DOCE.

18.8K 2.1K 537
                                    

Namjoon había perdido la cuenta de las veces que había secado el sudor de sus manos en sus jeans.

Miró la hora en el bonito reloj que adornaba su muñeca, regalo de Jin y los pequeños cuando fue su cumpleaños.

Había pasado medio año desde que conoció a Jin y a sus pequeños, en ese tiempo se percató de lo bueno que era y cuanto quería a sus hijos. Namjoon estaba dispuesto a estar a su lado sin importar lo que pasara.

Vio a Jin caminar animadamente en dirección a él, Namjoon sintió su corazón acelerarse cada vez más y se aseguró de que todo lo que había organizado estuviera tal y como lo había planeado.

Un pequeño picnic en un bonito parque, su madre le había ayudado a preparar la comida ya que probablemente él habría incendiado la cocina entera.

Cuando Jin estuvo justo frente a él no pudo pronunciar nada, las palabras se quedaban atoradas en su garganta y sólo pudo observar lo hermoso que era el mayor, tenía una piel tan suave, sus ojos brillantes como siempre y sus mejillas de un leve tono rosado por el sol que golpeaba su rostro y no pasaba por alto esos bonitos y abultados labios que caracterizaban su cara tan atractiva.

—¿Estás bien? —preguntó curioso al ver que Namjoon no se immutaba.

El moreno parpadeó un par de veces y asintió.

—Es-Espero que te guste lo que preparé, aunque en realidad no lo hice yo sino mi mamá —rió avergonzado— Yo sólo lo acomodé.

—Es muy bonito —sonrió— Muchas gracias.

Ambos se sentaron sobre el césped bajo la sombra de un gran árbol, hablaron sobre cosas triviales y comieron la deliciosa comida preparada por la madre del menor.

—Todo estuvo delicioso —Jin sonrió— Quiero conocer a tu mamá para darle las gracias personalmente.

—Me alegro que te haya gustado, ella se pondrá muy feliz cuando le cuente.

Jin asintió y sonrió.

—Supongo que todo es mejor porque estás conmigo, Nam.

Namjoon sintió sus mejillas arder por milésima vez en el día.

—Jin, yo simplemente no puedo esperar más...

—¿Para qué? —lo miró— ¿Pasó algo malo?

Namjoon negó varias veces mientras Jin seguía sin entender qué pasaba.

—Yo me hice una promesa a mi mismo y no puedo fallarme.

—¿Seguro que todo está bien? —volvió a preguntar, esta vez un poco asustado.

—Jin, yo me prometí que cuidaría de ti y estaría a tu lado ante cualquier cosa —tragó salvia nervioso— Estoy dispuesto a todo con tal de estar contigo —se atrevió a tomar la mano de Jin y la apretó suavemente— Es por eso que preparé este día especial, sé que es muy sencillo pero en verdad lo hice de corazón.

El mayor trataba de procesar las palabras que el contrario le decía, seguía sin entender claramente lo que el menor quería decirle.

—Kim Seokjin... ¿Te gustaría ser mi novio?

Jin sintió sus mejillas arder y su corazón golpear su pecho con fuerza, una risita tonta salió de sus labios y miró a Namjoon.

—Oh, Namjoon, te habías tardado tanto en decírmelo que creí que nunca pasaría —con su otra mano cubrió la de Namjoon— Supongo que la respuesta es muy obvia y estoy seguro que ya la sabes así que quiero que mis acciones hablen por mi.

¡Papi, sonríe! |NamJin|Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang