"¿Por qué el? Pude haber pensado en algo más como Snowy talvez pero tenía que ser el, no entiendo esto..." en eso pensé cuando de mi boca salió su nombre, no quise dar más vuelva al tema y estuve a punto de irme pero digamos que algo capto mi atención tanto como para olvidar mis propios problemas, una pelea. Cuando baje la mirada, vi que en el callejon se encontraban tres tipos, parecían que golpeaban un saco de basura con aquella facilidad o eso pensaba hasta que se veía desde esta altura que un brazo sobre salía, como si intentarse alejarlos. Sin pensarlo dos veces baje lo más rápido que podía, deje mis cosas arriba por la prisa, mientras seguía corriendo la ira y la rabia me dominaron por completo, "no dejare que pase algo así de nuevo" gritaba en mi cabeza.
Al correr por todos los pacillos tropecé con alguien, causando que tirara todas las hojas que tenía el en la mano –Perdón –recogí todas aquellas hojas, al terminar seguí corriendo hasta llegar a las escaleras –. ¡Ah! Auch...
Olvide por completo el tobillo, al bajar con tanta velocidad me caí de las escaleras por el dolor del tobillo, intente pararme no podía, solo pensaba en aquella persona, "de seguro está pidiendo ayuda, tal y como yo siempre lo hacía".
–Esto no es nada –me levante del suelo y seguí caminando, era insoportable el dolor pero no tanto como para detenerme, baje las escaleras por completo, ya llegue al primer piso, solo un poco más, solo un poco más...
– ¡VAMOS, GRITA! –es lo primero que escucho, cuando llegue al callejón me encontré con esos tres y aquel chico estaba completamente destrozado. Vi su rostro, la sangre de su nariz mancho por completo aquella camisa blanca, su cabello era un completo desastre, sentado contra la pared mientras escupía sangre, "¿por qué el?" me pregunte de nuevo.
– ¡DEJENLO EN PAZ! –grite sin embargo ellos solo voltearon y se acercaron a mi lentamente.
– Vaya, si es la chica nueva – ¿la que menciono Cloe? – pregunto uno de ellos –. Vaya no pensé que era tan famosa.
–No te lo tomes tan a la ligera, Cloe es mi chica, por lo tanto te daré tu merecido por haberla tratado así –otro estúpido hablando de mierda –. ¿Crees que me importa? –me aleje de esos tres y me acerque a Adrián.
–Vete de aquí...no seas tonta –no planeaba dejarlo solo, tome su brazo y lo cargue de la misma que él siempre lo había hecho conmigo –. ¡HUYE! ¡ESTO NO QUEDARA ASI, COBARDE!
Deje a Adrián a un lado sentado, di la vuelta y me pare en frente del tipo que lo llamo cobarde –No te contengas –al decir eso se quedaron perplejos los tres, lanze el primer golpe.
–Maldita perra –seguí golpeado a aquel tipo, los otros dos solo se quedaban mirando, prácticamente no sabían que hacer (ventajas de ser una chica) –. Te dije que no te contengas, esto no es nada.
– ¡Estás loca! – golpee su rostro con más de diez puñetazos y por fin reacciono, se puso encima de mí, no paraba de darme bofetadas y desde el otro lado se escuchaban sus gritos.
– ¡CRISTINA!
