Capítulo Veinticinco

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—Koga,necesito más que eso.—Repetía ese abogado.

Mí odio hacia él crecía con cada palabra que salía de su boca.

—Ya le dije todo lo que sé.— Contesté sentado en aquella silla,con mis brazos encima de la mesa.

El abogado se frotó el puente de su nariz frustrado.

Me mantenían en un pequeño cuarto en donde solo había una mesa,dos sillas y una lámpara encima de nosotros,y un gran ventanal,pero solo me podía ver los tipos de afuera yo no podía verlos a ellos.

—Repitelo después de todo.— Insistió el abogado anotando todo en una libreta.

Rodeé los ojos. Después de lo de la playa,me hicieron subir a un auto y me trajeron hasta una oficina algo lejana de mi hogar,o por lo menos de dónde antes lo fue.

—Yo no sabía de la adopción,ni la relación que llevaban Seiya y Saori hasta hoy cuándo lo escuché a través de la puerta.—Mentí.— Tampoco lo de su relación con los demás chicos, Shiryu y ellos, conocí a Miho hace unas pocas semanas pero jamás me había dicho que yo... — Suspiré.— Que era su hijo ni que conoció a Seiya ni nada de eso.

El abogado asintió y anotaba todo.

—Esta bien,ya terminaré las preguntas,pero necesito que me digas algo... En tu estancia por estos años con la señorita Saori Kido,¿Nunca tuviste problemas de salud graves?,¿Problemas de abuso doméstico? O...

—¿Qué?,¡No!.— Exclamé.—Saori jamás me tocó,ni siquiera me gritaba,ella no es así,Seiya... Tampoco.— Mentí.

Me había abofeteado si,pero estoy seguro que no lo hizo intencionalmente.

—Bien,¿Y sobre tu salud?... Te recomiendo que me digas la verdad.— Me dijo el abogado.

Agache la mirada. No sé si decirles sobre mi problema de ira estaría bien,¿Afectará a Saori?. No me importaba ya que sucediera conmigo,solo no quería darles problemas. Ni a ella ni a Miho. Apesar de todo las sigo queriendo.

—Yo... —Suspiré.—Si,tuve... Problemas de ira...

El abogado asintió,jugaba con su pluma.

—Vaya,me sorprendes,eres muy joven para esas cosas.

—No,cualquiera puede pasar por ello,créame,se todo sobre eso... Después de todo,lidie con ello por un año.—Conteste mirándole.

—Me parece bien que hablaras con la verdad por qué...—Saco una carpeta y la puso encima de la mesa.—Aquí está tu expediente médico. En él encontrarás absolutamente todo sobre tu salud,desde cuál fue tu primer resfriado hasta cuántos hospitales has ido,también están ahí algunos nombres de tus doctores particulares y hospitales.

Tome la carpeta y la hojee.

—Siento que violan mi privacidad.— Conteste mirando la carpeta en mis manos.

—Solo hago lo necesario para la justicia,nada se me escapa y jamás he perdido un caso... Eso lo sabe bien el abogado de tu madre,eramos compañeros.—Dijo el abogado.

Efectivamente, leí las hojas del documento y si,venía todo. Decidí no leer más y dejar la carpeta aún lado,pero el abogado la tomó y comenzó a leer.

—Resfriado a los tres.— Habló leyendo.—A los cuatro,seis,dolores de cabeza a los ocho,todo normal Koga,hasta diría que eres fuerte de salud hasta que,¡Ou!.— Exclamó fingiendo dolor con gestos falsos en su rostro.—Problemas de ira entre los catorce y quince años,incluso te internaron por más de cinco meses... Sí que fue grave... Hasta tuviste citas con psicólogos,¿A qué se debió Koga?.

NORMAL LIFE [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now