Capítulo 3. Weird is okay

797 56 15
                                    

»Harry

¿Qué carajos acabo de hacer?

-Tú no pierdes el tiempo, Styles - Justo cuando acabé mi lamada, pasó junto a mí Roger, un miembro nuevo de los de seguridad, que se habían multiplicado para el tour. El hombre había entrado en confianza bastante rápido, quizás demasiado para mi comodidad. No lo habíamos hablado, pero tenía la impresión de que el resto se sentía igual. No me gustaba mucho su compañía, puesto que me trataba como lo que leía sobre mí en los medios, el Harry Styles que la prensa había creado. Y yo no era así en absoluto, muy pocas personas me conocían realmente como Harry y solamente Harry.

-¿De qué hablas? - Ya se disponía a seguir su camino cuando le respondí. Volvió sobre sus pisadas sonriente, como si conociera algún secreto sobre mí y ya no tuviera que ocultarlo más con él.

-Venga, no te hagas el desentendido, muchacho - Su puño dio en mi hombro y deducí que no medía muy bien su fuerza. Esperaba que ninguna de nuestras fans se sobrepasase con él, o acabaría magullada.

-Eh... vale - Rasqué mi nuca al tiempo que componía una sonrisa con la esperanza de que diera por terminado nuestro intercambio.

No tenía tiempo para discusiones o para ponerme de malhumor: Annie llegaría dentro de muy poco y yo era un verdadero desastre en el interior.

Era demasiado tarde para llamarle de nuevo y cancelar. No me lo perdonaría jamás, ni ella ni yo mismo, por ser tan cretino y haberla ilusionado para luego retirarme. ¿Si ya estaba arreglándose? ¿Le habría contado ya a sus amigas? ¿Habían dado saltitos mientras gritaban y reían nerviosamente como las chicas en las películas?

En qué me he metido.

**

El lobby fue vaciándose conforme la gente llegaba y se retiraba a dormir, o en cambio, dejaban sus llaves y salían. Por mi parte, había subido a mi habitación del hotel y malgastado la última hora caminando cual fiera enjaulada. Y no había resuelto nada. Annie llegaría de un momento a otro y ni siquiera sabía qué iba a decirle. ¿Con qué intenciones estaba citándola? ¿Con qué intenciones creía ella que estaba haciéndolo? Nadie de este mundo era capaz de responder eso.

Procuraba no lanzar miradas hacia la puerta giratoria de cristal, a sabiendas de que los paparazzis se aglomeraban allí listos para devorarme con sus flashes enceguecedores. Era bueno que Annie fuese corriente para que no llamase su atención al entrar.

Y en cuanto me hube distraído con la correa de mi reloj pulsera, alcé la mirada de casualidad y me encontré de improviso con su presencia recién cruzada la entrada. Miraba hacia izquierda y derecha escaneando el lugar en mi búsqueda. Me sonreí ante lo indefensa y temerosa que se veía a la distancia... Me sentía grande y protector a comparación.

-Oh, por fin - Dijo nomás alcanzarme con la mirada mientras caminaba en su dirección - Comenzaba a dudar de que todo fuera una broma de muy mal gusto.

-No puedes quejarte ¡Tú también me has hecho esperar! - Le sonreí y compartimos sendos besos en las mejillas.

-Lo siento - Se disculpó bajando la mirada y me reprendí interiormente porque lo primero que le dije fuera una estúpida acusación. Que yo no me entrenaba para idiota porque daba clases por mi cuenta - ¿Y qué haremos?

-Bueno, yo... eh ¿Te gustaría que cenáramos aquí? - Señalé el gran comedor iluminado a unos metros, donde unas cuantas personas cenaban. Todo tenía un aspecto muy elegante y formal. Ella arrugó la nariz mirando en dirección a la refinada gente que se hospedaba en el costoso hotel.

-No creo que encajemos muy bien allí, ¿Tú crees? - Observó hacia el suelo, donde mis botas oscuras se enfrentaban a las suyas. Mis piernas enfundadas en pantalones negros con las rodillas rasgadas estaban justo en frente de las suyas dentro de unos jeans azul claro. Estaba en lo cierto, no íbamos con el ambiente del lugar.

