DOS.

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Cerca de un mes y medio después Jin y Jaehwan se reunieron para firmar el divorcio y revisar los acuerdos a los que habían llegado.

Jin vendería la casa en la que vivían y le daría su parte correspondiente a Jaehwan, ambos acordaron mantener una relación sana por el bien y estabilidad de los niños, después de que ellos comenzaran a extrañarlo. Jaehwan podría visitar a los niños y Jin tendría la custodia de los mismos.

Jin dejó a sus hijos en casa de su madre y regresó a su casa para comenzar a empacar, se encontró con algunas cosas que Jaehwan había dejado y las colocó en una caja aparte, sin darse cuenta estaba hecho un mar de lágrimas.

Las separaciones nunca son fáciles y mucho menos después de tantas experiencias y tiempo juntos, Jin seguía preguntándose si había hecho algo mal o en qué momento su esposo había cambiado tan radicalmente.

Quizás él había estado cegado por el amor y no se había percatado de eso, pero ya era muy tarde como para ponerse a pensar en cosas que para él no tenían solución, todo estaba hecho y no había marcha atrás, Jin tenía que pensar en el presente y ver por su bienestar y el de sus hijos.

Después de tener todo listo, fue por los niños a casa de su madre mientras que el camión de mudanzas se llevó todo al que sería el nuevo hogar de los Kim, este era un departamento más cómodo para los tres, a petición de Taehyung tenía que ser uno donde aceptaran mascotas porque por nada del mundo se separaría de Yeontan, su pequeño cachorro. El departamento tenía tres habitaciones que eran suficientes pero los pequeños decidieron compartir una habitación para que la otra se quedara libre por si alguna vez llegaban a tener visitas.

—Papi, vimos en una revista que abrirán una nueva tienda de peluches en la otra calle —dijo Jimin— Tae y yo queremos ir porque sería interesante.

—Di la verdad Chim, sería interesante que papá nos comprara un peluche —se balanceó de adelante hacia atrás.

Su padre negó divertido y acarició las cabelleras de sus pequeños.

—Primero tengo que ver sus calificaciones.

—Pero tenemos muchos unos y ceros —las mejillas del menor se levantaron en una sonrisa haciendo que sus ojos desaparecieran.

—¡Sí! Muchos unos y ceros —asintió el mayor mientras metía el resto de su sándwich a su boca— ¿Nos llevarás?

—No seas asqueroso Tae —hizo una mueca de disgusto— Primero habla y luego come, no, primero come y luego habla —frunció el ceño— ¿Cómo era papi?

—Primero come y después habla —sonrió— Mañana tengo que ir por sus calificaciones, pueden acompañarme y dependiendo de los resultados veremos si vamos a la tienda por sus peluches o venimos aquí a que coman verduras todo el día.

—¡No nos gustan las verduras! —respondieron ambos niños al unísono.

—Yo sé que no les gustan las verduras —rió— Pero ya hablamos sobre eso y les hace muy bien

—Nosotros sólo queremos un peluche de la nueva tienda —murmuró Taehyung.

—¿Creen que se merecen el peluche? —el mayor de los tres los miró mientras levantaba una ceja— Taehyung ha recibido varios reportes porque no hace la tarea.

—Yo sí lo merezco, papi —Jimin dió saltitos sobre la silla.

—Sinceramente sí, Jimin.

Taehyung dirigió la mirada hacia sus manitas que se encontraban en su regazo, Jin se dio cuenta y acarició uno de sus hombros.

—Pero esos reportes se han recompensado gracias a que Taehyung ya hace sus tareas y ayuda aquí en casa —sonrió.

Jin miro a su pequeño, sus pequeños y rasgados ojos se iluminaron mientras una brillante sonrisa rectangular adorno su rostro.

—¡Yo quiero este! —se levantó rápidamente de la mesa y fue hasta su mochila, donde sacó un volante con los productos que se vendían en la tienda— ¡Este! —señaló un pequeño muñeco con cabeza de corazón y ropa azul con puntos amarillos.

