Secretos sexuales (Naruto)

Capítulo 4: Bares

Se ataba las botas a gran velocidad frente a sus compañeros, quienes no entendían el arrebato de prisa que tenía hoy Sasuke. Él solía ser de los últimos en cambiarse, pero hoy, había sido el primero en salir de la ducha y ya estaba completamente vestido cuando ellos todavía llevaban la toalla.

- ¿Has quedado? – preguntó un compañero con una gran sonrisa - ¿Es con el chico de la otra vez?

- Parece que Sasuke va buscando marcha – sonrió su otro compañero moviendo la cintura con un toque seductor.

- Ya basta los dos – se quejó Sasuke pese a que seguía sonriendo.

- Mírale... si hasta sonríe y todo. Sí que ha quedado para darse un "gustillo".

- Callaos ya – les ordenó Sasuke con seriedad, aunque al agachar la cabeza para terminar de atarse las botas, una sonrisilla apareció en su rostro.

En parte, sus compañeros tenían razón. Él siempre había sido muy animado aunque no lo pareciera por fuera. Le gustaban esa clase de juegos sexuales, esos que su esposo jamás quiso darle y que ahora... un desconocido se los estaba ofreciendo. No podía evitar sentirse atraído y motivado para quedar con él.

Cuando elevó la cabeza, escondiendo esa sonrisa que de vez en cuando se le escapaba involuntariamente. Los observó. Allí estaban aún con esa cara de idiotas, mirándole desde la distancia mientras se cambiaban. Puede que ellos no supieran exactamente todas sus perversiones, pero sí sabían una cosa, que ese chico no era lo que aparentaba desde fuera, no creían que él fuera un chico tradicional. Le conocían demasiado bien para saber que le encantaba la adrenalina y que practicaba algunos deportes de riesgo de vez en cuando.

- Diviértete – escuchó todavía cuando iba a salir por la puerta, pero él les ignoró.

No necesitaba que sus compañeros supieran más de lo necesario y él siempre había sido muy reservado para su vida personal. Era algo que consideraba privado y aunque uno de sus miedos era que sus secretos salieran a la luz, ese chico desconocido no parecía haber difundido nada de la noche anterior, algo que le calmaba.

Cogió el ascensor hacia el parking subterráneo y buscó su moto entre el resto de los vehículos, la mayoría de sus compañeros o de los policías que trabajaban en el edificio. En la zona para motos, se encontraban varias, entre ellas, la moto de cross de uno de sus compañeros. Junto a ella, su "SYM Wolf 250i" en color negro, con el casco enganchado a la rueda trasera.

Se agachó junto a su moto y sacó la pequeña llave de la cadena para abrir el cerrojo. Ya estaba guardando todo bajo el sillín cuando escuchó aquella voz que últimamente no paraba de oír. ¡Se estaba empezando a cansar!

- ¿Ya te marchas?

- He terminado mi turno – le dijo sin más, no quería ni tenía la necesidad de darle mayor explicación.

- Siempre podrías tomarte algo conmigo.

- Ni de coña – sonrió Sasuke sin siquiera mirarle.

Sasuke terminó de colocarse mejor la mochila antes de coger el casco entre sus manos dispuesto a irse en cuanto pudiera. Una vez abrochó la cinta de su casco, metió las manos en sus ajustados guantes y cerró la chaqueta de motorista.

No entendía qué le había dado ahora a su ex marido para tener semejante manía persecutoria con él. Hacía meses que lo habían dejado y al principio, ni se inmutó lo más mínimo. ¿Por qué ahora? ¿Era quizá que sentía que otro hombre estaba invadiendo su terreno? Aunque pensándolo bien... ¡Ya ni era su terreno! Había dejado claro que era mejor ir cada uno por su lado.