Capítulo 3

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Estaba en mi casa, acostado en mi cama jugando con mi teléfono, la verdad estoy super pero ¡Super! Aburrido, la verdad mi vida es siempre la misma, jamás creí que necesitaba compañía, pero en verdad la necesitaba; me encontraba hablando con Francisco que me habíamos hecho una videollamada para hablar de tonterías.

- Oye Vegeta, ¿y tus padres?

- No están, como siempre, están en su trabajo que es más importante que su propio hijo

Y era verdad, mis padres jamás les importe en lo más mínimo, siempre se aferran a su trabajo y no hay día que no dejan de pensar en ello, ya estoy harto de que jamás piensen en mi, que tomen más importante su trabajo que a mi mismo.

- No te preocupes Vegeta, mira, si tienes un Neko no te sentirás tan sólo

- lo mire fijamente - Si tal vez, pero, no se si mis padres me lo quieran comprar

- ¡Hombre! ¡Claro que te lo comprarán! Si tus padres llueven de dinero

- Si tienes razón

- Bueno ya me voy, tengo que cenar con Nora-chan, me preparó la cena

- Bueno está bien, nos vemos mañana

- Adiós

Colgó, yo sólo deje mi teléfono y empecé a mirar al techo, vaya mi vida, bueno de que me quejo, me dan todo pero también quiero atención, ya que tendré que conformarme, escuche que abrían la puerta del frente, abrí la puerta de mi habitación y vi a mis padres que acaban de llegar, solté un suspiro, baje a la sala principal y como siempre, mis papás me responde de forma fría.

- Buenas noches Vegeta - dijo el viejo amargado de mi padre

- Buenas noches hijo - le siguió mi madre, que de igual manera es amargada que mi papá

- Buenas noches padre, madre

- Disculpen, la cena ya está lista

Todos acentimos y nos dirigimos al comedor, toda la cena había un silencio en el cual se podía sentir tencion, la cual a mi me desespera, se supone que para estar en la cena es estar en familia, pero veo que a mis padres les vale.

- Padre quiero que me compres algo

- ¿Qué es lo que quieres ahora? - como si siempre te pidiera viejo amargado

- Quiero un Neko macho

Mi mamá soltó su cubierto, y mi padre dejo su bebida en la mesa, ambos me miraron con cierta cara de asombro, ¡Por dios! ¡Ah sucedido un milagro! ¡No tienen su cara de amargados! Pero lo que no entiendo es ¿Por qué les sorprende?

- ¿Qué? ¿Tengo algo en mi cara o qué?

- No es nada, es sólo que ya era hora de que lo pidieras

- ¿A qué te refieres madre?

- Que todo joven tiene un Neko para sus "necesidades personales" ya decía que mi hijo no era un raro

- mm ¿ok? Bueno ¿Me lo comprarán?

Ambos se intercambiaron miradas, después asistieron, yo sólo me quedé ahí esperando a su maldita respuesta.

- Si te lo compraremos...

Mi Pequeño Neko (Vegekaka) Where stories live. Discover now