Capítulo 7: Mascotas

8.6K 876 238
                                    

Otro día más en la comisaría como cualquier otro. Había entrado de servicio a las seis de la mañana, más dormido que otra cosa. Su único trabajo... ¡Era responder a ese maldito teléfono de recepción! Admitía que estaba un poco aburrido ya de estar siempre allí en centralita, pero no le quedaba más remedio que aguantar hasta que a su jefe se le pasase el cabreo por haber agredido a uno de sus compañeros. Aun así, no se arrepentía de haberlo hecho, seguía pensando que se lo merecía. A día de hoy... sabiendo las consecuencias, lo habría vuelto a hacer sin dudar.

El minutero pasaba lentamente y por mucho que mirase el reloj, no parecía avanzar a la velocidad a la que él deseaba. No sería hasta las ocho de la mañana cuando Sasuke entrase a trabajar. Cada mañana se levantaba de la cama para ir a trabajar y su único aliciente era poder ver a Sasuke cuando entraba. ¡Hasta se sabía sus turnos de memoria! Cada vez que entraba por la comisaría de aquel pequeño pueblo de Butte, él estaba allí en la recepción para encandilarse con su atractivo. Era el chico del que siempre estuvo enamorado.

A las ocho en punto, sus ojos ya estaban fijos en esa puerta donde esperaba ver aparecer al chico de sus sueños. Por algún motivo, hoy parecía llegar algo tarde, pasaban cinco minutos pero él seguía con el corazón en vilo esperando verle. Finalmente, Sasuke apareció frente a él y parecía bastante malhumorado. Al comprobar cómo su ex marido entraba detrás, supo enseguida lo que tenía de tan mal humor a ese moreno.

Esperó a que se marchase por el pasillo, en completo silencio y tratando de hacer caso omiso a su ex marido. Por suerte para él, sus compañeros estaban allí para recogerlo y evitar que Nagato continuase tras él. Una ligera sonrisa se escapó de los labios de Naruto al ver cómo se quedaba con la palabra en la boca mientras el moreno se alejaba con sus compañeros.

- ¿Y tú de qué te ríes? – preguntó Nagato notablemente enfadado.

- De lo ridículo que resulta cada vez que vas tras él. Ríndete, no quiere saber nada de ti, de hecho, ni siquiera le quieres, no entiendo por qué sigues arrastrándote tras él. ¿Qué es lo que buscas en él? Y no me digas que la influencia de su familia, eso sería caer muy bajo.

- ¿Y a ti qué más te da? Él ni siquiera te mira. No sabe ni quién eres. Años detrás de mi marido, sin atreverte a decirle nada, sólo eres un idiota que se esconde.

- Sabes muy bien por qué nunca le dije nada. Eras mi amigo y pese a que me enamoré casi a primera vista de él, nunca intenté nada por ti.

- De todas formas, era un sueño imposible para ti. Apenas te conoce... ¿Cuánto hablaste con él? ¿Dos minutos en mi boda? – rió Nagato – eres patético. Enamorarte de un chico con el que has cruzado dos palabras.

- Peor fuiste tú, casándote sólo por la influencia de su familia – sonrió Naruto – yo al menos le quería.

- Querías la idea que te habías creado de él. No lo conocías ni le conoces ahora. Además... parece que se está viendo con alguien, así que olvídate de tener opciones con él. No creo que las tuvieras y aunque así fuera... no saldría con alguien que ha sido amigo de su ex marido – rió con mayor intensidad – eres un fracasado.

Naruto no quiso decir nada. ¡Claro que le dolían sus palabras! Desde que le había dado aquel puñetazo y le habían degradado a la recepción, sabía de sobra que era el hazmerreír de sus compañeros, que todos creían que era un fracasado que no llegaría a nada, le miraban con mala cara por haber golpeado a uno de sus compañeros. Ir a la oficina se había vuelto un martirio, sin embargo, ver a Sasuke entrar y tener la opción de verle de vez en cuando por allí o en el gimnasio, le alegraba sus fatídicos días.

Secretos sexuales (Naruto)Where stories live. Discover now