DIECISÉIS.

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Yoongi se dejó caer en el sillón, trataba de normalizar su respiración porque estaba muy agitado, tragó saliva con dificultad y miró a los pequeños correr por la sala.

—Señor Yoongi, vamos a jugar —Taehyung tiró de la manga de la sudadera del mayor— No sea flojo.

—Déjalo, Tae —murmuró Jimin— El señor Yoongi es viejito y se cansa rápido.

Taehyung rio, puso sus manitas sobre el pecho de Yoongi y comenzó a moverlo.

—Vamos a jugar.

—Necesito descansar un momento, sólo un momento —pidió.

—Chim, ya sabes qué hacer —ordenó su hermano mayor.

El pequeño Jimin asintió, se acercó a Yoongi y tiró de su cabello.

—¡Auch! —se quejó— ¿Qué crees que estás haciendo?

—La técnica TaeChim —rió— Vamos a jugar o le picaré las costillas.

Yoongi bufó y se sentó en el sillón mientras que los pequeños lo miraron sonrientes.

—Tenemos hambre —Taehyung señaló su estómago.

—¿No querían jugar? —preguntó mientras levantaba una de sus cejas.

—Pero ahora tenemos hambre —respondió Jimin.

—Veré que hay en la cocina —se levantó y caminó hasta la cocina.

Los niños se quedaron en la sala, se miraron y cuando Yoongi desapareció de su campo visual Taehyung le sonrió a Jimin.

—Parece que sí nos aguantará, no nos ha gritado aunque parece que es enojón —susurró Jimin.

Taehyung asintió.

—Me cae bien, pero ven —tomó la manita regordeta de su hermano— Hagamos que se asuste.

Los pequeños fueron a esconderse a una de las habitaciones, sabían que era la de su tío Hobi porque ya habían estado ahí antes y se escondieron en el gran clóset.

Yoongi volvió a la sala y frunció el ceño, recordó que Hoseok le dijo que no dejara a los niños solos porque podían ir al baño a jugar con el agua del lavabo.

Caminó directamente al baño pero no estaban ahí, suspiró aturdido y pensó que merecía un premio al mejor novio del mundo por aguantar de esos dos pequeños demonios.

—Ya, esto no es divertido —habló fuerte— Salgan.

Suspiró cuando no escuchó ruido y camino hasta el estudio, pensó que quizás estaban ahí jugando con los libros o las cosas de Hoseok.

Sentía que se arrancaría el cabello porque no estaban ahí.

Mientras los pequeños trataban de no reír.

Yoongi entró a la habitación de su novio y escuchó las risitas de los niños en el closet, no lo dudo mucho y lo abrió.

—¡Sorpresa! —gritó Taehyung.

—¿Le gustó el juego? —preguntó Jimin mientras salía del closet.

—Sí, un poco —rodó los ojos— Pediré una pizza.

—Que tenga mucho queso —respondieron los pequeños.

Yoongi asintió y llamó para pedir la pizza.

Los pequeños volvieron a salir corriendo y jugaron en la sala.

Yoongi esperó a que la pizza llegara, después alimentó a los niños y estos se quedaron dormidos.

¡Papi, sonríe! |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora