Capítulo 2. Call.

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»Annie

Apenas podíamos creer que todo había acabado. Nuestro deseo se había cumplido frente a nuestros deslumbrados ojos en un visto y no visto. En este momento, todo lo vivido en el par de horas anteriores se me antojaba como un borrón, difuso... como recordar un sueño.

–No quiero volver a vivir después de hoy, la vida ya no me llama la atención – Dijo Pipper tirándose con toda su anatomía sobre la cama del hotel. Lo cierto era que vivíamos lejos de la ciudad donde realizaban el concierto y poder llegar había sido toda una hazaña que hasta unos meses atrás nos habría parecido inconcebible.

–Ha sido el mejor día de la existencia y nada va a superarlo – Añadió Faith tirándose al suelo con aire dramático, pero sin poder evitar sonreír.

–Solo nos queda mañana... y luego volveremos a la normalidad. Este domingo será como mi último día – Bárbara nos miraba sentada en su cama con las piernas cruzadas. Yo era la única que aun no llevaba pijama, puesto que todavía me faltaba bañarme.

And we danced all night to the best song ever! – Eveline nos daba un muy animado concierto desde la ducha y podíamos oír su voz haciendo eco en los azulejos húmedos.

–Guardémosla en el armario cuando salga – Propuso Molly poniendo a cargar su móvil en el único enchufe libre que quedaba, bajo una mesita de noche. La habitación estaba llena de aparatos cargándose en todos los enchufes existentes.

–Todavía siento como que mañana me levantaré y nada de esto habrá pasado. Y me sumiré en depresión – Confesé apoyada contra el marco de la puerta y la vista perdida – Me volveré una vieja solterona que nunca superó su primer concierto de One Direction.

–Yo iré a visitarte y llevarte sopa – Molly se ofreció aun desde abajo de la mesita. Las sombras que proyectaba la luz de la lamparita y su precaria vista no la ayudaban.

–Creo que por fin he logrado sacarme el sudor de los cientos de chicas con las que me he codeado – Anunció Eveline recién salida del baño, enfundada en su pijama morado y con los finos cabellos goteando. Me hizo una seña hacia el baño con el dedo pulgar y me adentré sin decir una palabra, deseosa de volver a sentirme limpia.

–¡Pero no quiero restregarme el abrazo de Harry! – Me quejé asomando la cabeza desde el baño lleno de vapor.

–¡Que te bañes! – Faith me lanzó su almohada, la cual esquivé por los pelos – Te garantizo que si te quedas con ese sudor, no vas a recibir otro abrazo de nadie, nunca más.

No rechisté, sabedora de que llevaba toda la razón. Volví a mi tarea de darme el baño, aprovechando que nadie me corría por ser la última. Tomé todo el tiempo que quise.

Al salir, todas estaban agrupadas en la cama de Bárbara, mirándome inquisitivamente como cuando los niños son incapaces de mentir.

–¿Qué os pasa a todas? – Pregunté mientras secaba mi cabello con la toalla blanca – ¿Qué es lo que escondéis ahí?

–¿Quién le dice? – Pipper miró a todas mordiéndose el labio inferior tan fuerte que se le volvió blanco allí donde sus dientes hacían presión. Nadie le respondía – ¿Todas juntas? –A la una... – Contabilizó Faith.

–A las dos... – Eveline se tapaba los ojos.

–¡Decidme, desgraciadas! – Les aventé la toalla húmeda, sin poder contener mi gran ansiedad – Como no me digan, les lanzaré la ropa sucia.

–Lou me ha pedido el teléfono y acabo se recibir una llamada – Bárbara dijo todo de golpe, dejándome totalmente fuera de combate. Era de no creer que mi mandíbula no tocara el suelo.

–¿De... Lou... Teasdale? ¿Lou... la única Lou? – Necesitaba la confirmación antes de hacerme falsas esperanzas. Ella me dedicó un asentimiento que provocó un total desmoronamiento de todo en mi interior – ¿Y qué te dijo? ¡Habla! ¡Por Dios, ahora tienes su teléfono, me va a dar algo!

Ellas solo me contemplaban sin dejar se sonreír. Por un momento, sentí que me perdía de algo...

Mi móvil vibró y cayó desde la mesita de noche. El estribillo de Happily fue amortiguado por el alfombrado del suelo. Le ignoré olímpicamente, sin quitar la mirada de las chicas.

–¡Contesta! – Me apuró Faith, haciéndome señas con las manos. La música seguía sonando.

–¡Y un cuerno, tienen que contarme sobre el llamado! El que sea puede esperar.

–No hasta que atiendas – La resolución de Molly comenzaba a asustarme.

Puse los ojos en blanco y caminé hasta el teléfono dando un resoplido. No conocía el número dado en la pantalla, pero igualmente me puse al habla. A ver si luego no querían contarme...

–¿Diga?

Estaba segura de que hubiera respondido a esa voz estando dormida, inconsciente, bajo el agua o incluso muerta:

–Hola ¿Annie? Oh, claro que eres tú. Verás, soy Harry-

El móvil se me había resbalado de entre los dedos. Rebotó a mis pies, pero nada me hizo reaccionar.

Bárbara bajó de su cama y lo puso en altavoz, sobre la mesita. Harry ya no hablaba.

–Bueno, si estás ocupada...

–Disculpa, ¿Podrías repetirme lo que has dicho? Se... eh... tuve problemas con la señal – Las cinco se rieron desperdigas por la habitación, atentas al sonido del auricular.

–Que... si podíamos vernos aquí en mi hotel, esta noche. Aunque quizás estés cansada, yo entiendo que tú...

–¡Sí!

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¡Hola! Vale, hasta yo me he sorprendido actualizando tan rápido...

Quería que vieran un poco lo que le pasaba a Annie, porque a lo largo de la historia iré intercalando sus POV's.

Espero les haya gustado, muchas gracias a las chicas que votaron y comentaron, ¡me hacen muy feliz!

Como ya dije, todo lo que quieran poner en comentarios es bienvenido :) (lo de los chistes toc toc iba en serio jajaja)

Besos y gracias por leer! xx

                           -Ana Paula

Pd: H's smile makes my heart melt.

Idol Zoned (h.s) // 2015Où les histoires vivent. Découvrez maintenant