Jin observó el folleto y efectivamente, la tienda abriría mañana por la tarde, pensó que aún tenía dinero suficiente para llevar a sus hijos que estaban muy entusiasmados.

—A mi me gusta este, papi —Jimin, que se encontraba sentado frente a Taehyung, tuvo que estirarse lo más que pudo aunque quedó practicamente recostado sobre la mesa, señaló con su dedito uno de los peluches del folleto, este era un cachorro de ropa amarilla— Se llama Chimmy.

 —¿Por eso Taehyung te dice Chim?

El pequeño asintió repetidas veces y sonrió.

—Creo que mi hermanito se parece a Chimmy, ambos tienen bonitas mejillas y Jimin tiene una sudadera amarilla —contestó.

—Vaya, ahora entiendo muchas cosas —Jin rió— Pero, entonces mañana después de recoger sus calificaciones tomaré una desición.

Ambos asintieron confiados de que su padre los llevaría a la apertura de aquella tienda, estaban deseosos por ir ya que en todos lados encontraban publicidad sobre ello y así fue como les ganó la curiosidad. Jin sabía que sus hijos merecían tener aquellos peluches ya que se portaban muy bien y cumplian con sus tareas en la escuela.

Momentos más tarde, Jimin comenzó a llorar desconsoladamente y Jin salió de la cocina para ver qué estaba pasando.

—¡Papi! —sollozó el pequeño— Tan rompió mi dibujo y se lo comió.

Jin se acercó y limpió las lágrimas de su bebé, miró a Taehyung que intentaba regañar al cachorro y sonrió enternecido, sin duda Jaehwan se estaba perdiendo de todos estos momentos tan espontáneos y a la vez especiales con sus hijos.

—Por eso les digo que lo hagan en su habitación, Tan aún es pequeño y ustedes como sus dueños deben enseñarle lo que está mal —comenzó a levantar los colores y las hojas regadas en el piso— Ya tuvimos esta charla cuando Tan se enfermó porque ustedes le dieron dulces.

—Fue Jimin —respondió Taehyung.

—Yo no fui —el nombrado frunció el ceño— ¡Mentiroso!

—No me digas mentiroso, fuiste tú —Taehyung ignoró el problema con el cachorro y se acercó a su hermano.

—Basta, no quiero que peleen —Jin los miró a ambos y les dió los colores y las hojas— Vayan a guardar eso y regresan para cenar.

—Pero aún es muy temprano —se quejaron.

—Es la hora perfecta para que ustedes se vayan a dormir, yo tengo que alistar todo para mañana —los señaló— Y portense bien o aunque se merezcan el peluche los traeré a comer verduras.

Los niños salieron corriendo hasta su habitación,  regresaron y se sentaron en sus respectivas sillas.

—Pero que niños tan bonitos —dijo su padre mientras colocaba sus respectivos vasos con leche en la mesa y un plato con galletas en medio de los dos— Recuerden que las galletas son para ambos —miró a Taehyung y este sonrió avergonzado.

Después de cenar, Jin ayudó a sus hijos a ponerse la pijama y a cepillarse los dientes, los acostó en sus camas y leyó su cuento favorito, cuando los niños por fin se quedaron dormidos, se aseguro de taparlos bien y de besar sus frentes, al salir de la habitación se aseguro de dejar la puerta entreabierta para que Jimin pudiera ver la luz del pasillo por si llegaba a despertar y no se sintiera asustado.

Sonrió al ver a sus pequeños dormir, se dirigió a su habitación donde como cada noche reflexionó y se cuestionó si estaba haciendo un buen rol de padre, desde su separación se sentía algo vacío y desmotivado. Trataba de ver las cosas positivas pero no encontraba mucha motivación a parte de sus hijos y pronto necesitaría comenzar a buscar trabajo para poder seguir sobreviviendo. Así se mantuvo gran parte de la noche hasta que cayó profundamente dormido.





Jeloooou bbs :3
Aki está otro capítulo más y me tengo que poner a escribir :v

Espero les guste~
Saranjé

¡SE NOS VIENE EL COMEBACK CHAMAS!

¡Papi, sonríe! |NamJin|Where stories live. Discover now