Primer Coito (continuación)

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—¡Hola! Bienvenidos de nuevo a este maravilloso programa

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—¡Hola! Bienvenidos de nuevo a este maravilloso programa. ¿Cómo están? ¿Ya se decidieron a probar? ¿Hablaron con sus parejas y están a punto de tener su primer encuentro? Bueno, están en el lugar correcto para sacarse todas las dudas. Para eso, tenemos con nosotros al doctor Felipe Foster.

—¡Hola! ¿Qué tal?

—Y a la doctora Susana Méndez.

—¡Hola!

—Bueno, en el programa anterior estuvimos hablando sobre la primera vez que tenemos coito. Hoy, vamos a dedicarle un poco más de tiempo a ese tema porque nos queda muchísimo que analizar. Para eso, nos había quedado pendiente la ronda de preguntas rápidas que estuvieron enviando por redes sociales. ¿Qué les parece, doctores? ¿Empezamos?

—Empezamos.

—Primera pregunta: ¿Es verdad que se arquean las piernas o la cadera se ensancha después de la primera vez? —ríen.

—No hay ningún cambio físico después del coito. Las caderas no cambian porque se tengan relaciones sexuales, tampoco crecen los senos, tampoco aumenta el flujo vaginal. No es posible saber si una persona ha tenido sexo sólo mirando su estructura física.

—¿Por qué sangramos?

—Eso es por falta de lubricación. Puede que no sangres o puede que sangres incluso cuando ya lo has hecho muchas veces. Hay una creencia que el estiramiento del himen produce sangrado, y la verdad es que a menos que tengas una membrana más gruesa de lo normal, no debería significar problema. Pídele a tu galán que use los dedos primero para abrir un poco y asegurar lubricación.

—¿La mejor posición es el misionero?

—No necesariamente. Eso es a gusto del consumidor. Al contrario, a veces esa sensación del chico sobre la chica las deja sumisas y asustadas. Quizás ella arriba controlando la penetración le da más sabor a la cosa. O de lado en posición cucharita, o en cuatro. Depende de cómo se sientan cómodos.

—Además que si ella está arriba hay más fricción en el clítoris y es más placentero —asegura la doctora.

—¿Llegar virgen a los veinte es malo?

—Para nada —contesta Mendez—, mi primera vez fue a los veintiuno, y no porque no tuviera oportunidad, sólo no sentí conexión y confianza con nadie antes de ese primer coito, que ya saben que igual fue desastroso. Mi mejor amiga se casó virgen. Hay personas que prefieren abstenerse por motivos religiosos, o porque le tienen miedo a un embarazo o a una enfermedad de transmisión sexual. También hay gente que simplemente no se siente preparada para lidiar emocionalmente con ese paso. Mientras más maduros psicológica y emocionalmente estemos, mejor lo llevaremos. Yo creo que antes de llegar al coito, es bueno tener encuentros eróticos sin penetración. Eso hace que nos conozcamos mejor a nosotros mismos, cómo es nuestro cuerpo, cómo reaccionamos ante ciertos estímulos y, a la vez, conozcamos a nuestra pareja. Llegado el momento del coito, sin importar la edad, vamos a estar más cómodos y excitados.

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