Capítulo 12: Una larga noche

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Volvían andando. Estaban dos amigos de él, él y ella. Llegaron a la moto de sus amigos y ella se desconcertó. Si ella no estuviera ¿cómo pensaban volver ellos tres en una moto? Pero no le dió más importancia, porque él se quedaba con ella, y era todo lo que ella necesitaba en el mundo. Su alrededor ya la daba completamente igual.

Él la acompañó al "servicio" en la playa. Y ahí se quedaron, horas hablando, riendo, llorando, abrazándose...para el resto del mundo puede que fuese mil veces mejor estar de fiesta, pero ella no habría cambiado esas horas por absolutamente nada.

Él de vez en cuando miraba el móvil, había quedado que vería a la otra chica esa noche, a ella le dolía ese gesto, pero estaba ahí con ella, y se le olvidaba rápido.

Después de unas cuantas horas decidieron hablar qué hacían. Ya que ella vivía a 50km de allí y no tenía cómo volver a casa. Ella le dijo que volvía en autobús, él le dijo que no la iba a dejar sola a esas horas. Entonces...mientras salían por un caminito de madera de la playa, él la rodeo con su brazo. Fue la primera y única vez que hizo algo así desde que se conocieron, es probable que él ni siquiera lo recuerde, ni se diera cuenta de su gesto. Y puede que sólo fuese consecuencia de los litros de alcohol, pero...para ella fue el gesto más bonito que nadie la había hecho nunca.

Fueron caminando hasta casa de él, cogieron el coche y la llevó a casa. Esa noche para él no fue demasiado bien, ya que dice que se perdió medio concierto, y tuvo que conducir habiendo bebido para llevarla a casa en mitad de la madrugada, pero para ella, os aseguro que por muchos años que pasen, jamás va a olvidar un solo segundo de todo lo que pasó.


Un juego del destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora