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El libro tenía un azul intenso como portada, era bastante atrayente para mí, quise darle un par de ojeadas y poder saber de qué trataba sin embargo me di cuenta que la puerta de la enfermería se abría lentamente, pude notarlo por los rechinidos que la puerta realizaba, reaccione al instante y me encerré en aquel pequeño cuarto, al cerrar la puerta, todo estaba oscuro, no podía ni siquiera ver mis manos pero en una parte de la puerta, un pequeño agujero hacia que la luz entrase, asome mi rostro al agujero para ver quién era el que había entrado, solo podía ver la cara de Maira mientras dormía, parecía bastante agotada, al mismo tiempo por fin vi las piernas de alguien, se encontraba en el otro lado de la cama, podía ver al mismo tiempo la cara de Maira hacia mi dirección y a su atrás se encontraba aquel tipo, parecía que él se acercaba a ella, muy silenciosamente, quise ver quién era el tipo más el agujero no era lo suficientemente grande como para poder ver más que las piernas.

Sus manos empezaron lentamente a tocar su cabello hasta las mejillas, por un momento pensé que era un pervertido tratando de tocarla, cuando estuve a punto de abrir la puerta para detenerlo, Maira había despertado, el tipo retrocedió al instante, ella no noto que él estaba bastante cerca de ella, me quede ahí sin hacer nada más que observar, me sentí como una acosadora o algo parecido, "¿Por qué me tuve que esconder?" , me preguntaba en la cabeza, fue solo una reacción, una costumbre, creo...

–Hola, llegas algo tarde –decía Maira mientras volvía a sus cinco sentidos –. Mmm... ¿has visto a Cristina? Ella estaba aquí. –preguntaba ella al mirar a todos lados en la enfermería.

–No, cuando llegue no había nadie aquí – me quede en completo silencio, quise salir y decir "estoy aquí", pero no sería buena idea, pero antes de eso, la voz de aquel tipo provenía de Adrián...

– ¿Te volviste a caer? –preguntaba Maira mientras se levantaba de la cama, se paró en frente de él, justo como en el hospital, como aquel día que lo vi a los ojos –.Si, esta vez no me fui directo al hospital. – decía él mientras sonreía y se despeinaba, desde lejos se notaba lo nervioso que estaba.

Es algo lindo...

Pensé, "pero esa clase de sonrisa sonrojada nunca será para mí", sacudí mi cabeza para bloquear cualquier raro pensamiento que me venía a la mente, pero en ese momento una de mis manos choco con algún libro, lo cual hizo que se callera al suelo, aquellos dos lo escucharon y Adrián se acercó para ver que era, me sentía nerviosa, mi corazón parecía que explotaría en cualquier segundo.

*Rin Rin*

–Déjalo Adrián, ya tocaron – Adrián estaba a solo unos milímetros para abrir la puerta y poder verme, se alejó junto con Maira, los dos al retirarse de la enfermería cerraron la puerta y se fueron, Salí de aquel pequeño cuarto y sentí como si hubiese acabado de correr un maratón completo, me toque la frente y estaba ardiendo, me mire a uno de los espejos de allí y vi mi rostro, estaba roja, la frente, la nariz las mejillas estaban algo rojizas, intente tomar otra pastilla que Maira me había dado.

SIN PALABRASWhere stories live. Discover now