-¿Y si vamos a por una pizza? - Ofrecí mirando mi reloj para comprobar que no fuese demasiado tarde, aunque apenas habían pasado diez minutos.

-¿Has visto la horda hambrienta de fotografías que te espera en la entrada, Harry? - Preguntó alzando las cejas. Bum, mi segundo plan desbaratado. Ya no me quedaba otra idea que sentarnos en el suelo del lobby a mirar videos de Youtube en mi iphone.

-Vale, no ha sido la mejor idea. Acepto cualquier sugerencia - Me encogí de hombros escondiendo las manos en los bolsillos traseros. No tenía otra alternativa que decirle la verdad.

Se lo pensó un poco. Parecía deliberar si decirme o no lo que pensaba.

-¿En qué habitación estás alojado? - Preguntó de repente. Vaya, no me lo esperaba.

-Quinto piso, habitación 210 - Respondí luego de dudarlo un momento. Con tantos viajes y tantos hoteles, tendía a confundirlo todo.

-Quédate aquí.

Obedecí; me quedé observándola con los ojos entrecerrados. La vi caminar como de puntillas hasta el recepcionista, hablar un poco y señalarme. Les saludé con la mano cuando voltearon hacia mí. Entonces el muchacho tomó una llave del colgador y se la entregó. Ella la tomó para luego caminar nuevamente con su andar ligero, directamente hasta el asensor. Me quedé allí quieto como si me hubiera vuelto tarado. Annie dirigió la mirada hacia mí y me llamó con la mano. Leí un "¿a qué esperas?" en sus labios y apuré el paso. ¿Qué estábamos haciendo?

Subimos al ascensor con algunas personas que fueron abandonándolo gradualmente y ya en el tercer piso estábamos solos. Por el rabillo del ojo, observé que ella se dedicaba a mantener la vista a frente, clavada en los números de los pisos y reprimiendo unas risas. Aquello descartaba cualquier aspecto sexual que pudiera tener la situación. Era más como si fuéramos a robar caramelos de la cartera de su madre que otra cosa.

-¿Los chicos hacen pijamadas? - Preguntó como de la nada, haciéndome reír.

-Eh... algo así. Pero desde luego no son como las de vosotras las chicas.

-¿Y tú cómo sabes qué pasa en las pijamadas de chicas? - No pudo seguir conteniendo las risas y yo la seguí. No recordaba haberme sentido tan infantil y despreocupado con alguien a quien hubiese citado a cenar.

-Bueno... no lo sé - Admití riendo - Las películas son de gran ayuda. ¿Qué tanto puede hacer un grupo de chicas en pijama para que no pueda imaginarlo?

-Oh no - Se golpeó la frente con la palma de la mano - Creo que ninguna hace esas cosas de las películas. No nos maquillamos, peinamos, ni pintamos las uñas... eso suele acabar en desastre. Tampoco andamos por ahí en bragas como creéis los chicos.

-¿Ah, no? - Alcé una ceja - ¿Qué hacéis entonces? ¿Magia, tejer, criar abejas?

-Ya verás - Dijo viendo que la pantalla del ascensor marcaba el cinco y las puertas se abrían para nosotros. Solo le seguí la corriente hasta mi habitación, no muy seguro de lo que fuese a pasar a continuación - Estás cordialmente invitado a una pijamada conmigo, aquí mismo, Harry Styles. Pero si tienes algún mejor plan, yo entenderé que...

-¿Bromeas? Es como abrir la cámara de los secretos.

-¡Enemigos del heredero, temed! - Exclamó completando la cita de Harry Potter en la que había pensado.

El plan era extraño, pero extraño estaba... bien.

-----------------

¡Hola!

Bien, como disculpa por mi tardanza aquí está el capítulo. Pretendo actualizar más rápido, pero no me decidía quién narraría esta.. "primera cita" o lo que sea(?

Espero les haya gustado y prometo que el siguiente será más emocionante!

Gracias por votar y comentar, ya saben que todas las acotaciones son bien recibidas :)

Este cap va dedicado especialmente a XxNiallHeroxX porque es un amor y adoro sus comentarios, gracias por el apoyo <3

Muchas gracias por leer! xx

-Ana Paula ❀

Pd: H makes my heart skip a beat.

Idol Zoned (h.s) // 2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora