Capítulo 10.

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Años después...


Un Louis de 21 años de edad fue despertado de su sueño por una música muy fuerte que provenía del piso de abajo. Se sentó en el borde de cama, parpadeando un par de veces para regular la vista y luego frunció el ceño ante el ruido tan molesto. Al mirar el reloj, se dio cuenta de que apenas eran las 5 de la mañana, y su alarma para ir a la universidad todavía no sonaría hasta dentro de diez minutos. "Diez preciosos minutos de sueños desperdiciados", pensó.

Salió de su cuarto y bajo las escaleras, encontrándose con su "rommie" Stan, quien estaba muy tranquilo viendo la televisión con el volumen demasiado alto.

—¡Stan! —Louis le grito, tratando que su voz se escuchara entre todo el escándalo. Él vivía con Stan en esta casa rentada desde que inicio la universidad, hacia ya tres años. Había decidido dejar de ser dependiente de su familia y cambiar de aires finalmente, lo cual le había venido muy bien. Estudiaba actuación, estaba en el equipo de futbol de la universidad, aunque a veces ayudaba también con el club de actuación -también dirigido por los estudiantes de la carrera de actuación-, y tocaba el piano de vez en cuando en fiestas prestigiosas que se llevaban a cabo en la ciudad. Todo iba bien, aunque, todavía sentía que le faltaba algo para estar completamente feliz— ¡Stan! — tomo el control del televisor, apagándolo.

—¡Oye! ¿Por qué lo apagas? — Stan volteó a verlo, enojado.

—¡Vas a despertar a todos en el vecindario! ¿Por qué tienes la televisión a un volumen tan alto?

—Para empezar el nuevo semestre con toda la actitud, por supuesto— Stan le dijo, orgulloso de sus acciones.

Louis rodo los ojos. —Bien por ti, pero esa no es razón para hacerle creer a los vecinos que Lady Gaga está dando un concierto en nuestra casa. ¡Vamos a recibir quejas por ruidos!

—¿Y eso que importa? — Stan rio, pero luego se detuvo, como si hubiera recordado algo importante— ¡Oh, es cierto! La señora Stone me dijo que hoy llegaban los nuevos vecinos, ¿no es genial?

—Supongo— fue lo único que pudo decir, ya que su corazón se encogió un poco. La única casa del vecindario donde había decidido vivir que estaba disponible para compra o renta, era la casa donde vivía Harry cuando era niño. Había sido habitada un par de veces, pero los inquilinos terminaban dejándola a los pocos meses. Incluso él pensó en mudarse ahí como primera opción, pero Stan lo convenció de mudarse en la que estaban viviendo ahora mismo— ¿Sabes quiénes son?

—No, ni idea— Stan negó con la cabeza— Aunque, dijo que uno era más o menos de nuestra edad, así que seguramente vaya a la universidad de Doncaster con nosotros.

—Sí, lo más seguro...— escucho como su alarma despertadora comenzó a sonar, indicando que los 10 minutos en los que hubiera podido seguir durmiendo, habían pasado— Como sea, me alistaré para el día. Haz lo mismo, ¿sí? Luego puedes fingir que estas en un concierto de Lady Gaga.

Stan le dedicó una sonrisa, para indicar que haría lo que Louis le dijo y finalmente el ojiazul nuevamente subió a su cuarto. Stanley Lucas y Louis habían sido amigos desde la educación primaria, y sus caminos apenas se habían vuelto a juntar hace apenas tres años, cuando ambos estaban buscando un lugar en donde vivir en sus años de universidad.

Louis se ducho y cambio lo más rápido que pudo, para poder bajar a desayunar. Desde su habitación en el piso de arriba, podía oler el desayuno que Stanley estaba preparando.

—¡Louis, tal parece que ya llegaron los vecinos nuevos! — Stan grito lo suficientemente fuerte como para que Louis escuchara, pero no como para recibir quejas por ruidos— ¿Por qué no vas a saludar? Debemos ser unos vecinos amables.

Querido Niño Bonito De Los Ojos Azules... {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora