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-¿Mal? Dios, Erick, el traje es hermoso, te ves esplendido-me dijo zab acercándose a mí.

-Te ves increible-musitó Joel, como un escultor admirado de su propia obra.

-¿Dónde encontraste el traje?-me preguntó, maravillado.

-Pues, Joel... me ayudó a encontrarlo-admití, aunque debería de haber dicho, "Joel lo eligió"

-¿En serio?-se sorprendió zabdiel- No tienes mal gusto, Joel-dijo y rió.

-Gracias.

Me sentí muy observado así que decidí hacerle fiesta al traje que zabdiel usaba.

-Tu traje es... precioso-dije—Gris , claro.

-¿Te gusta?-preguntó zabdiel.

—Claro, te queda estupendo-reconocí.

A decir verdad, eeltraje era bastante sencillo, sí, pero zabdiel tenía ese no sé qué que hacía lucir cualquier cosa que se pusiera, aun así fuera la prenda más horrible del mundo.

-Entonces, creo que tenemos los trajes-dijo, satisfecho.

Le sonreí, tímido.

-Zabdiel, no tengo con qué pagarlo-dije, el precio del traje no era para nada barato.

Zabdiel explotó en risas.

-No seas tonto, Erick, yo los voy a pagar-me dijo.

-¿Qué? No, no, no-negué con la cabeza.

-Claro que sí, y no quiero protestas. Anda, cámbiate para ir a pagarlos-me empujó hacía el vestidor y él cerró la cortina, corriéndola de un tirón.

Me miré al espejo, ahora me sentía peor; zabdiel era un excelente amigo, ¿y cómo le pagaba yo? Enamorándome de su novio.

Suspiré y decidí no pensar en ello, ¿para qué me hacía más daño? Me despojé del traje y lo doblé sobre mi brazo, para salir cuando ya estaba vestido con mi ropa.

Zabdiel pagó ambos vestidos y aproveché para agradecerle a Joel la ayuda.

-Gracias, por elegirme el traje-dije y le sonreí de una forma desconocida para mí.

-Por nada, me alegra haberte ayudado.

Me le quedé mirando, justo como él a mí.

Su mirada cafe era como una canción romántica en mi alma, de esas canciones que te hacen desear bailar bajo la luz de la luna.

—Joel, Erick-nos llamó zabdiel y nos hizo apartar la mirada del otro-. Vámonos-sonrió.

Me dio la caja del traje y Joel cogió la suya para llevarla él, luego se giró a mí.

-¿Te ayudo?-se ofreció.

-Claro-dije y le di la caja.

Salimos de la tienda, y zabdiel cogió la mano de Joel para caminar hasta su Hybrid.

El fierecillo se enfureció por ver el entrelazado de dedos entre ambos.

De pronto, deseaba al menos confundirlo, que alguna parte de su cerebro formulara mi nombre junto a una remota posibilidad... al menos.

Pero al instante de que me percaté de aquello, me retracté velozmente.

Esto no debería de estarme pasando.

Sacudí la cabeza como queriendo deshacer esos pensamientos y decidí ignorar a todo aquello que el fierecillo me gritaba, aun así yo estuviera de acuerdo.

El chillido del tocino sobre la sarten caliente tronaba en mis oídos y el aroma que éste desprendía hacía que mis tripas se quejaran de hambre.

Apenas había conseguido sobrevivir ayer, tenía que admitir que me dolía bastante el corazón verlos reír y abrazarse, y ni hablar de cómo se me partía el corazón cuando se besaban.

Manual De Lo Prohibido/Joerick [Adaptación] ||Terminada||Where stories live. Discover now