¡Papi, sonríe! |NamJin|

FINAL.

—Quiero que se porten bien, niños —mencionó su padre mientras terminaba de empacar la pijama de Jimin en su mochila.

—Lo haremos, papi —sonrió Taehyung —Será divertido hacer la pijamada en casa del tío Yoongi.

—No den muchos problemas y no rompan nada, por favor.

—No, papi —respondieron al unísono.

—También cuiden de Tan y tengan cuidado de que no se haga pipí en los sillones.

—Sí, papi —Jimin sonrió.

Jin terminó de empacar las pijamas de sus hijos y algunas cosas que podían necesitar y salieron de su habitación.

—¡Tío Yoongi ya estamos listos! —gritó Taehyung al llegar a la sala.

—Bien, entonces es hora de irnos.

Yoongi, Hoseok y Yoonji se despidieron de Jin y caminaron fuera del departamento.

—Voy a extrañar a mis bebés, nos vemos mañana y portense bien —dijo mientras abrazaba a sus hijos.

—Te voy a extrañar, papi —murmuró Jimin.

—Hasta mañana —Taehyung besó la mejilla de su padre.

Los pequeños se fueron, Yoonji llevaba a Yeontan mientras que Hoseok llevaba a Jimin de la mano mientras que Jungkook observaba todo desde la cangurera en el pecho de su tío y Yoongi tomó a Taehyung de la mano.

Jin los miró marcharse y sonrió, le hacía feliz que sus pequeños tuvieran pijamadas con Yoongi, Hoseok y el pequeño Jungkook. Él era feliz si sus hijos lo eran.

Se sintió un poco solo ya que Namjoon se había tenido que ir antes porque su mamá necesitaba ayuda en algunas cosas, suspiró y bebió café antes de irse a dormir.

Ya en su habitación se colocó la pijama y se metió en la cama cubriéndose con sus sábanas.

Suspiró mirando al techo, sentía una sensación extraña que la relacionó con el hecho de que estaba solo, tenía mucho tiempo que no estaba completamente solo así que comenzó a recordar todo lo que había pasado en este tiempo.

Desde su divorcio con Jaehwan hasta este momento. Tantas cosas habían pasado en casi un año y medio, pero sin duda ahora se encontraba tranquilo y feliz.

Se sentía amado y en paz.

Llegó el momento en que se quedó profundamente dormido, lo que provocó que no se diera cuenta que alguien había entrado a su departamento.

Al estar solo parecía que sus sentidos se habían apagado porque no tenía que estar alerta en caso de que sus hijos le llamaran así que dormía profundamente.

Mientras que Jaehwan se había tomado el atrevimiento de entrar al departamento de Jin, estaba ebrio, enojado y arrepentido. Nunca olvidaría que por sus tonterías había perdido a Jin y a sus pequeños.

Comenzó a vaciar gasolina por todo el departamento, pasó por la sala, el comedor, la cocina, la habitación de sus hijos y lo último lo tiro fuera de la habitación de Jin.

—Esto es por dejarme e irte con ese tipo bueno para nada —susurró con coraje.

Caminó de regreso a la sala y se sentó mientras observaba todas las fotos que había en el lugar, se levantó del sofá, tomó una foto y la miró con mucho rencor.

—Ese debería ser yo y no ese imbécil —lanzó la foto provocando que el cristal de esta se rompiera al golpear el piso.

Ese ruido alarmó a Jin quién se levantó rápidamente y salió de su habitación.