Capítulo 14: Al rojo vivo.

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¡Atónito! Así se había quedado Sasuke al leer el folleto que le habían dejado en su taquilla seguido del mensaje sumamente corto de "¿Te apuntas?". No negaba que los sitios públicos le daban cierto morbo y siempre había querido probar lo que se sentía cuando otros podían pillarte o incluso te miraban, pero aquella sugerencia y lo elevado de la situación le hizo dudar.

Desde luego, cualquiera podría entrar allí, le verían, se masturbarían pero con la ventaja de que sólo su chico iba a tocarle. No era un mal plan y seguramente se excitaría sabiendo tanto que le observaban como con las cosas obscenas que les dirían. Sin embargo, aparte de esas dudas tenía otra en mente, le había prometido que él haría la siguiente fantasía pero... el plan de ese chico parecía mucho más sugerente que el suyo. Pensó durante unos segundos y al final, sonrió con cierto toque divertido, pudiendo aprovechar esa fantasía para planear su próxima.

- ¿Me prometes que si acepto, la siguiente fantasía la cumplo yo? – preguntó Sasuke en el mensaje de texto.

- Hecho. Pero... ¿Estás seguro de esto? Se va a poner muy intenso.

- ¿Cincuenta tíos mirando cómo me la metes y masturbándose? – sonrió Sasuke al escribir el mensaje - ¿Cuándo empezamos?

- Te mando la dirección del sexshop donde está la cabina – le escribió Naruto la respuesta.

- ¿Estarás bien con esto? – preguntó Sasuke algo dubitativo al saber que esos hombres a los que no conocían iban a observarles y a excitarse con ellos.

- Claro, ellos no van a tocarte, con eso me basta – aclaró el chico, lo que hizo que Sasuke terminara toda duda.

***

Estaba muy nervioso por aquello. Nunca antes había hecho nada parecido y desde luego, tal y como ese chico le había dicho, esto iba a ponerse al rojo vivo. Entró en la tienda, observando en el mostrador a ese chico rubio con sus ojos cubiertos por una máscara oscura. Por un momento, se quedó estático mirando sus labios. Los había besado unas cuantas veces pero seguían teniendo algo que le engatusaba. Esos labios le atraían y puede que ahora pudiera ver un trozo más de su rostro, pero aun así y queriendo descubrir quién era ese chico, otra parte de él decía que se aguantase y esperase, que esperase hasta que todas sus fantasías se hubieran hecho realidad. Sin embargo... sólo le faltaban tres fantasías por cumplir. ¿Qué ocurriría cuando se acabasen? ¿Se marcharía o aún se mantendría firme en su idea de querer una relación seria con él?

- Por fin has llegado – sonrió el rubio – toma, tienes que firmar esto. Se comprometen a mantener privacidad de todo lo que vean aquí.

- Genial – sonrió Sasuke - ¿Puedo preguntar qué tienes pensado para mí?

- ¿Te gustan las cuerdas? – sonrió el rubio, haciendo sonreír a Sasuke.

- ¿Es que quieres dominarme?

- ¿Hasta dónde te gusta que te dominen? – preguntó con diversión, apoyando el trasero contra la barra de la recepción para ponerse de cara a él.

- No me gusta el dolor – aclaró Sasuke – pero por el resto... me gusta cuando me dices guarradas – le susurró al oído.

- ¿Entonces puedo subirte el tono?

- Todo lo que quieras. ¿En qué has pensado para excitar a esos tipos? ¿Qué papel represento?

- Un juguete – le aclaró Naruto con una sonrisa – hoy sólo vas a ser mi juguete o mi esclavo sexual. ¿Quieres una palabra de seguridad para que pare en caso de que no te guste algo?

Secretos sexuales (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora