ni tampoco por sus colores, porque de hecho los colores eran bastante femeninos, sino por la gran cantidad de buena suerte que le brindaba.

En su examen de chino, había obtenido un sobresaliente, y todo gracias a la confianza que llevar esa pulsera le brindaba. 

Cuando tenía miedo sobre alguna misión o sentía que necesitaba un apoyo moral extra, la usaba.

Cuando sentía que extrañaba más que nunca a su madre, se la colocaba porque, ese detalle, le hacía recordar el gran amor que Emilie Agreste les profesaba a él y a su padre.

-Cuando usas esa cosa, siento que te enamoras más de Lady Cookies.-comentó Plagg mientras masticaba su preciado queso apestoso. No podía dejar de comentar lo extraño que se comportaba su portador cuando veía la pulsera que aquella chiquilla de cabello brillante le había obsequiado.

-¿Qué cosas estás diciendo, Plagg?-se apresuró a comentar el muchacho, acariciando suavemente las cuentas que adornaban la pulsera.

-Solo señalo lo obvio, o es que acaso ¿Debo recordarte lo que sucedió en la mañana?

No, no era en lo absoluto necesario que se lo recordara, porque tenía tan grabado lo ocurrido que difícilmente en el futuro podría olvidarlo.

Enfrentó a su padre, por primera vez hiso acopio de todo lo que sentía y le habló de sus sentimientos a su padre, porque él no quería ser el joven modelo. Solo quería ser el joven de 17 años que era y vivir con plenitud esa juventud.

-Cuando habías comenzado a flaquear, solo bastó con que tomarás esa cosa y tu ánimo se renovó. Cómo al chico de esa caricatura que tanto te gusta. El inútil de cabello verde que no tenía Particularidad.-flotó por toda la habitación, disfrutando del clima fresco.

-Es Deku, de My Hero Academia.-corrigió el rubio, posicionandose de diferente forma.- y no es un inútil.

-Se parece a ti, ¿No lo crees?-dijo Plagg, mirando a su portador con una sonrisilla sabionda.- Un chico con un don heredado por tener buen corazón, que debe convertirse en un símbolo, siempre dispuesto a meterse en la vida de los demás con tal de ayudar.

Adrien rió.- ¿De esa forma me percibes?

El kwami asintió en repetidas ocasiones y continuó.- incluso te enamoraste de alguien demasiado tímida y apasionada como él.

- Uraraka no es tímida.-mencionó el rubio.

-¿Quien hablaba de la chiquilla de cara redonda? Yo lo digo por el chico mitad-mitad.

-Deja de ver el yaoi en todas partes.-se carcajeó el muchacho, tomando de nueva cuenta la pulsera para amarrarla a su muñeca.

-El punto es que, te enamoraste de ella y tú pareces no notarlo, lo cual me intriga porque todos mis portadores suelen ser medio ciegos.

El de ojos verdes sonrió. No tenía miedo de decir que Marinette le gustaba, tenía miedo de que al decirlo, esas palabras ya no bastarán para definir lo que sentía por ella y en ese momento estaría jodido.

- Ay, mi TodoDeku se hace cada día más real en la versión live action.- suspiró encantado el pequeño ser, robándole una sonrisa al modelo que seguía contemplando aquel amuleto. Un amuleto que llevaría siempre.





¡Doble shipp al precio de uno!
Hola, espero que todos se encuentren muy bien.

Últimamente sentía que tenía que hacer mención de mi amor por el TodoDeku, así que fui una chica cool y lo mezclé un poquito con mi hermoso Adrinette, así que espero les guste.

Un beso enorme.

Mes AdrinetteWhere stories live. Discover now