SIN COLORES

35 4 2
                                    

                                                                                                     27

Llevamos caminando por más de media hora, y continuaba lloviendo, en mis dos brazos llevaba cargando a Snowy mientras que el profesor y yo compartíamos de aquella sombrilla roja; justo cuando planeaba irme, mi sombría había sido destruida por una ráfaga de viento a causa de la lluvia por lo que decidí ir con el profesor... o mejor dicho con Jacob.

Durante el camino, pude sentir como Snowy temblaba entre mis brazos, temía a que se enfermará, abrí mi suéter y cubrí a Snowy con el, prácticamente estábamos compartiendo la misma sudadera. Me sentí incomoda todo el tiempo y creo que el también, no sabía qué hacer, por lo que me quede callada sin decir una palabra sin embargo ese incomodo silencio se fue rompiendo poco a poco –Ese gato es muy importante para ti ¿verdad? –con la cabeza asentí y volvió a hablar –. Yo solía tener un perro pero pasaron los años por lo que él murió hace poco –no entendía a qué quería llegar el pero le seguí la corriente o eso intente.

–Era inevitable, supongo –dije –. Los años desgastan a cualquiera.

Él se me quedo mirando, yo pretendí no darme cuenta de ello, por lo que mis ojos solo se centraban en las gotas que caían – ¿Cómo encontraste a un gato de diferentes ojos? – él se dio cuenta de los ojos de Snowy, uno era un amarillo intenso y el otro un azul mucho más claros que los de Adrián –. En una caja, a punto de morir –dije mientras mi mirada seguía observando la lluvia caer.

Yo había encontrado a Snowy, tres años atrás, un día al que consideraba normal en aquel entonces, nada tenía sentido para mí, talvez exageraba o acaso era normal tener debajo de tu uniforme moretones que no desaparecían ya que el dolor persistía día tras día, ir a la escuela y regresar a casa era mi rutina, ella me tenía controlada y yo lo permitía; en una mañana quise acabar con todo "¿Cómo?", no tenía ni la más mínima idea, después de clases decidí quedarme en medio camino en la calle, esperando algo, "¿Qué", no lo sé, y seguía ahí parada, esperando algo que me ayudara a desaparecer, caí rendida al suelo, cansada ya que mis piernas estaban tan lastimadas como para mantenerme parada, ese día grite como nunca antes, grite y grite y grite, esperando algo, cuando y ya no tenía voz para gritar, baje la mirada y mis ojos veía el suelo, dos gotas cayeron al suelo, y seguían cayendo mas, estaba llorando, me tape los ojos y seguí llorando y a la vez gritando aun y cuando mi voz ya no se escuchaba, cuando me detuve mire hacia el cielo, no había un cielo en el que me pudiera respaldar, solo nubes grises, de pronto escuche una maullido, uno muy leve, provenía de una caja que se encontraba a diez pasos de mí, me acerque a la caja, quite los papeles y la basura que se encontraban encima de aquel sonido... había un gatito, muy delgado, inofensivo y lastimado, pero cuando me vio se paró y me miro directo a los ojos, sus ojos azules como el cielo que nunca había visto, había empezado a mover su cola cuando mis manos se acercaban a él para cargarlo, me quite la sudadera, debajo de ella estaban mis moretones y alguna cicatrices, se encontraban descubiertas pero no me importaba así que con ello cubrí aquel gatito y lo lleve conmigo a casa.

Desde ese día, los colores eran más intensos que antes, lo que pensaba de desaparecer se cambió con un querer estar lejos, lejos de aquí.

SIN PALABRASWhere stories live. Discover now