9. Celoso

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No le gustaba para nada la sensación que estaba instalada en su pecho.

Ella solía decir cosas, que tiempo atrás le parecían un poco tontas, sobre los celos. Chloe decía que era como si hubieras tomado largos tragos de vodka y aunque fue gracioso al principio, ahora lo entendía...

¿Por qué Marinette ahora era tan cercana a Luka? Y sobre todo ¿Por qué demonios eso lo inquietaba tanto?

Siempre se creyó alguien seguro de sí mismo, al menos acerca de sus cualidades y en su apariencia. Sin caer en el papel de Chat Noir, se decía a si mismo todas las mañanas que era alguien atractivo y estaba bastante feliz de haber tenido los ojos de su madre, pero justo en ese momento lo único que no sentía era confianza, porque el color, aunque artificial, que el hermano de Juleka usaba era realmente llamativo y podría decirse que hasta genial.

-Si sigues mirándolos así, alguien va a darse cuenta de que el perfecto Adrien Agreste está comiéndose las uñas por los celos.-comentó en broma Kim, codeando al modelo, pero este último no apartó la mirada de la pareja que reía sin sentido, a su parecer.

-No me gusta.-gruñó como un niño pequeño al que le acaban de quitar su juguete preferido.- Creí que me agradaba su hermano, pero ahora lo veo y me dan ganas de patear cosas.

El más alto rió con verdadera diversión, siendo testigo de lo que el denominaba "Apestoso olor a celos" unos muy fuertes, por cierto.

-Mi amigo, me temo que a menos que tú me digas que Marinette te gusta no entenderé porque apestas a celos.-comentó el muchacho, sabía que ellos se estaban volviendo cada vez más cercanos y que su amiga sentía grandes cosas por el rubio, pero hasta donde tenía entendido Adrien solo la veía como a una muy buena amiga.

-Ella como que me gusta.-dijo de pronto, abriéndole la boca al bronceado.- si, como que me gusta mucho.-estaban saliendo palabras sin que pudiera detenerlas y su conciencia le gritaba que parara pero no podía hacer nada.

-Bueno... entonces sí que tienes un punto.-Kim ya no sabía que decir, no se esperaba ningún tipo de frase así pero la obtuvo sin esfuerzo.- creo que deberías dejar de mirarlos, no vas a conseguir nada con ello.

Adrien suspiró con pesar, apartó la mirada con los ojos de cachorro pateado más auténticos que el más grande había visto. Quiso reír por la inseguridad que el modelo estaba sufriendo porque para todo el mundo eran más que obvios los enormes sentimientos que la futura diseñadora tenía por él, sin embargo ahí estaba Agreste menor, sufriendo porque Marinette tenía un nuevo amigo.

-¡Hey, Marinette!-gritó de pronto, logrando que los hombros del de ojos verdes se pusieran rígidos. Él no podía ver las expresiones de la pareja que antes miraba como acosador, pero aun así la vergüenza fue tan intensa que se manifestó hasta en sus orejas.

-Adrien va a invitarnos a comer hamburguesas al salir de clases.-gritó Kim.

-¿A si?-respondió con una pequeña sonrisa la de cabello azabache y con verdadero interés.

-¿A si?-preguntó también el mencionado, sin creer lo que estaba pasando. Kim le estaba consiguiendo una cita.

-Sí, será divertido. Vino generoso hoy y creyó que sería genial si fuéramos a comer nosotros tres juntos.

La de coletas asintió con una tímida risita.- Entonces los veo a la salida.

Kim le sonrió a Adrien con confianza.- Toda tuya, güerito. Me debes una.






Ha pasado tanto tiempo y ya ni siquiera es abril o principios de mayo, pero espero les guste mucho. 

Por cuestiones escolares desaparecí, pero estoy en esto de encontrar un nuevo ritmo para publicar, así que tengan paciencia a mi horario. 

Gracias por sus votos.

Mes AdrinetteWhere stories live. Discover now