Cinco •

17.8K 1.4K 582
                                    

Permaneció sentada sobre la orilla de la banqueta,  esperando a que su hermano llegara  en salvación al día.
Pasaron las horas y su hermano no llegaba,  así que decidió irse a la playa,  debía despegar sus pensamientos de lo que acababa de ocurrirle. Se sentó sobre la arena que rodeaba el mar,  mientras oía como el viento movía las olas del mar y generando una breve brisa del agua,  que cubría de pequeñas gotas su rostro.
De pronto oyó las pisadas se una persona acercarse,  así que miró alrededor encontrándose con ese rostro de pura belleza,  era aquel chico.

-Hola.-Dijo cortante sentándose a su lado,  y entonces al estar más cerca de ella,  se percató de que tenía los ojos levemente rojos.

-Estas bien?.-Preguntó ella.

-Él retiró su mirada de la de ella,  miró hacia al frente y sonrió levemente.-El otro día ya no me presenté.

-Ah es cierto.-Dije pero notando que no quería responder lo que acababa de preguntar.

-Yo soy Lyonel Schaldemose.

-Mucho gusto,  puedo llamarte Leo?.-Preguntó.

-Por supuesto.

-Yo me llamo Madison,  aunque puedes llamarme Mad.-Dijo ella.

-Igual es un placer Mad.

-Y que te trae por aquí?.-Pregunta ella sin despejar su mirada de él.

-Pues vivo cerca,  me sentía algo nostálgico y por eso he venido aquí.-El responde sorbiendo la nariz.

-Te pasó algo malo?

-No,  es solo que extraño a mi familia.

-¿Qué ha pasado con tu familia Leo?

-Antes vivía en México y cuando me vine a vivir para acá... Pasó algo que me dejó sin familia.-Respondió cubriéndose el rostro con los ojos cristalizados.

-Lo lamento Lyonel.-Dijo ella tocando su hombro en forma de consuelo.

-Desde entonces me siento solo.

-Lyonel podemos ser amigos,  y mientras tengas compañia no te sentirás solo, te lo prometo.

-Ya somos amigos.-Dijo él de una forma muy sería aún.

-Tienes teléfono?

-Si,  es 55 68 99 02 45.-Respondió memorizando.

-Gracias,  te he agregado a mi agenda.-Sonrieron ambos.

-Mad,  la otra vez que estabas en las jardineras te ví sola... ¿Pasas los recesos solitaria?.-Preguntó curioso.

-No,  es solo que aquel día mi amiga no asistió. ¿Y tu?

-Agachó la mirada.-No tengo amigos.

-Porque?

-Creo que realmente no importa,  soy muy aislado.-Respondió dejando a Madison con dudas.

La playa estaba casi sola,  si acaso solo había tres personas,  pues no eran vacaciones aún.

-Mad,  tu donde vives?

-Vivo aquí a unas cuadras.

-Me gustaría conocer donde vives.

-Pues... Estas de suerte porque tengo miedo de entrar a casa,  escuché un llanto en mi habitación te juro moría de miedo.-Respondió avergonzada.

-Mientras este yo,  no creo que temas.-Dijo sonriendo.

-Vale,  pues ven conmigo.-Se pararon de la arena y se encaminaron en dirección a la colonia "Villa Magna".

-Es curioso.-Dijo Lyonel cuando ya estaban por entrar a su casa.

-Qué es curioso Leo?

-Enfrente vivo yo.-Respondió.

-Rió.-Enserio?  Nunca te había visto salir de esa casa.

-Pues,  salgo a veces... Digo para que salir si no tengo amigos ni nada.-Hizo una mueca de tristeza.

-Bueno yo seré tu amiga de toda la vida.-Dijo invitándolo a entrar en su apartamento.

Posteriormente de media hora,  cuando el y ella se encontraban jugando play station en su habitación,  llegó su hermano.

-Lyonel esperame aquí, ya llegó mi hermano.-Dijo y Lyonel no respondió,  solo asintió.

Mientras Madison bajó las escaleras,  Lyonel apagó el televisor y dejando en orden el play station,  entonces decidió marcharse. Puso en control su mente y dejó que una fuerte ventisca se lo llevase.

Entonces para cuando Madison invitó a su hermano a que conociera a Lyonel,  al entrar a la habitación ya no había nadie,  todo estaba en completo orden y la ventana abierta,  dejando que el aire moviera bruscamente la cortina.

-Oh vaya Mad... Esto es extraño,  tienes un amigo que no existe?.-Frunció el ceño y a la vez no pudo evitar reir. -Hermanita creo que necesitarás un psicólogo ...

Mi Vecino No Existe ©Where stories live. Discover now