5. Libres

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Volaban sobre el mar helado y los glaciares, Mérida e Hiccup eran guiados por Valka sobre Brinca Nubes.

—Y... ¿Cómo acabaste en la flota de Drago?—preguntó finalmente el de ojos esmeralda mientras volteaba a ver a la pelirroja.

—Sólo... volábamos sin rumbo fijo hasta que unas de las redes nos atrapó y ambas caímos al mar—explicó encogiendose de hombros.

—¿De dónde eres?—Esto a Mérida comenzaba a parecerle un interrogatorio, claramente Hiccup no se había conformado con su respuesta.

Debía improvisar.

—Soy de un pequeño pueblo Escocés—No era una mentira al fin de cuentas.

—¿Y a dónde ibas?—siguió el castaño sólo para llegar al tema deseado.

—No lo sé—negó levemente-. Lejos de lo que me ata, supongo.

—¿Y qué es lo que te ata?

Mérida frunció el ceño y con una sola mirada le hizo saber que eso no era de su incumbencia. Aunque también sintió un poquito de culpa al ella estar en el medio de aquél inesperado descubrimiento de su madre, y ser testigo de conversación que posiblemente a ambos le hubiera gustado tener a solas.

—Lo lamento, a veces soy un poco curioso—murmuró apenado mientras desviaba la mirada.

—¡No, está bien! Es sólo que prefiero no recordar eso—admitió finalmente, algo cohibida.

Luego de un momento de silencio, él volvió a hablar tomando totalmente desprevenida a la joven.

—Bueno, si aún no sabes a dónde ir, Berk sería el lugar perfecto para ustedes—expresó señalando a la pelirroja y su dragón—, allí tenemos de todo, establos con nidos para los dragones, comederos, dentista...

Ella pestañeó algo atónita por la oferta, miró al frente y lo pensó unos segundos. Ya había prometido quedarse con Valka, pero tal vez las cosas cambiasen ahora que ella encontró a su hijo y decidía volver con él.

—Tal vez—sonrió Mérida.

Ambos voltearon a sus espaldas para darse cuenta que eran seguidos por casi todo el nido, miles de dragones volaban a sus espaldas.

—¡Oye, creí que íbamos a comer!— exclamó Mérida sintiendo como su estómago rugía.

—¡Eso aremos, sí!—aseguró Valka con una sonrisa mientras Brinca Nubes se volteaba de cuerpo completo para tener cara a cara ambos Furia Nocturna.

Valka les indicó a ambos bajar la mirada y ver lo que había en el mar. Tres dragones marinos se alejaban dando paso a nacer el imponente y protector Salvajibestia, y de entre sus fauces volaron peces. Era como la lluvia soñada de todo dragón. Miles y miles de diferentes pescados caían y los dragones a sus espaldas no tardaron en ir a por ellos.

Los ojos de Hiccup y Mérida no podían estar más abiertos, maravillados y atónitos. Aquello era simplemente increíble. Valka comenzó a carcajearse de felicidad, adoraba sorprender a ambos jinetes.

Nightshade no esperó el consentimiento de su jinete y se lanzó a buscar uno, mientras ésta le gritaba que fuese más despacio. Por otro lado Chimuelo esperó a que Hiccup le permitiera ir a comer, el cuál con un simple ademán de manos hizo que el dragón se lanzara a la búsqueda.

—¡Cuidado Nightshade!—gritó Mérida al ver que casi se estrellaban contra un Cremallerus. El dragón de ojos azules hizo caso omiso y siguió en su desesperado intento por atrapar a todos los peces que pudiera y más.

BRAVE DRAGON ━━ mericcupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora