17. La marca de Arlet

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Don't Deserve You - Plum

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Don't Deserve You - Plum

Maximiliano

—No sigas hablando Emily...—pedí, su corazón no latía como era necesario.

— ¿Quieres que vuelva contigo?—no comprendía que decía, solo me preocupaba su salud, sus labios no tenían su color rosado de siempre, se encontraban morados por el frió, todo su cuerpo temblaba— a Elena—aclaro y me sorprendí por su pregunta, mi corazón se aceleró al escuchar su nombre.

No sabía cómo contestar, entre a la mansión y Patrick me ayudo, la alejo de mí, ella me dio una sonrisa.

Quería estar con ella, no la dejaría sola, no en este momento.

Subí a su habitación, su padre la tendió en la cama con cuidado, Abril entro y pidió que saliéramos para quitarle la ropa mojada.

Al volver a entrar Abril se encontraba muy preocupada.

—Emily... que has hecho...—dijo su madre con lágrimas en los ojos, me acerque a ella y la vi, esto no podía estar pasando ahora...

—Mamá...—hablo Emily—te quiero...—dijo y luego sus ojos se cerraron.

Abril lloro junto con Patrick, él tampoco podía creer lo que veía, la marca volvió a aparecer, esto quiere decir que Arlet podría aparecer.

Mi Emily... Tome sus manos para que entraran en calor, su madre le coloco una manta.

Patrick se sentó al lado de su cama mientras acariciaba su cabello.

¿Por qué hacer eso? Repase la marca con mis dedos, esta vez no la dejare sola, la ayudare con Arlet.

—Mi pequeña...—dijo Patrick mientras le daba un beso en la sien—Maximiliano...—me llano y lo vi.

— ¿Por qué hizo esto?— preguntó Patrick en voz alta.

No sabía que responder, todo iba bien, hablamos de Elena y ese libro, los demonios llegaron y pidieron hablar con ella, no entiendo por qué tirarse al acantilado sabiendo que le teme al agua.

—no lo sé, hablábamos de Elena y otros asuntos... Los demonios pidieron hablar con ella y después lo de April... Tal vez todo eso la altero.

— ¿Elena?—preguntó.

—sí, quería saber cómo era mi amor por ella...—Patrick sonrió en respuesta.

—mi pequeña celosa...—susurro a su oído pero lo escuche perfectamente, se separó de ella y volvió a verme— ¿puedes dejarme sola con ella?—preguntó y asentí, me levante dejando un beso en la frente, su padre me sonrió y salí de la habitación.

Camine dirigiéndome a mi oficina, no sabía qué hacer, Marc ya no es el mismo desde el incidente de Danasha.

Llegue a mi oficina y me senté arreglando unos asuntos de la manada.

La noche ya había llegado, no pude pensar en nada más que no fuera Emily y Elena. Aún no puedo olvidar a Elena, al verla tan tranquila y con ese vestido que la hacía ver como un ángel me recordaron a los días que viví con ella, ella era todo para mí pero yo no lo fui para ella. Su carácter era diferente al de Emily, a Elena siempre la protegía, era como cuidar a una flor, pero Emily... es más fuerte que yo, ella lucha por los que quiere y no se rinde fácil.

Cuando estaba en la manada hace cinco años era muy independiente...

Me encontraba revisando el entrenamiento, a lo lejos vi a Elizabeth peleando con Brenda, Brenda la golpeaba, ella se encontraba muy herida, decidió pelear no importando la herida de su pie.

Elizabeth cayó al suelo sosteniendo su pie, me acerque a ella para poder ayudarla pero al verme me detuvo con su mano.

—mi pelea...—dijo y sonrió, se levantó y miro a Brenda, ella se acercó a Elizabeth y antes de que pudiera golpearla Elizabeth tomo su brazo y enrollo en su cuello de ella, Brenda cayó al suelo y Elizabeth se subió en ella.

Elizabeth... Emily... tantos nombres, alguien toco la puerta, dije que entraran al sentir su esencia, aunque no me agraden no los puedo echar, son de la manada de Emily y lo respetare.

—Alfa—agacharon sus cabezas—queríamos saber cómo se encuentra nuestra reina—dijeron.

—Estará mejor...—respondí a los hermanos Foster.

Ellos asintieron al notar mi respuesta, no me agrada su especie y no puedo evitarlo.

Subí a la habitación de Emily, abrí la puerta y me encontré con una hermosa escena, toda su familia dormía junto a ella.

Su madre despertó y me observo, se levantó y despertó a todos.

— ¿Puedo quedarme con ella?—pregunte a Abril y ella al igual que April y Patrick asintieron mientras que Chad me miraba con molestia.

—No—dijo Chad serio.

—Chad, es su mate...—dijo su padre y el bufo.

—Está bien pero si le hace algo juro que le cortare s-

— ¡Chad basta!—grito April horrorizada.

Salieron de la habitación, me recosté junto a Emily, acomode el cabello que cubrí su rostro colocándolo detrás de su oreja.

Le hice tanto daño que me arrepiento, ella tenía razón. Me dijo una vez que cuando yo la quisiera ella ya no estaría para mí. Tengo que dejarla y olvidarme de ella, eso es lo que ella quiere

Lo que no entiendo es porque tener dos mates, Emily y Elena son familia ¿Qué hubiera pasado si Elena siguiera a mi lado? No sé si aún siento lo mismo por Elena, tanto ella como Emily me volvían loco, de una buena manera, ambas se robaron mi corazón pero solo gracias a Emily aún late.

Con mi mano acaricie su mejilla, aunque se haya alejado la seguiré amando porque ella es mía y yo suyo... Si sentí algo por Elena ha cambiado, al verla confundí la lastima con el amor, siento lastima por Elena y amor por Emily, eso nadie lo cambiara

El motivo de porque se fue no me lo ha dicho, todo iba bien, tal y como lo planeamos y de un día para otro ella se fue de mi lado, nunca pensé que sufriría tanto como con Elena, estuve cuatro años asumiendo lo que paso, Alec era mi única compañía en ese tiempo, siempre quería saber más y más de Emily, para él ella era un héroe, le gustaba escuchar la historia que como salvo a Axel.

Alec era un niño muy tierno y dulce, aunque muy enojado, había veces que hablaba de querer conocer al próximo alfa...

Dormí y al despertar me encontraba un poco adolorido, mire bien y me encontraba tirado en el suelo ¿Cómo es que caí, de la silla? Nunca me había caído de la cama. Me levante acomodando mi cuello el cual dolía.

está despierta...dijo mi lobo Iker.

No soy mucho de hablar con él, no nos comunicamos por cuatro años, tanto el como yo nos encontrábamos devastados.

Abrí mis ojos y lo primero que vi fue a Emily levantada de la cama, su mirada estaba en el espejo, sus ojos eran rojos y sus manos estaban cubiertas de fuego.

—Emily...—la llame.

Rey Demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora