Capítulo Cinco.

701 46 41
                                    

—¡Papá va a matarme!.— Exclamé corriendo por mi bicicleta.

Solo escuché las risas de Miho detrás de mí. Levanté mi bicicleta y colgué mi mochila en mis espaldas, Miho se posó a un lado de mí.

—Siento tener que irme,pero papá debe estar vuelto loco.—Dije,en eso sentí mi teléfono sonar en mis bolsillos.

—“Yo necesito de tu amor,quiero brindarte mi calor...”.

Colgué la llamada.

—¿No contestarás?.— Pregunto Miho.

—Si vuelve a llamar lo haré, papá es insistente, créeme que volverá a llamar.—Dije riendo.

Miho medio sonrió, nuevamente el celular sonó.

—“Solo sé que la realidad,es encontrar un destino”.

Miho me miró fijamente y se cruzo de brazos,yo suspiré y conteste.

—¿Hola?.

«Koga, ¿Se puede saber dónde estás?.»

—Am... Tuve que atender un asunto en casa de Soma,pero ya voy para allá.—Dije.

«¿Estás consciente de que son casi las tres y media verdad?.»

—¿Sí?.— Eso fue mas una duda que una respuesta.

«Por está vez no le diré a tu madre,ahora vuelve a casa.»

—Si jefe.— Y colgué.

—¿Tu padre?.—Pregunto Miho.

Asentí.

—Tengo que irme,pero prometo regresar mañana para seguirte ayudando.—Dije.

—No,está bien Koga gracias,mañana podré arreglarmelas yo sola.— Contesto.

—¿Qué?, No,en serio, vendré mañana después de almorzar.

Miho suspiro.

—¿Lo ves?, Igual de terco que él.— Aclaró.

Sonreí.

—¡Te veo mañana!.

—Hasta mañana,¡Buena suerte con tu padre!.—Exclamo despidiéndose.

Y yo me abrí vuelo veloz a casa, ¡Ojalá fuera un superhéroe con velocidad maldición!.

(...)

—No.— Contesto papá firme.

—¡¿Y eso por qué?!.— Exclamé.

—Koga,mira,no se que traes entre manos pero estoy seguro que no es nada bueno,y si te llega a pasar algo sabes perfectamente que tu madre nos mata.— Dijo él bebiendo su refresco.

Puse mala cara.

—¿“Nos”?.— Pregunté.

—Sí,a mí por no cuidarte y a ti por desobedecer.— Contesto.

Rodeé los ojos.

—Pero debo ir a la casa de Soma temprano, créeme que solo vamos a realizar el proyecto,te prometo que en cuánto acabe me regreso a casa.— Dije nuevamente.

—¿Seguro?.

—Completamente caballero de Sagitario.— Respondí.

NORMAL LIFE [EN EDICIÓN]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant