Capitulo 40

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Lo mejor del mundo es esa sensación de estar en casa, ese sentimiento de familiaridad y confort que solo se tiene con las personas correctas. Ese sentimiento era el que florecía en mi pecho al observar a Hanna mientras me lanzaba cualquier objeto que encontrara. Yo trataba de esquivarlos, sin embargo la enorme sonrisa que tenia no se iba de mi rostro aun cuando algunos de ellos se impactaban en mi cuerpo. Era mas veloz que antes, por lo que no todos los podía esquivar.

—Hanna, detente —pedí sonriente pero ella no hizo caso y siguió con lo suyo.

Minutos después, cuando el lugar quedo destrozado y no hubo mas nada que lanzarme se detuvo.

—Tu estas muerta —negó lentamente mientras sus ojos cristalizados me observaban.

—No soy un fantasma, soy de carne y hueso —ella corrió hacia mi y llego mas rápido de lo que pensé.

Me envolvió en un reconfortante abrazo y en ese preciso momento sentí que todo estaba bien. Que nada había cambiado y eramos esas dos chicas con sed de justicia en nombre de todos los adolescentes humillados y maltratados. La había extrañado tanto, sentía como si hubiesen sido mas de tres largos años sin verla. Segundos después ella se separo de mi y se puso de rodillas.

—Te juro que hice todo lo que una mejor amiga debía hacer, oculte tu teléfono, saque lo mas importante de tu habitación, no deje que nadie tocara tu computadora y descubriera tu porno. Te juro que no de deje que nadie se llevara las cosas importantes de tu habitación. No me tortures por favor, pido perdón si cometí un error, pero por favor devuelvete al mas allá y no me hagas maldades —la mire sin entender.

—¿De que hablas? —ella miro hacia arriba y seco sus lagrimas.

—¿No me vas a llevar contigo al mas allá o a torturarme? —yo solté una sonora carcajada.

—No estúpida, te dije que era real y vengo en son de paz —ella se levanto del piso lentamente y en el proceso me analizaba completamente.

—¿Pero como? Si yo fui quien descubrió tu cuerpo ensangrentado la noche después de halloween, yo llame a la ambulancia e intente reanimarte de cualquier forma. Yo estuve en primera fila el día en que enterraron tu cuerpo apuñalado. No puede ser ¿Como es que ahora estas vivas? —sus palabras eran pequeñas dagas que se clavaban en mi corazón al saber el sufrimiento por el que paso.

—Fui a parar al infierno, me encontré con Dylan que realmente se llama Axel y era el príncipe de las tinieblas, evito que sufriera y luego me saco del infierno, dure un año en coma y casi un año en rehabilitación en el mismo hospital. Me entere de que era un ángel porque Axel había hecho tratos con Dios. Me fui a vivir a Londres y me reencontré con Axel, no recordaba nada por lo que no lo reconocí, luego recordé y Axel fue capturado y llevado al infierno, fui hasta allá con unos cuantos demonios, ángeles y una gata celestial o magistral que me cuidaban por que eres la elegida pero no lo recodaba. Nos capturaron. Lucifer me corto mis alas, me arranco el corazón y mato a mi hijo, cuando iba a matarme logre escapar y me encontré con el hombre que me había creado, el me devolvió a mi hijo, me entreno y ahora ando en busca de las criaturas que me faltan para poder derrotar a Lucifer en una puta guerra y su madre, sin mencionar que quiero despellejar a una estúpidas trillizas que... —me detuve al escuchar a Hanna.

—Un momento ¿Tu eres la elegida? —asentí —¡Puta mierda! —grito —mi mejor amiga es la elegida, ya conozco tu historia solo que James le cambio los nombres, ese imbécil. Ya cuentas con nosotros, el te estaba esperando.

—Te extrañe tanto —dije sincera.

—Yo mas, su alteza —hizo una reverencia estúpida y nos echemos a reír —pensé que nunca volvería a verte. Siento tanto por todo lo que has tenido que pasar. Y el que dijo que la venganza no era buena estaba equivocado. Yo disfrutare masacrar a esos que te hicieron daño —dijo esta vez seria —no tuve otra amiga después de ese día, solo hemos sido Mike, Ethan Carter, Troy, James y yo contra el mundo. Sobre todo Ethan. El me volvió lo que soy ahora, una vampiresa y me ayudo a aprender a vivir con tu perdida, pero nunca te olvide, te mostrare —tomo mi mano y a velocidad de vampiro me llevo hasta una habitación.

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora