Capítulo 39

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Miraba el techo como si fuera la cosa más interesante del mundo, o tal vez como si por verlo por mucho tiempo me daría cuenta de que algo no era como lo veía, o que tal vez algo había cambiado en la composición o figuras mal hechas del techo. Sin embargo no era así; en todo momento fue igual y nunca cambio. Tal Vez la que necesitaba cambiar algo era yo, tal vez intentaba pensar en ese techo para evitar esos pensamientos que invadian mi mente de manera contundente. Entonces, cuando me di cuenta de que no podía callar ni mis pensamientos ni ese deseo voraz mirando un simple techo de color blanco me levanté de la cama y sali de la habitacion para encontrarme con ambos chicos.

—Esto es como un golpe de realidad —lo mire interrogante y el rodo los ojos —hablo de que, nos la pasamos con duendes y criaturas supuestamente extintas en un puto túnel de tierra y ahora estamos aquí en un moderno departamento de tu antigua ciudad.

—Entiendo —le di media sonrisa y me dirigí a la puerta.

—¿A dónde vas? —la voz de Jay se hizo presente una vez más y yo cerré los ojos algo nerviosa.

—A la calle, vengo rápido —cerré la puerta deprisa.

Corrí por el pasillo hasta el ascensor y por suerte estaba ahí Me adentre en el y presione la planta uno y cuando las puertas se volvieron a abrir salí de la misma manera hacia la calle. El aire frío de la noche azotó mi rostro y sin pensárselo dos veces camine con pasos algo deprisa por las calles de la ciudad. Estaba desesperada los pasos que profesaba se volvieron mas ligeros y ya me encontraba casi corriendo. Andaba en busca de eso que tanto me pedía no solo mi mente sino mi alma. Lo rogaba con fiereza y cuando encontré a esa chica de cabello castaño y ojos maravillosamente claro no me lo pensé y simplemente hice lo que hace rato venia pensando.

La meti al callejón y sin compasión alguna aprete su mandíbula con fiereza logrando que abriera su boca. Sus gritos para mi eran pequeños susurros, sus lagrimas cristales rotos y sus golpes pequeños rasguños que desaparecerían en cuanto obtuviera su alama, elixir embriagador que me transportaba a los lugares mas felices de mi existencia.

Solo me detuve cuando vi que sus bonitos ojos perdieron aquel brillo. Solo volví a la realidad un poco mejorada cuando se agoto la vida de su cuerpo. Entonces fue ahí cuando me di cuenta de que los gemelos estaban ahí, muy poco contentos e intentando acabar con el campo de proteccion que habia creado. Solté un pequeño suspiro y deje caer el cuerpo inerte de la chica. Me di media vuelta y les di una enorme sonrisa a ambos.

—¿Te has vuelto loca? —las palabras de Mich eran amortiguadas por los golpes que le lanzaba al campo. Una vez lo rompió me arrepentí de no haber puesto resistencia.

Sus manos me tomaron de los hombros y comenzaron a zarandearme con vehemencia.

—¡No debiste haberlo hecho! —su aliento choco en mi rostro y su rostro se descompuso. La rabia y el enojo fluyeron por su rostro.

—Relajate —mi voz salio desenfadada y llena de felicidad.

—Era una chica de lo mas inocente que venia de la universidad —sus ojos se humedecieron un poco para luego lanzarme un puñetazo que impacto en mi rostro. Fue tan fuerte que caí al piso —eres una maldita sin corazon, pense que de demonio solo tenias las alas, pero ahora veo que estas sucia, no tienes sentimientos y tal vez todas esas personas que pelearan por ti se unieron a otra legión de una maldita emperatriz malvada. Esta batalla sera del mal contra el mal por que eso es lo que eres tu.

Mich se dio la vuelta y eso me dio tiempo de observar a Jay. Tenia sus manos en los bolsillo y su rostro lucia tranquilo, pero sabia que su sermón estaba por venir.

—Solo esta enojado —explico —camino hacia mi mientras sacaba las manos de su bolsillo y me ayudo a levantar —pero lo que si es que no debiste haberlo hecho, era una buena chica y sus padres en estos momentos deben estar preocupados por ella ¿Como se sentirán cuando la policía oles informe que su hija esta muerta y no se sabe a manos de quien murió ni porque? Hay personas que te siguen y debes ser un ejemplo para ellos, seguirán tus pasos y pisaran donde tu lo hagas ¿ quieres llevarlos a la perdición? Espero que tu respuesta sea no

—¿Y quien piensa en mi? no tengo a quien seguir, comento errores aunque ya no sea humana. Se que no es una justificación, pero lo necesitaba... lo necesito. Se supone que en estos momentos deberia ser madre, tener a mi chico a mi lado y que mis alas sean blancas hice una pausa para secar las lágrimas que comenzaban a salir - aveces escucho sus gritos en mi cabeza, el dolor por el que pasan se vuelve mio y mi tambien me dan ganas de gritar a sentir las heridas. Se que es solo psicológico, pero no puedo evitarlo. Sufro por ellos todo el tiempo, los recuerdo y sus rostros pasan por mi mente haciendo que los recuerde siempre. Muchas veces los veo en sueños y me suplican que los saque de donde están; el tártaro —Jay me dio un medio abrazo y me hizo comenzar a caminar —a mi me toco ver la parte buena del infierno, pero se que a ellos les está tocando la peor.

—Ya casi se esta acabando su martirio. Mañana iremos con Hanna y despues de ahi iremos hacia donde las sirenas. Luego buscaremos las armas, entrenaremos a todas las razas y antes de que vengan al mundo humano los atacaremos en el infierno y todo esto habrá acabado cuando ganemos - solté un pequeño suspiro al ver que nos acercabamos al edificio.

—¿Estas seguro de que ganaremos? —observe su rostro para ver su reacción y lo que recibí fue una sonrisa.

—Si tu nos lideras, claro que si —mire mis zapatillas y una lagrima callo directo al piso.

—Pero Mich dijo... —el me interrumpió antes de que pudieran terminar.

—Mich dice muchas cosas cuando se molesta, aunque algunas fueron ciertas otras no, tranquila, todo estará bien —asentí y nos adentramos en el edificio para luego subir al elevador, recorrer el pasillo y adentrarnos en el departamento. Yo fui directo a la habitacion y me lance a la cama con todo y zapatos quedando totalmente dormida.


***

—Te volviste igual que Axel —solté un suspiro al escuchar esas palabras; las primeras del dia.

—Que novedad, considerando que el literalmente me corrompió - me encogí de hombros y termine de levantarme por completo.

—Solo que tu eres mas inhumana, el absorbía almas sucias, tu le arrancas la vida a inocentes - solté un otro suspiro cansino.

—¿Como sabes eso? —lo observé por primera vez.

—Solo lo se —se cruzó de brazos y yo bufe.

—Jodete.

Me fui directo al baño para darme una ducha de lo más rápido. Busque en mi closet unos pantalones azul marino, unas adidas blancas y una polera del mismo color. Amarre mi cabello azul en una coleta y coloque un collar ajustado al cuello. No agregue maquillaje, pues mi rostro no tenia imperfecciones ni ojeras y mis labios estaban de un rojo fresa natural.

—¿Estas lista para volver a ver a esas personas que marcaron tu pasado? —negué lentamente, pero sabia que a el no le importaría eso. Se teletransporto y lo primero que escuche fue un grito.

—Un fantasma.


Nota

¿Quien terminó la secundaria?

YOOOO

¿Quien se graduó?

YOOOO

¿Quien se inscribió en la universidad?

YOOOO

Ahora tengo mas tiempo

Los amoo ya me voyyy

Darkness fuera

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora