Dylan Stewart, un joven de 15 años, se enfrenta a su primer año en un instituto nuevo. Acostumbrado a una vida controlada y estable, su mundo cambia cuando conoce a Luke Flynn, el otro chico nuevo del instituto, con una cara bonita y una personalida...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—Oh— me levanté de la cama bostezando y viendo la luz del sol que entraba por la ventana.
Tras despegar los ojos y finalmente despertarme, hice mi cama, y al observar que Matt no estaba en la cama, bajé instantáneamente a desayunar.
—Buenos días madrugador— le dije entre risas, mientras repetía irónicamente la frase del mismo modo que él lo hizo.
Desayunamos algo embobados y despistados debido a nuestro cansancio, y subimos a mi habitación.
Apreciamos que fuera hacía mucho frío, y antes de salir al jardín de mi casa a entretenernos un rato, nos cambiamos y pusimos ropa abrigada para soportar aquel gélido día.
Estuvimos jugando un largo periodo de tiempo al baloncesto en el jardín, concretamente el jardín trasero.
Principalmente, jugamos al baloncesto y reímos tras ver que eramos igual de torpes, aunque también estuvimos haciendo todo tipo de cosas: como jugar al fútbol, volar un rato las cometas, y jugar a las cartas, obviamente dentro para que no se volarán en el exterior por el mal tiempo, y muchas cosas más.
También, después de acabar la partida de cartas, nos dirigimos a mi habitación, donde jugamos a la videoconsola, él sentado en mi cama y yo sentado sobre un cojín, aunque no mucho ya que no era muy bueno a los videojuegos y no quería parecer malo delante de Matt.
Pasó el tiempo tan velozmente que sin darnos cuenta, llegó la hora de comer, así que Matt y yo, hambrientos y cansados, nos sentamos a comer tranquilamente en la mesa, y saboreando aquellos macarrones gratinados que deleitaban a nuestras papilas gustativas.
Tras comer, nos aburríamos y no sabíamos que hacer, hasta que, de repente, se me ocurrió una idea que le planteé a mi madre. La llamé desde mi cuarto, hasta que finalmente se aproximó a la habitación, y abrió la puerta.
—¿Me habéis llamado?— preguntó mi madre.
—Sí— contesté— Oye mamá, he estado pensado y quería preguntarte... ¿Podemos ir Matt y yo a la montaña que hay al lado del Río Nevern?— pregunté.
El Río Nevern, en Crosswell, se trataba de un río en el cual había una ladera cercana donde podríamos deslizarnos en trineo. Además, este Río solía ser conocido por el nombre de "El Río de los Enamorados", debido a la cantidad de recuerdos felices y hermosos creados por las parejas que iban allí a pasar el día con su media naranja, y quise crear un recuerdo así con Matt.
—Vale, como quieras cariño, pero no vengáis muy tarde, y abrigaros bien, que hace mucho frío—dijo cariñosamente mi madre.
—Vale— contesté contento mirando a Matt— prepara tus cosas Matt, nos vamos a la montaña— grité emocionado mientras cogía mis cosas.
Nos preparamos para ir a la montaña, me puse mi abrigo favorito y cogimos los guantes para no helarnos, me llevé dinero para comprar comida de camino y salimos por la puerta, pero antes de salir y coger las bicicletas para partir a nuestro destino, necesitaba hacer algo, y cogí a Matt del brazo.
—¿Puedes esperar fuera un segundo? Tengo que decírselo— dije mirándole fijamente.
—Claro, tomate el tiempo que necesites— dijo mientras besaba cariñosamente mi mejilla izquierda.
Me dirigí hacia mi madre, y la senté en el sofá mientras tartamudeaba nervioso.
—Mama, tengo que decirte una cosa— dije cabizbajo.
—Dime hijo ¿Te has olvidado de algo verdad?— dijo sabiendo que soy muy torpe.
—S... So... So...— mi boca no me dejaba continuar y sentía mis cuerdas vocales atadas y enlazadas entre sí impidiendo me hablar.
—No pasa nada hijo... Puedes decírmelo— contestó poniendo su mano en mi hombro.
—Soy gay, y estoy saliendo con Matt— dije sonrojado y evitando mirar a mi madre de la vergüenza que sentí en aquel momento.
—Cariño, te conozco mejor que nadie, yo te traje a este mundo y te he cuidado y criado toda la vida, sé como eres, pero no pasa nada. Me alegro de que estés con alguien como él, es muy buena persona.
Acabada la conversación, abracé a mi madre contento y mientras un mar de lágrimas bañaba mi rostro, me sentía aliviado por su comprensión.
Me despedí de ella, y tras despedirme, Matt y yo emprendimos nuestro viaje.
Mientras realizábamos nuestro viaje, íbamos observando el campo de hierba que brillaba palidamente por la nieve y era sombreado por las blanquecinas nubes.
En conclusión, llegamos al Río Nevern, y después de atar las bicicletas a un poste cercano, continuamos nuestro camino a pie hasta llegar a una cuesta para deslizarnos con el trineo.
Afortunadamente no había nadie, por lo que teníamos aquel sitio únicamente para nosotros solos.
Dejamos las mochilas en un rinconcito y nos preparamos para deslizarnos.
Matt decidió adelantarse y comenzó a subir la cuesta de nieve como una exhalación, y sin darme cuenta, en un instante estaba bajo una gran lluvia de bolas de nieve que se aproximaba hacia mí rápidamente, hasta que finalmente me azotó con una fuerza devastadora, sé que estoy exagerando, pero la verdad es que no soy especialmente fuerte para soportar tal cantidad de nieve.
Llegué a la cima de aquella cuesta, y nos sentamos en el trineo, y antes de deslizarnos, vi los ojos más bonitos que he visto nunca, los de Matt, sus ojos recibían la luz del sol que se reflejaba en la blanca y esponjosa nieve, y estaban más hermosos que nunca.
Cuando me miró embobado mirándole, todavía sentado y sin empujar el trineo, quedó sonriendo.
—¿Que pasa?— preguntó mostrando con su sonrisa sus preciosas perlas.
—Perdona, me había quedado embobado— contesté sonrojado.
—¿Con qué?— preguntó mientras se daba la vuelta para ver aquello que creía que me había dejado petrificada la mirada.
—Contigo tonto— dije riendo y dándole la vuelta para que me mirara.
—Dylan ¿Porque eres tan tonto?— dijo sonriendo y mientras yo acompañaba su risa con la mía— ves eso es lo que me gusta de ti Dylan Stewart, eres original y gracioso sin pretenderlo, por eso te amo tanto— dijo enamorando me con cada una de sus palabras.
*FIN DEL CAPÍTULO*
~~ 🄽🄾🅃🄰 🄳🄴🄻 🄰🅄🅃🄾🅁 ~~
Hasta aquí el capítulo de hoy ¿Qué pasará a continuación? Lo averiguaremos en el siguiente capítulo. Espero que os este gustando la historia. Si te gusta o no este capitulo o la historia por favor vota o comentarlo, esos mensajes me sirven para saber en que mejorar o no. Hasta la próxima lectores, gracias por apoyar y hacer la historia posible y gracias por seguirme y darme una oportunidad, un saludo.
