Capitulo 36

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Cuando salí de aquella nube de oscuridad llamada inconsciencia pude volver a sentir mi cuerpo, ya no tenia tanto frió y podía sentir algo que irradiaba calor cerca de mi. Intente abrir los ojos pero no podía, sin embargo no me desespere y espere paciente a poder abrirlos aun sabiendo que dos cuerpos me envolvían en un extraño pero cálido abrazo. Cuando logre hacerlo los abrí despacio encontrándome con un apacible rostro de rasgos refinados, era el chico que había dibujado. Esta vez sonrei pero a medias, pues tenia miedo de que desapareciera dejándome sola una vez mas.

—Lo hiciste muy dormilón, aunque en realidad esta fingiendo, pues se dio cuenta de cuando despertaste —el chico frente a mi abrió los ojos enojado al escuchar las palabras del que estaba detrás de mi.

—Eres un idiota, se supone que ella me tocaría el rostro como lo hizo contigo —su voz era suave y masculina al igual que la del otro, sin embargo, los matices de masculinidad eran diferentes.

—Relájate, si eso era lo que querías solo tenias que pedirlo —el de en frente bufo en respuesta.

—¿Como es que están aquí y no han desaparecido? —me atreví a preguntar mientras elevaba mi mano para tocar el rostro del chico y confirmar que si era real y no solo mi imaginación.

—Esta vez si lo hiciste con fe, no solo por hacerlo —sus palabras tenían un leve deje de reproche o tal vez indignación, me era dificil identificarlo.

—Pero ya estamos aquí y lo que haya pasado antes no importa, bueno si importa solo que ahora todo sera mejor, osea no todo pero tu si pues nosotros estamos aquí —solté una pequeña risa al escuchar su nerviosismo.

—¿Por que tan nervioso? —le pregunte mientras tocaba los parpados de sus ojos anaranjados igual a los de su hermano.

—Siente que eres muy especial, ademas el es nervioso de por si, no se porque no le quitaste eso —bufo el de atrás.

—Pareciera como si ustedes existieran desde siempre —le dije sin darme la vuelta mientras tocaba el cabello sedoso del chico y este cerraba los ojos por la caricia.

—Y lo hacemos, siempre hemos existido en lo mas recóndito de tu mente —respondió aun sin abrir los ojos.

Sentí como el de atrás se levanto y se estiro, luego el de enfrente hizo lo mismo apartándose de mi caricia.

—¿Cuales son sus nombres? —me mordí mi labio inferior mientras me incorporaba en la cama.

—Nos crea y ni sabe como nos llamamos —susurro el de personalidad sarcástica —soy Mich.

—Y yo Mach —Mich lo empujo haciendo que este cayera al suelo.

—Mentiras, el es Jayden y yo Michael, por eso el Mich —explico. Yo solté una risita al ver como Jayden le tomaba el pie y lo lanzaba al piso junto a el.

—Deja de lucirtela frente a ella —espeto molesto.

—Eres tu el que quiere caerle mas bien de lo que ya lo haces —Jayden bufo y le pego un golpe a su hermano.

—Cállate ya y déjame esto a mi —Mich llevo sus manos a su rostro y suspiro exasperado mientras que Jayden se levantaba y se acercaba a mi —tienes preguntas que aun no formulas en tu mente pero que yo se que tienes, por lo que te las responderé. Lo primero es que tuviste un bajón y no solo de temperatura si no también sentimental, tu sufrimiento interior se materializo en frió y por eso llegaste a ese punto sin mencionar que nunca habías utilizado el hielo de esa forma, congelaste la casa completa sin darte cuenta y todo aquí estaba nevando entonces paso lo de tu cabello, ya sabes, el agua azul. Tu cabello tenia dos colores porque aun no determinabas tu poder superior de ángel, entonces como ahora si lo hiciste y ese es el hielo tu cabello se puso azul - explico cantarin dejándome con la boca totalmente abierta.

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora