ONCE

10 2 0
                                    

Lily se quedó mirando el torreón que se desmoronaba y la pequeña figura de Thorn que iba cayendo.

Había perseguido al asesino. Iba descendiendo desde lo alto de la Torre de los Lamentos, completamente golpeado e inconsistente.

Había arriesgado su vida peleando contra el asesino. El torreón se columpió. Los escasos morteros que lo mantenían estable habían sido destruídos misteriosamente.

—¡Corre Thorn, sal de ahí! —gritó, pero él no era capaz de escucharla, no desde ahí.

—Esta inconsciente. —Espeto Ying.

—Tenemos que hacer algo. —dijo K'leef. —Morirá si no.

Mary soltó un grito. Aunque no siempre estuvieran de acuerdo, ella se había encariñado con Thorn.

El cuerpo inerte de Thorn se desplazaba a gran velocidad. El impacto lo mataría en el acto y lo convertirlo en una masa sangrinolenta contra el suelo. Nadie podia hacer nada, nadie podía salvarlo.

Salvo ella.

Pero antes de que Lily pudiera cerrar los ojos y sosegar a la oscuridad a su alrededor. Alguien se le adelantó.

Angela dio unos pasos por delante de la multitud y estiró el brazo. En las puntas de sus dedos centellaron miles de luces multicolor que brillaban y se desvanecían como chispas de fuegos artificiales.

Angela cerró los ojos y apretó la mandíbula.

Las chispas se tornaron una fuente deslumbrante de luz.

Entonces de repente hubo un grito colectivo.

El cabello rubio de Angela se tornó opaco y liso. Su piel se volvió gris acabalada y manchada, como si un virus que la estuviera consumiendo lentamente. La ropa le colgaba sobre las huesudas extremidades y el pecho hundido. Una nariz larga y puntiaguda con una verruga y un cuello delgado que parecía estar apunto de quebrársele debido al peso de su cabeza; su quijada era grande y sujetaba unos dientes retorcidos manchados por un tono naranja costroso.

La verdadera forma de los Solar. Su verdadero ser.

Los Solar dominaban la luz y podían hacer creer a las personas las cosas que ellos querían que vieran. Era una habilidad tan común entre ellos que se había vuelto algo tan automático como respirar... ni siquiera se desvanecía cuando dormían. Pero requiere casi todo su poder para mantenerlo.

Entonces Angela volvía a abrir los ojos, y Lily vio su propia expresión de miedo reflejada en sus ojos de espejo.

Thorn salió disparado en un arco por el aire, mientras la protección de Angela se mantenía como una esfera a su alrededor. En el momento en que se estrelló contra el suelo se levantó una nube de polvo y hubo un destello cegador.

Angela deshizo su magia.

—Id a por él. —dijo entre dientes mientras recuperaba su ilusión.

Anfibius y Ying se apresuraron hacia el sitio del impacto.

Ariel apareció detrás de él.

—¡Mi señor el polvo es peligroso para su condición!

Lily vio al muchacho surgir de entre los escombros sucio y inconsistente, sujetador por Anfibius y Ying.

Finalmente el torreón se desplomó por completo, cayó con un ruido ensordecedor e hizo temblar el piso con tanta fuerza que la gente se tiró al suelo. El polvo se extendió por el aire, haciendo escocer los ojos y oscureciéndolo todo al final el polvo se asentó y Lily fue capaz de ver la devastación.

El torreón entero había caído y había hecho un agujero en una de las murallas inferiores del castillo. Con algo de suerte mañana por la mañana estaría reparada.

Mientras Lily observaba las ruinas, los demás miraban a Angela.

Se hace un silencio flemático, mientras la Solar camina con paso firme, ignorando las miradas de aldeanos, nobles y familiares a su alrededor.

Cuando finalmente llegó hasta Thorn se detuvo en seco y miró al chico con cautela

—Él estará bien. —había algo en sus ojos que Lily no había visto antes ¿Alivio?

Gabriel soltó un grito ahogado.

—Hermana... ¿Usaste magia?

Angela se levantó bruscamente.

—No es el momento, hermano. —Angela y luego se volvió hacia Thorn y su sell se tensó. —Él deberían ir la enfermería. —se volvió así Lily. —decidle a vuestro doctor.

Lily se quedó perpleja, todavía no podía creer lo que acababa de suceder.

—Eh... si, claro. —dijo, y Angela se volvió rumbo a Castillo Penumbra. —Gracias.

La Solar se volvió hacia ella.

—No lo hice por vos

MAGIA DEL REFLEJOWhere stories live. Discover now