Butterfly [Park Jimin] +18

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Pov Jimin.

Dos meses habían pasado ya desde la primera vez que conocí a Eliza, ella, una chica la cual me había sorprendido realmente. Diferente de lo que yo me había imagino, ella había superado mis expectativas realmente. Eliza era una chica bajita, su estatura la hacia parecer tierna, sus ojos almendrados y su cabello castaño, el cual había crecido un poco mas en estos meses. Su sonrisa que parecía brillar y esos hoyuelos, los cuales se le formaban tan solo sonreía. Ella era preciosa, tanto que enamoraba... entonces, ¿Por qué me siento tan confundido?

Ella me había preguntado que éramos, estaba confundía y yo también, yo solo sabía que sentía algo, pero no quería lastimarla mas de lo que su magullado corazón ya lo estaba. Así que no daría ningún paso mas hasta estar completamente seguro, al menos hasta después de hoy.

Me había enterado hace unos días que hoy sería el cumpleaños de Eliza, ella cumpliría diecinueve, no todos los días se cumple esa edad, así que quise darle una sorpresa.

--¿Qué haces? – solté el globo por el susto, el cual voló por toda la habitación.

--Hyung, deberías tocar antes de entrar – lo mire con el ceño fruncido.

--Jimin, toque tres veces la maldita puerta, además, estas en mi casa, yo entro y salgo de donde sea – rodé los ojos.

--Hyung, a veces eres demasiado quisquilloso, deberías cambiar eso o te quedaras solo –

--Mejor solo a mal acompañado – negué divertido de nuevo. --¿Qué haces? – pregunto de nuevo.

--Preparo una sorpresa para Eliza, ella cumple años y... ¡Hyung, quiero pedirte algo! – me levante de un salto de la cama.

Junte mis manos y lo mire, YoonGi solo se cruzó de brazos, esperando a lo que yo le pediría.

--Habla, mocoso –

--Necesito la casa sola, aunque solo estaremos en mi habitación. – cerré un ojo, esperando su respuesta.

YoonGi hyung bufo y se dio la vuelta, abrió la puerta. Bueno, al menos lo había intentado. Ahora tendría que buscar otro lugar, tal vez el cuarto de hotel donde nos conocimos por primera vez...

--Regresare mañana por la tarde, no quiero que entren a mi habitación, y si encuentro basura tirada en la sala, te costara caro – cerró la puerta.

Sonreí feliz.

--¡Gracias, hyung! – no pude escuchar nada.

Me apresure a acomodar las cosas, solo me faltaba inflar los globos y esparcirlos por el lugar, además de encender las velas. Acomode la pequeña mesa que había conseguido y el mantel que compre en la tienda de conveniencia, todo había sido improvisado, una cosa mas de Eliza, es que ella era sencilla, no le gustaban los grandes lujos. Así que hoy haría todo lo posible por hacer las cosas bien.

Una hermosa sorpresa en su día.

Al principio me había quebrado la cabeza pensando en que regalarle, la idea de alguna joya cara o tal vez ropa de marca y zapatos fueron las perfectas ideas, después a mi mente llegó el rostro de Eliza, con una sonrisa forzada por aceptar aquellos regalos ostentosos. Fue ahí dónde, por primera vez, necesite ayuda de alguien importante, para darle la sorpresa a alguien importante también. Mi querido hermano.

Miré la hora y abrí mis ojos a más no poder, faltaban pocos minutos para que ella llegara. Tenia que apurarme.

☁☁☁

-- Wow, todo se ve realmente genial, ¿que celebramos?--

Yo no pude hacer nada más que sonreír. Ella miraba toda la habitación con una sonrisa pero se veía confundida.

--¿No sabes que día es hoy? -- alcé una ceja.

--Pues... -- ella se llevó su mano a su mentón para tratar de recordar algo. Era tierna cuando hacia eso. -- ¿Ganaste un premio o algo así? --

Reí sin poder evitarlo. Negué divertido para ella.

--No, hoy es un día especial, no para mí, es para ti, hoy cumples diecinueve años, ¿en serio no recordabas?-- la miré directo a los ojos.

Tenía una cara perfecta de poker, no sabia descifrar que era lo que estaba pasando por su cabeza. Mordió su labio y después bajó la mirada, sus hombros empezaron a temblar. Me preocupé, ¿que pasaba?

--Oye, Eliza, ¿estás bien? -- me acerqué un poco a ella, tal vez había hecho algo malo y no me di cuenta ¿dije algo malo? ¿la estaba llorando?

De un momento a otro ella levantó su mirada y pude ver que no lloraba, pero claro, estaba riéndose.

--¿Qué...? --no sabia que preguntar, ¿por qué se estaba riendo?

--Lo siento, es solo... ¡Claro que recuerdo que hoy es mi cumpleaños! Mis padres llegaron a mi habitación con un pastel y cantando, eso fue aterrador, yo solo quería dormir. -- siguió riendo.-- Pero si tan solo hubieras visto tu cara... ¡Ay, en verdad lo siento!-- Eliza se sujetaba su estómago.

Agaché la cabeza y negué, ella se había burlado de mí y yo me había asustado. Levante la mirada sólo para verla y sonreí de manera maliciosa, ella dejó de reír y levantó sus manos.

--Ah, Jimin, lo siento, no quería burlarme de ti, es solo que...--

--No te preocupes, tomare mi venganza ahora mismo--

No esperé más y fui hasta ella, empujandonos a ambos a la cama. Donde le empecé a hacer cosquillas  ella se removía intentando zafarse de mis manos. Pero no lo lograba, yo solo seguía haciéndole cosquillas. Hasta que nuestros rostros quedaron a centímetros, su respiración era agitada por la falta de aire causado por las cosquillas. La besé, la besé como lo hacía cada que tenia ganas y cada que ella y yo nos veíamos, nuestros besos parecían necesitados de ese contacto húmedo, parecía que nuestros labios se extrañaban.

Creo que como siempre, empezamos al revés, ésto no estaba planeado, al menos no a primera hora.

--Feliz cumpleaños, se supone que el regalo va al último -- le dije.

--Soy la cumpleañera, así que esta bien aceptar el regalo ahora--

--Cómo tú digas, aunque la cena se enfriara-- sonreí.

--La pizza se puede meter en el microondas, así que no te preocupes, ahora, ¿me darás mi regalo ya?-- hizo un puchero.

--Claro que sí --

Sonreí y la volví a besar. Nuestras respiraciones agitadas era lo que se escuchaba en la habitación. No importaba nada, no importaba con qué empezábamos o con qué terminábamos. Después de todo, nosotros hacíamos todo al revés.