Habíamos llegado a la calle, donde se encontraba la casa, la lluvia se había detenido, Snowy se había quedado dormido en mis brazos y yo ya me encontraba caminando hacia la casa, el maestro, mas bien Jacob estaba afuera, al otro lado de la calle viendo que entrara a la casa sin problema. Al entrar a casa lo primero que vi fue a Emily correr hacia mí con un rostro de preocupación, las niñas estaban en la sala viendo la tele y en ese mismo momento veo salir a mi padre de la cocina, Snowy salió brincando de mis brazos ya que el abrazo de Emily lo había despertado; mi padre apaga el televisor y le dice a las niñas algo, ellas se pararon del sofá y se fueron arriba, luego de ello él se acerca a nosotras, Emily se detiene de abrazarme y él se acerca a mí, me abraza de la misma manera que el solía hacerlo.
¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que él había abrazado de esa misma forma?, incluso el día que él se había ido de la casa, él no se había despedido de mí, me había despertado y el ya no estaba en casa, él se había esfumado, creo que eso ya no importa, eso fue hace años...
Cuando me dejo de abrazar, me pidió que no volviese a desaparecer de la nada, Emily se había retirado, lo más probable es que nos dio para tener un momento juntos, mientras subía las escaleras el desde abajo grito mi nombre.
- ¡Cristina!
- ¿si?
-Descansa -su rostro se había llenado con una sonrisa, una contagiosa -Si, papá.
Al llegar a mi cuarto, lo primero que hice fue suspirar y después quitarme mi ropa mojada, estaba completamente empapada, al hacerlo fui al baño para tomar una ducha, antes de tomarla me mire al espejo, las heridas habían cicatrizado y los moretones habían disminuido, y el tobillo a no me dolía para nada, me sentí más calmada, hasta que...
-Tus heridas siempre sanaban rápido, es porque tu cuerpo estaba acostumbrado -apareció su voz de nuevo, lo ignore por completo y seguí viéndome al espejo pero al voltear escuche un pequeño susurro.
-Existen diferentes formas de lastimarte -me quede perpleja por unos segundos, luego escuche toques que provenían de mi puerta, Salí del baño abrí la puerta del cuarto, era Diana, en sus brazos tenia cargando a Snowy vestido con ropa de bebe -. Aquí tienes a tu gato, ahora no tendrá frio -me quede callada y agarre a Snowy -Gracias, por la sombrilla Diana.
-No es nada, papi siempre dice que siempre hay que cuidar de la familia.
Al terminar de decir ello, ella salió de la casa y se fue directo a su cuarto, yo cerré la puerta y me quede pensando en ello, lo que ella había dicho, tome la ducha y ya estaba a punto de acostarme, me senté en la cama mientras jugaba con Snowy y por mi mente cruzo la palabra "familia".
-Vaya... ¿oíste eso Snowy? Al parecer somos parte de una familia -dije al gato que se encontraba lamiendo sus patitas y quitándose aquel lindo biberón.
