Seguiré creando melodías |OT, tu historia|

CAPÍTULO 10- Cartas a Vicente- 5 Noviembre

Esta vez me encuentro despierta, en mi cama, mirando al techo. Esta semana ha sido muy intensa y me ha dado mucho que reflexionar, realmente ha habido momentos en los que he llegado a pensar que realmente podía llegar a gustarme Raoul, pero, no se, esos pensamientos se marchaban enseguida, quizás, solo siento esta duda ya que las chicas sienten que nos gustamos. La música a todo volumen interrumpió mis pensamientos.

I'LL ADMIT. I WAS WRONG
WHAT ELSE I CAN SAY GIRL?
CAN'T YOU BREAK MY HEAD AND NOT MY HEART?

(How long, Charlie Puth)

Todos nos fuimos levantando con pereza,este será el ultimo día de Ricky o de Mimi, así que todos estamos intentando pasar el mayor tiempo con ellos.

Me vestí perezosamente y fui a desayunar. Ví una mesa donde estaban sentados Agoney, Ricky, Aitana, Nerea, Miriam y Cepeda. Me acerqué y me senté con ellos.

—Buah, que mal he dormido esta noche.— Dije mientras me comía mi tostada.

—Tranquila,que no eres la única.— Me respondió Nerea.

—Es que sois unas pesadas, os quedáis hablando toda la noche, si os metierais antes os dormiríais antes.— Nos contesto Miriam.

—¡Oye, que no somos las únicas que hablamos!— Se defendió Nerea.

—Yo hay veces que no hablo, otras que sí, pero es que vosotras todas las noches.—Aitana intervino.

—Hey, que yo hace 2 noches que no hablo.- Me quejé.

—Es que Nerea, cuentas hasta las hormigas que pasan por tu lado.—Dijo Cepeda divertido.

[...]

Tuvimos un par de clases y una charla sobre el sueño, al final hemos aclarado que los que quieran hablar que se vayan al comedor, así no molestamos a los que van a dormir, también tendremos por lo menos 20 minutos de siesta, es la mejor noticia que he tenido desde que entre a la academia.

Estaba pasando por el comedor cuando vi que Aitana me llamaba desde la puerta de la terraza.

—¡Ally, Ally!, ¿Quieres leer la carta que le he escrito a Vicente?

—¡No, no, ahora me toca a mí, he esperado mi turno!— Cepeda empezó a internar quitarle la carta de las manos a Aitana.

—Pero haber, ¿Esto que es?— La pobre Amaia no se enteraba de nada.

—Es una carta a mi novio. Tampoco os flipeis aquí corrigiendo faltas, que son solo 4 o 5 tildes que me he dejado.— Aitana dijo mientras Cepeda le empezaba a corregir faltas de ortografía.

Le empece a tocar el tupé a Cepeda, las demás imitaron mi acción.

—¡Dejarme en paz, que quiero corregir! Joder es como si vas a tu profesora a tocarle las gafas cuando esta corrigiendo el puto examen.— Amaia, Aitana y yo nos estábamos descojonando.

—No te vayas a ilusionar que no es para ti Luis.— Le dijo Aitana.

Las 3 seguimos un poco incordiandolo mientras corregía la carta.

—Ala, ahora viene el otro, me cago en la vida.— Dijo Cepeda ante la llegada de Raoul. —¡Lárgate!- Dijo Cepeda sin pasarse, con un tono ¿Amable?

—Vale.— Raoul se fue.

—Ay, pero no le digas eso, pobrecito, ¡Ven Raoul, ven!—Fui detrás de el.

—¿Pero que hacéis?— Me preguntó.

—Corregir las faltas de ortografía de Aitana.— Le respondí mientras cogía un bote de miel casi vacío.— ¿Enserio? Pero cuanta miel os trincáis.—Nada mas decir la palabra miel Aitana apareció delante mio. Le pase el bote de miel.