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Miré los mimos que Joel y Zabdiel se hacían y me sentí mal, sin hablar del ya tan lastimado bombeador de sangre bajo mi pecho.

Chris me codeó y me hizo señas para que nos fuéramos de ese lugar.

A ambos nos lastimaba.

Le tomé de la muñeca y le dirigí hasta mi habitación.

Cuando cerré la puerta entonces supe que la atención de ambos estaba en nosotros.

Lo último que quería era que Zabdiel y Joel pensaran mal acerca de mí y de Christopher, pero tenía el corazón demasiado adolorido como para detenerme a pensar en otra cosa.

Chris se sentó en mi cama y yo me quedé recargado a la puerta.

Ambos nos miramos por un largo instante, como si nos comunicáramos con los ojos.

Hasta que él rompió el silencio.

—Me imagino que te divertiste mucho—dijo.

—Como nunca—admití y me retiré de la puerta para sentarme a su lado—. ¿Y qué hay de ti? ¿Por qué estabas con Zabdiel?

Sonrió.

—Bueno, al no encontraros aquí, me llamó a mí, y tú sabes que no desaprovecharía alguna oportunidad para estar con él y tampoco iba a dejarlo solo—confesó.

Me tumbé sobre la cama, suspirando.

—¿Te confieso algo?—musité.

Chris se giró sobre su asiento y me miró desde arriba.

—Dime.

—Amo a tu hermano—susurré, como si ellos pudieran oírme.

Chris rió.

—Cuánto lo siento—me palmeó la pierna, cerca de la rodilla.

...

Conforme pasaban los días, la culpa no desparecía sino que, por el contrario, iba aumentando.

Caminé por las calles que ya conocía para llegar hasta el laboratorio de fotografía de los Alexander, donde se encontraba una de las pocas personas que sabían comprenderme y apoyarme.

Aunque esta vez hablar con yoss no sería tan sencillo ya que Richard me acompañaba.

Se ofreció en seguida que me encontró en el pasillo del edificio y supo que me dirigía aquí.

Le miré.

—¿La invitarás a salir?—pregunté.

—¿Crees que diga que sí?—dijo, nervioso.

—Por supuesto que sí—reí.

—¿Crees que le guste?—preguntó.

—Eso... averígualo hoy—dije.

Cuando llegamos Richard se plantó detrás de mí, como un niño totalmente tímido pero los ojos avellana de yoss chispearon al verle.

Me hice a un lado para no obstruir su vista y la sonrisa entre ambos decía más
que mil palabras.

Me aclaré la garganta, haciéndome notar.

Yoss me miró al instante.

—Oh, Erick, hola. ¿Nuevas fotos?

Le sonreí, dándolo por hecho.

Les di la oportunidad a Yoss y a Richard de hablar y esperaba a que Richard realmente la invitara a salir, mientras que yo me encontraba revelando las fotografías.

Manual De Lo Prohibido/Joerick [Adaptación] ||Terminada||Where stories live. Discover now