Dylan Stewart, un joven de 15 años, se enfrenta a su primer año en un instituto nuevo. Acostumbrado a una vida controlada y estable, su mundo cambia cuando conoce a Luke Flynn, el otro chico nuevo del instituto, con una cara bonita y una personalida...
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Pasados unos días, quise volver a casa de los Flynn para reconciliarme con Matt, y una tarde, Luke me ofreció quedarme a dormir en su casa, lo que me ilusionó bastante y a lo que yo reaccioné agradablemente y muy contento.
Después del trayecto en bus, llegué a su barrio, y al entrar en su casa, saludé a su madre, y vi a su hermanastro sentado en el sofá, cuando me miró aparentemente contento por mi visita y porque siempre se lo pasaba muy bien contigo, pero en el fondo él seguía enfadado conmigo, así que sin intención de molestarle, me dirigí hacia la habitación de Luke y cerré la puerta.
Antes de cerrar pude ver a Matt con una expresión algo triste en su cara, en el fondo se sentía mal y ambos sabíamos que los dos queríamos arreglar las cosas, pero ninguno logramos sacar el valor para acercarnos al otro y comenzar a disculparnos.
Cuando cerré la puerta y Luke extrañado, vio que no saludé a Matt y que mi rostro no era el mismo que cuando había entrado, ya que mi cara cambio emocionalmente de contento a levemente triste, él sabía que últimamente dependía mucho de él, y se quedó sorprendido.
—Dylan, ¿Va todo bien? ¿Ha pasado algo entre tú y Matt? Me he fijado en que últimamente no habláis mucho y es como si evitarais veros el uno al otro— dijo explicando lo que le parecía notar en nuestra relación amistosa.
—No... La verdad es que no van bien las cosas entre Matt y yo— dije mientras desviaba la mirada hacia la puerta.
Y en ese instante, tras haber estado hablando con Luke en la habitación, y tras haber conseguido comenzar a hablar de mis sentimientos, le conté a Luke la razón por la que Matt y yo ya no hablábamos como antes, por lo sucedido en la noche en la que jugábamos a prueba o verdad y él tiró de mí justo antes de que nos besásemos. Cuando le conté todo lo ocurrido, Luke sonrió.
—No le hagas ni caso, Matt lo hace siempre que me hago un nuevo amigo, mi hermanastro es así de egoísta, Matt suele ser muy celoso con mis amigos, y me tendrá envidia por tenerte como amigo y estar más contigo que él, y querrá que te alejes de mí para que te acerques a él— explicó Luke.
Nada más terminar Luke su frase, dejé de sentir lástima por Matt y lo que empecé a sentir a partir de ese momento hacia Matt era odio, un odio hacia las personas egoístas, personas que intentan separarte de los que amas para destrozarte y derrumbarte.
Al día siguiente, asistimos al instituto y tras acabar la segunda hora, me acerqué a la taquilla de Luke y empecé a hablar con él, y de repente, Alex se acercó por mi espalda.
—Menuda fiesta la del otro día ¿verdad?, hay que repetirla algún día de estos, me lo pasé muy bien contigo y con tus amigos— se dirigió hacia mí Alex.
—Sí, estaría divertido— le respondí incómodamente.
—Sí, estaría genial, y quien sabe, ¿A lo mejor nos besamos por fin?— dijo Luke entre risas como si se tratara de una broma.
Me reí leve y embarazosamente, pero disimulando para evitar sospechas de que lo que quería en realidad era un beso de Luke.
Unos dos días después, cerca de las 21:30, nos encontrábamos en otra fiesta que volvió a organizar Alex, todo parecía sospechosamente igual que aquella noche de prueba o verdad, solo que esta vez, Matt no estaba. Y de la nada, volvió a surgir el reto de que Luke me besara y otra vez volvió a surgir de la boca de Alex. Lo acepté por que seguía queriendo el beso de Luke, solo que ahora notaba raro a Luke, y notaba raro a todo el mundo, todo parecía muy sospechoso ¿Por qué querría Alex, que Luke hiciera el mismo reto? No lo sabía, pero tenía que andarme con ojo.
Volvió a suceder lo mismo, Luke se acercó a mí en medio de la noche, seguía bromeando, por lo que me lo tomé como un simple reto, así que me dejé llevar, cerré los ojos, estiré suavemente los labios para alcanzar los suyos, y me sentía en una nube.
Aquel beso que llevaba esperando que sucediera durante casi más de una semana, aquella simple acción de juntar los labios con los de otra persona deseada, al fin estaba a punto de hacerse realidad, pero esta vez, no noté a nadie tirando de mi camiseta de color carmesí, ni noté una brisa extraña que me distrajese.
Todo parecía un sueño, de esos que nunca quieres despertarte. Hasta que, en un abrir y cerrar de ojos, sentí la ligera sensación de que aquel sueño no era lo que parecía, y en efecto, tenía razón, porque en segundos noté algo extraño en el entorno.
Provenía de mi espalda, y se trataba de una luz blanquecina y extraña que estuvo durante unas milésimas de segundo en mi campo de visión, y seguidamente, un sonido igual de confuso pero ligeramente conocido.
Cuando abrí los ojos, lo peor que podría imaginarme había sucedido, aquel sueño terminó convirtiéndose en una horrible pesadilla de la que me quería despertar...
*FIN DEL CAPÍTULO*
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Hasta aquí el capítulo de hoy ¿Qué pasará a continuación? Lo averiguaremos en el siguiente capítulo. Espero que os este gustando la historia. Si te gusta o no este capitulo o la historia por favor vota o comentarlo, esos mensajes me sirven para saber en que mejorar o no. Hasta la próxima lectores, gracias por apoyar y hacer la historia posible y gracias por seguirme y darme una oportunidad, un saludo.
