Dylan Stewart, un joven de 15 años, se enfrenta a su primer año en un instituto nuevo. Acostumbrado a una vida controlada y estable, su mundo cambia cuando conoce a Luke Flynn, el otro chico nuevo del instituto, con una cara bonita y una personalida...
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Desde ese momento, comprendí lo que había hecho, y en ese momento quise disculparme contigo.
Y también empecé a tener sentimientos por... Por ti Dylan, lo cual hizo que quisiera verte de nuevo para poder estar contigo de nuevo.
Pero, tras observarte un tiempo, descubrí que Matt ya estaba saliendo contigo, y aun así, solo quería disculparme contigo, porque me sentía mal por lo que hice, y quería felicitarte, porque al fin habías encontrado a alguien especial, y ese alguien era Matt, alguien que sabía te haría el más feliz de todo el mundo.
Con él, sé que tu vida será mejor, y que estás en buenas manos, el siempre te protegerá, pase lo que pase. Y así fue como me di cuenta de todo y de como me partieron el corazón- y ahí acabó el texto.
Sabía que Luke estaba arrepentido, por que le conocía, y no se merecía pasarlo por eso, por eso decidí perdonarle.
—Luke, no tenía ni idea, y lo siento por lo que pasó ¿Quieres que hable con Richy?— le pregunté con intención de solucionar las cosas entre ellos.
—No, no hace falta, prefiero alejarme de él— contestó Luke.
—Vale, si así lo prefieres, lo entiendo— contesté.
Al escuchar la historia me quedé perplejo, por una parte, me sentía bien, porque al fin descubrió que lo que hizo no estuvo bien, pero por otra parte mal, porque lo hicieron daño, y nadie se merece pasar por algo así.
Acabamos nuestra conversación, y decidí llamarle, y dejar que se disculpase, quedé con él en un antiguo edificio abandonado, al cual, Matt no quería ir nunca por que tenía miedo de entrar, y quería quedar con Luke para hablar tranquilamente en un sitio al que sabía al que Matt no querría ir.
Finalmente, Luke llegó, y desde la distancia me saludó, igualmente, le saludé a él. Y una vez cerca de él, nos quedamos sin habla, y aquel momento se convirtió en un terrible e indeseable silencio. Ninguno se atrevía a hablar o a romper el hielo. Hasta que finalmente le miré, y el a mi y sonriendo me acerqué a él.
—Venga aquí tonto— dije entre lágrimas abrazándole.
Acompañó mi abrazo, mientras me rodeaba fuertemente los hombros y ponía su mano derecha en mi nuca mientras me abrazaba.
—Te he echado de menos— dijo Luke.
—Y yo a ti Luke— contesté.
Tras hablar durante más de una hora, Matt me llamó por teléfono preguntando donde estaba, así que sin pensarlo dos veces colgué la llamada fingiendo un fallo de cobertura, me despedí de Luke y me fui corriendo a casa con Matt.
Cuando finalmente, tras 15 minutos de viaje en autobús llegué a casa, me encontré a Matt esperándome en la puerta de mi casa.
