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- ¡Taehyung! - Un hombre rubio le demandó acaparando su atención y la de Hoseok.

- Namjoon... -

- No conforme con que llegas tarde tienes el descaro de perder el tiempo aquí. - Le regaño ignorando la presencia del pelirrojo. - ¡Anda al camerino que ya sale Jungkook! -

- Lo sé, lo siento solo estaba-

- No me interesa que estabas haciendo. - Le cortó. - Anda atrás dije, que esa cuota no se va a cubrir sola. - Namjoon dio la vuelta, yendo hacia otras mesas.

-¿Cuotas? - Una vez el ambiente parecía mucho menos tenso, Hoseok preguntó.

- Debo irme... - Susurró el castaño evadiendo y dándole una última mirada. - Un gusto, "Hombre Heterosexual que asiste a un bar gay" -

-No estoy aquí por mi voluntad propia. -

- Lo sé, eso dicen todos, adiós. - El pelirrojo vio al otro perderse entre la oscuridad y la gente, se alzó de hombros con falsa indiferencia y dio otro trago a su botella de agua, recargo su codo en la mesa y su rostro en su mano, revisó la hora notando que habían pasado dos horas desde que perdió a Yoongi y no había rastro de él.

Decidió regresar a la barra, al menos si Yoongi volvía lo encontraría ahí.

- Vaya, volviste. - Canrurreó el bartender y Hoseok lo miró mal. - ¿Cuál es tu nombre? -

- ¿Porqué te lo diría? -

- Porque tú me preguntaste el mío hace un momento y te respondí. - Obvió alejándose un momento para atender a otro cliente.

- Me llamó Hoseok. - Jin aún sin mirarlo sonrió.

- Bien Hoseok, ¿Qué haces en un bar gay a estás horas de la noche sin querer beber ni buscar compañia? - Resbaló por la mesa otro pequeño trago y Hoseok le dio un empujon rechazandolo. - Solo es Wisky. -

- Espero a un amigo, tal vez lo conozcas, viene aquí cuatro noches a la semana y gasta todo lo que tiene. -

- Pues hay varios que encajan perfectamente en esa descripción. - Hoseok tomó todo el trago de un solo sorbo.

- Dame más, esta vez pagaré. -

...

Haciendo caso omiso a la orden de Jimin, Yoongi se quedó en la habitación revisando minuciosamente las pertenencias del otro; los artículos en el tocador, la lencería en su maleta y varias cosillas más.

Se sentó en el sofá, suspirando y tratando de ignorar el hecho de que Jimin seguramente estaba follando con otro hombre que no era él.

Estaba perdido, y lo sabía muy bien. Sabía que no importaba que tan insistente fuera Jimin no lo tomaría encerio, y Yoongi no quería pasar su vida trabajando como loco, horas extra y días feriados solo para tener la cantidad suficiente para cubrir la cuota de Jimin por toda una noche y así solo lo asistiera a él.

Había roto la única regla que había entre los dos incluso antes de saberla, porque su lío con Jimin no era reciente y no pudo evitar sentirse encariñado apenas lo conoció.

Cuando Jimin no tenía más de diecisiete años, y era un niño asustado he inexperto.

Oh sí, Yoongi aceptaba ser un maldito depravado al pagar la cantidad suficiente para tomar la virginidad del chico cuando Namjoon se lo presento como nuevo y puro en el club.

Escucho música en el fondo y supo que el espectáculo del creído de Jungkook estaba por comenzar, ¿cómo no saberlo?, venía desde hace cuatro años y también fue testigo de los inicios del dios de Olímpo Jungkook.