Capítulo 10: Una fantasía para Naruto

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La luz del sol entró por la ventana, obligándole a abrir los ojos. Todavía llevaba la máscara y eso le alegraba, sin embargo, al mover la mano hacia el lateral de la cama matrimonial, sólo sintió vacío. Abrió los ojos con rapidez, incorporando la cabeza para darse cuenta de que Sasuke no estaba allí.

- ¡Así que te has marchado! – resopló frustrado.

Se quedó unos segundos más en la cama. Le dolía un poco la cabeza y supuso que sería por las cervezas que anoche estuvieron bebiendo juntos antes de irse a dormir. No es que recordase mucho después de la quinta cerveza, pero sí sabía que había estado hablando con Sasuke sobre sus fantasías sexuales, algo que jamás había hecho con nadie. Tenía unas cuantas... pero sólo una era la que más llamaba su atención y no estaba seguro si Sasuke se atrevería a hacer algo como aquello.

Su estómago rugió con fuerza. Tenía mucha hambre pero una duda le surgió... ¿Debía cocinar para uno o para dos? Porque no estaba seguro si Sasuke vendría o no. Una vez más, su estómago hizo aquel estruendoso ruido que le exigía meter algo de comida en ese mismo instante, fuera lo que fuera.

Se levantó con rapidez. Ni siquiera estaba la ropa de Sasuke así que era muy posible que se hubiera marchado. Aun así, no se atrevía a quitarse la máscara, por si acaso... prefería asegurarse que la casa estaba completamente vacía antes de hacerlo. Lo que menos deseaba era llevarse un susto después.

Su ropa estaba tirada por el suelo y pese a que arrastró la sábana tras su cuerpo desnudo, tuvo que apartarla para poder ponerse el pantalón corto de deporte y salir del cuarto en busca de la tan ansiada comida. Al salir al pasillo, el increíble aroma de la comida llegó hasta él, incitándole a acelerar el paso para llegar al salón. Frente a la gran mesa, un montón de platos con deliciosa comida que le hacía volver su boca agua.

Sin embargo y pese a los rugidos de su hambriento estómago, sus ojos se habían posado sobre ese cabello moreno con una cinta blanca, en el traje oscuro y la corta minifalda que ese chico se había colocado. ¡Sí que se fue de la lengua tras unas cervezas! Porque allí tenía una de las fantasías más recurrentes que le hacían despertarse con erecciones casi todas las mañanas y encima... ver que era precisamente el chico que le volvía loco, era todavía más excitante. Se fijó en las medias y cómo eran sujetadas por unas finas tiras que supuso... sería parte de un liguero para evitar que se resbalasen por sus muslos. ¡Su miembro estaba despertando sólo con ver esa imagen!

- Buenos días, señor – sonrió Sasuke, agachándose ligeramente sobre la mesa, provocando que la falda, ya de por sí corta, subiera un poco más dejando ver más muslo y tensando a Naruto - ¿Qué desea desayunar hoy? He preparado varios desayunos.

¡A él! Básicamente en este momento sólo estaba pensando que quería comérselo a él entero por cómo estaba haciendo su fantasía realidad.

- Su mujer ya ha salido hace un rato hacia el trabajo – comentó descolocando durante un segundo a Naruto. ¡Él no estaba casado! Y entonces entendió que estaba jugando, fingiendo que era un hombre casado para darle más morbo al asunto de tener a la sirvienta a sus pies. La idea le gustó, al fin y al cabo... sólo era eso, un juego entre ambos.

- Es una lástima que se pierda este espléndido desayuno, pero por suerte, tengo una buena sirvienta que me hará compañía, ¿no? – preguntó Naruto con tono juguetón.

- Por supuesto, yo siempre obedezco a mis señores en todo. ¿Se le ofrece algo, mi señor? – preguntó Sasuke con cierto toque seductor en su voz.

- Pues sí – comentó Naruto, acercándose a él y susurrándole en la oreja – que trabajes sin ropa interior.

- Pero, señor... usted está casado y creo que no debería...

Secretos sexuales (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora