❝ Baby Lips ❞ Reddie ©

❦Chapter nine

➳Aviso: smut:)

➳Omnisciente

Hoy, llegaba el bocazas a Derry cosa que a Eddie lo tenía sumamente emocionado, moría de ganas de estar con Richie y hostigarlo con amor.

Estaba en el supermercado haciendo unas compras para el hogar cuando un mensaje lo hizo tomar su teléfono ágilmente. Eddie sonrió al ver el destinatario.

Mensaje de Richie Tozier.

"Hola bebé, no tienes idea las ganas que tengo de pasar todo el día contigo, ver películas, comer y pasar una grandiosa noche, te quiero listo con la ropa que me gusta, por cierto... hoy quiero que utilices el babero que te compre y que te cuelgues el chupón rosado con lentejuelas, oh, y las medias azul cielo, te amo, llegó en 45 a tu casa, Eddie Spaguetti.

Nunca lo olvides😘."

Eddie sintió cómo de repente sus mejillas comenzaron arder como llamas, miró hacia sus lados cuidando que no haya sido visto.

Llevo las cosas a la caja, pagó y arranco el auto hacía su casa.

Bajo todo lo comprado, lo dejó en el comedor rápidamente y se dirigió totalmente emocionado hacia su habitación, le gustaba, le gustaba el fetiche de su bocazas, al principio lo veía extraño pero últimamente lo había pensado y le había comenzado a tomar el gusto.

Saco de la bolsa todo lo que habían comprado aquella vez en la sex shop, chupones, biberones, diversos tipos de calzoncillos estilo bebé, medias de casi todos los colores e incluso baberos.

Optó por vestirse con unas medias de red azul cielo que llegaban a mitad de su muslo, unos calconzillos blancos con holanes que hacían lucir su trasero más pronunciado, una playera ombliguera con la frase "spank me, daddy." En color azul cielo, y para finalizar se colgó un chupón con lentejuelas plateadas bastante bonito.

Se tomó unos segundos para apreciarse en el espejo, a Eddie le gustaba como lucía, se sentía travieso y sexy, la mejor sensación era que eso hacía satisfacer a su bocazas, sonrió por lo bajo mientras miraba lo bien que lucía de esa manera.

Se sentó en la cama esperando impacientemente a Richie, mientras movía su pie izquierdo en señal de desespero, el ruido de su puerta sonó. Era Richie.

Eddie sonrió plenamente mientras se miraba algo apenado los pies, si, le gustaba como lucía pero aún sentía un poco de pena cuando el bocazas lo miraba de ese modo, aunque la realidad era que a Richie le fascinaba ver a Eddie vestido de esa manera tan sumamente provocativa.

— Eddie, bebé... —susurró Richie, cargando el cuerpo del menor, Eddie enredó sus piernas en la cintura de Richie como si de un bebé se tratase.

— Te extrañé, Daddy, te extrañé. —musitó Eddie mientras robaba un travieso beso de los labios de él de lentes. Richie rió.

— Y yo a ti más, Ed, estos dos días no deje de pensar en ti ni un solo minuto. —Richie besó el cuello del menor haciendo que este soltara un leve gemido.

— Oh Dios, Rich, no sabes como te extrañé y te deseé. — musitó Eddie extasiado.

— Oh, cariño, quiero follarte. —susurró Richie con cierta pizca de deseo hacia el asmático.

El de lentes acostó a Eddie en la cama, se tomó unos segundos para mirar como lucía con esa ropa, a Richie le fascinaba.

— Te ves tan jodidamente bien, Eddie Spaguetti, me encantas. —se abalanzó a los labios de Eddie introduciéndose ambos en un profundo beso lleno de deseo y amor.